Soy introvertida. Y por naturaleza muy tímida. Aprecio el tiempo en que estoy sola y a menudo me pongo nerviosa en las reuniones sociales de desconocidos. También soy la CEO de Barbarian, una agencia creativa, que desarrolla una tensión única entre la personalidad y la profesión.
No se equivoquen conmigo; esta no es una cosa de esconderme en mi casa, pero las situaciones como el networking, o el hablar en público, y las áreas conducidas por grandes personalidades en las cuales se espera de los CEOs una excelencia, son más difíciles para mí que para la mayoría. He pasado los últimos años imaginándome nuevas formas de ser yo, aunque cubra con todos los requerimientos de los CEOs.
Dicho esto, aquí van algunos importantes tips para introvertidos que he recogido en todo mi camino, que podrían ser prácticos para cualquier ejecutivo similarmente tímido que ande por allí.
No cambie; esté preparada
Yo envidio a todos aquellos que desarrollan eventos de networking con una sonrisa de un millón de dólares y deslumbrantes cosas que decir. Yo tomaba una copa y me sentía como la oveja pérdida, pero en estos días he aprendido a ser muy particular acerca de qué eventos asistir para extraer lo máximo de ellos. Busco entre los asistentes, elijo a unos cuantos que pienso que serían productivos para hablar y preparo de tres a cinco tópicos para avanzar, desde lo que harán sus hijos en este verano y sus puntos de vistas de las últimas campañas, hasta un cumplido elogioso de su reciente premio en el último premio Women to Watch. También leo las noticias regulatorias para poder entrar en conversaciones. ¿Titulares? No. ¿Deportes? No. La preparación y el propósito son clave para mí.
No presente, sólo converse
Hablar en público es peligroso. Una vez, en un pitch muy importante, en una sala que parecía el Yankees Stadium, casi me desmayo de los nervios aun antes de haber siquiera empezado. Me las arreglé para contarles a los clientes un chiste sobre el tema “Estoy nerviosa”, y sus risas me arrancaron el miedo que tenía encima. Todos saben que presentar puede ser dificultoso, así que mostrar una pequeña vulnerabilidad convierte eso en un espacio seguro. Otro tip que aprendí es concentrarse al principio en un pequeño puñado de gente de la audiencia y charlar directamente con ellos, así que todo se convierte más en una habilidad conversacional que un arte de performance. Cuando se trata de hablar frente a mis amados Barbarians, estoy más cómoda.
No venda, sea humano
Con el título de CEO, hay toneladas de expectativas de parte de grandes personalidades. No obstante, yo no soy Willy Loman, ni lo quiero ser. Yo existo para simplificar lo complejo, ya sea con un cliente o con empleados. Cuando me encuentro con nuevos clientes, les digo que no estoy en el lugar para vender nada, lo que inmediatamente los desarma y los hace abrirse, escuchar y estar receptivos a las ideas. Todos mis años en management de cuentas me han ayudado a profundizar mi construcción de relaciones, escuchar y aprender habilidades. Esa es mi parte favorita del trabajo, donde incorporo más cosas y puedo ser más auténtica.
Confíe en quién es usted
Esta es la pieza mayor de consejo que yo compartiría con otros CEOs introvertidos (yo sé que están ahí). Hay una razón por la que usted es un CEO y no necesita cambiarse por otra persona para motivar a sus empleados o cultivar sus negocios. Un enfoque medido puede ser excelente y ser humano no es una debilidad. Lo más probable es que usted probablemente no se despierte con un cuello alto, listo para incendiar al mundo.
Con eso dicho, usted se asombraría con lo que puede lograr siendo sólo lo que es. Con unos pocos trucos en sus puños, podría convertirse en una semi-extrovertida en el proceso, como yo.
