El fútbol es una religión en Brasil, dicen algunos. Pero no acepten eso automáticamente; sólo fíjense en los números.

Cuando Brasil juega sus partidos del Mundial de Fútbol, el inventario disponible de publicidad en el país se desploma un 37%, según la compañía de tecnología publicitaria Triggit, que sirve casi dos millones de avisos en el país por cada hora.

Hay, por supuesto, muchos websites sin avisos, y por eso se trata de un indicador grosero. Pero así y todo, es una fuerte señal de que se produce una navegación mucho menor cuando los partidos están en desarrollo.

“La data normal de publicidad es algo muy esotérico y está bien ver cómo actúa el mundo real en nuestros números”, dijo el CEO de Triggit Zach Coelius.

Cuando terminan los partidos, el inventario disponible de publicidad salta en un promedio de más del 27% por sobre las cifras normales en las dos horas siguientes, lo que significa que el país regresa apresuradamente a la Web.

La data respalda una observación del cronista deportivo del New York Times Sam Borden, quien, en su blog personal, describió así lo que ocurre en Brasil durante sus encuentros por el Mundial: “Es imposible detallar con exactitud lo que ocurre en este país cuando está jugando la selección brasileña”, dijo. “Pero en realidad, pensándolo mejor, es fácil: el país se detiene. Cuando la ‘Seleçao’ juega un partido, es como si alguien oprimiera un gigantesco botón brasileño de pausa”.