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CRÓNICA DE NORBI ZYLBERBERG DESDE AUSTIN

SXSW 2016: ¿Y si humanizamos tanta tecnología?

El SVP y group creative and development director de LatinWorks compartió sus impresiones de la última edición del festival South by South West, del que participa hace 15 años. Entre los hitos más llamativos del encuentro, destacó como hilo conductor el hincapié de las compañías tecnológicas en las personas y sus necesidades.

SXSW 2016: ¿Y si humanizamos tanta tecnología?
Zylberberg: “Enfocarse en el comportamiento puramente funcional no es lo único importante, y a veces es poco viable”.

Terminó la edición número 30 de SXSW y la ciudad de Austin dejó atrás la visita intensa y fugaz de Obama y de más de 45.000 personas de 90 países, que durante casi dos semanas se instalaron en las calles disfrutando lo último en Interactive, Cine y Música. Lo que se podría definir como un hermoso despelote.

Este año revisé la lista de oradores de Interactive y evité caer en la trampa de “buen título de conferencia pero orador insoportablemente malo”. Me engancharon en dos y me escapé a los 6 minutos. Traté de descubrir algún hilo conductor entre las charlas, almorzando con desconocidos, tomando algo por ahí con algún CEO que se afloje la corbata -o ni la traiga puesta- y me gustó lo que vi y escuché.

“Dejemos que el usuario describa nuestra misión y empecemos a hacer cosas que la gente pueda entender” se despachó Marcela Sapone de Helloalfred.com ante la mira asombrada del CEO de Under Armour, el CCO de Squarespace y el Head of Strategy de Droga5. Explicó: “Alfred, el mayordomo de Batman, le solucionaba la vida a Bruce Wayne, le regalaba tiempo. Eso hacemos nosotros con la gente, 52 veces por año”.

La realidad virtual inundó los pabellones y cada metro cuadrado de la ciudad. Pero lo que más me sorprendió fue la idea de realidad virtual compartida que mostraron los australianos Dave Klaiber y Dan White de Rapid VR para Quantas: en una bola de metro y medio de diámetro se exhibieron imágenes de RV que se ven entre todos -una especie de fogata visual para compartir-, dejando de lado los cascos incómodos y aislacionistas que muchas veces dan náuseas.

Entre sangüichitos de pavita y sentados en una sesión informal del New York Times y su nuevo canal de films en RV, Carlos Bayala me contaba que “un pibe de esos bien perfilados como para dominar el mundo en unos años” se le acercó y le contó varias opciones que tenía para dedicarle un par de meses. Luego de escucharlo, le dijo: “¿Y si te vas a dar un par de vueltas por ahí, como para experimentar un poquito más el mundo?”. Contó: “Al chabón ni se le había ocurrido eso de salirse de la burbuja…”. Una radiografía de gran parte de la fuerza laboral estadounidense en esta industria.

Que J.J. Abrams haya dicho que “necesita encontrar humanidad entre tanta tecnología”; que Jimmy Wales de Wikipedia insista en que “la gente sigue siendo la base de todo”, a pesar de que hoy el porcentaje de contenido online escrito por robots sigue creciendo; que Kevin Plank de Under Armour diga tan claramente “La cultura se come a la estrategia en el desayuno”, o escuchar que Facebook Legacy está logrando que la gente pueda decidir de antemano quién y cómo se podrá resguardar la “muerte” digital de las personas, es alentador.

En un mundo interactivo, digital y de realidad virtual que crece a pasos agigantados, parece ser que las tech se están dando cuenta que enfocarse solamente en el comportamiento puramente funcional -de lectura analítica y fría– no es lo único importante. Y a veces es poco viable.

Cuando llegué a esta mini-conclusión (equivocada o no, después de tantos paneles y charlas que sería imposible y aburrido describir para nuestro querido lector) me sentí un poquito más optimista. Salí del centro de convenciones y, viendo a un tipo bien vestido que le daba palazos a una piñata de Donald Trump, me subí a un pedi-cab en dirección hacia el concierto de Peaches.

“Que se venga SXSW 2017 nomás”, me dije.

Redacción Adlatina

Por Redacción Adlatina

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