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EL HOMBRE QUE INVENTÓ A INTERPUBLIC

Ascenso y caída de Marion Harper, constructor de un gran imperio de agencias

(Ad Age) – Fue quien estableció en 1961 a McCann Erickson como un nuevo tipo de compañía, llamada Interpublic Inc. Al principio supervisaba dos agencias, pero cinco años después ya poseía filiales en 100 ciudades de 48 países y servía a 1.900 clientes. Pero con el paso del tiempo la aventura se convirtió en una compañía inmanejable sobrecargada de deudas. Harper avizoró el futuro y abrió un camino

Ascenso y caída de Marion Harper, constructor de un gran imperio de agencias
Marion Harper, visionario y arrollador.

Construyó el mayor holding de agencias del mundo con una gran idea, pidió prestado dinero e irrumpió con una serie de compras en una escala que la industria nunca había visto. Ad Age lo llamó “el constructor del imperio más innovador de la publicidad del siglo XX”. Pero de pronto, a tres décadas de que comenzara, quedó fuera del trabajo.

Se trata de Marion Harper Jr, quien en 1961 convirtió a McCann Erickson en la primera gran compañía de agencia: Interpublic.

“McCann Erickson se ha reorganizado otra vez”, tituló Ad Age en ese momento, “con el establecimiento de una nueva compañía madre, Interpublic Inc.”, supervisando dos agencias, McCann Erickson y McCann-Marschalk Co. “Interpublic, la nueva empresa paraguas, proveerá a las compañías afiliadas de la guía de management y financiera y los servicios centrales como personal y cuentas”.

Harper era por entonces presidente de McCann Erickson, donde había trabajado desde finales de la década del ‘30s. Tenía una gran idea: operar a múltiples agencias capaces de manejar clientes competitivos y ofrecer servicios one-stop e integrados de marketing.

Harper había presagiado el movimiento cuando McCann adquirió a Marschalk en 1954, lo que le daba dos marcas de agencias. En un editorial de 1954 ("A New Type of Super Agency?"), Ad Age escribía: “Si el experimento funciona, el terreno de la publicidad puede asomarse a un futuro desarrollo de agencias ‘satélites’ que podrían solicitar activamente cuentas que otros satélites –o la agencia madre- no podrían tocar por provocar conflictos”.

Con dinero prestado, Harper surgió en medio de la catarata de compras de los Mad Men de los ‘60s, convirtiendo a Interpublic en una empresa que él mismo renombró como "The Interpublic Group of Companies".

Hacia 1966, Interpublic ya poseía filiales en 100 ciudades de 48 países y servía a 1.900 clientes. Pero Harper construyó una compañía inmanejable sobrecargada de deudas.

Harper, al igual que Martin Sorrell, cayó rápida y duramente, aunque por diferentes razones: fue superado por la acumulación de deudas y una rebelión en el nivel top.

Los banqueros forzaron a Interpublic a reemplazar a Harper como chairman. En febrero de 1968 (el año en que Sorrell alcanzó el MBA en Harvard) renunció como director y empleado de Interpublic. Al hacer eso, Harper cortó todos los lazos con el holding de publicidad y comunicaciones que había construido.

En sus últimos años, Harper señaló que él podría haber cometido un error al tratar simultáneamente de incrementar los negocios internacionales, adquirir agencias y expandir los servicios de marketing.

Después de Harper, Interpublic encontró su lugar financiero y continuó siendo una fuerza de la industria. Se convirtió en empresa pública en 1971 (siguiendo los pasos de otras agencias que habían hecho lo mismo en los ‘60s, como Foote, Cone & Belding, Doyle Dane Bernbach y J. Walter Thompson).

Ad Age ahora rankea a Interpublic como la cuarta mayor compañía de agencias basada en sus ingresos mundiales, detrás del WPP, Omnicom Group y el Publicis Groupe.

Harper murió en 1989 a los 73 años. Fue nombrado post mortem en el Advertising Hall of Fame in 1998.

 

Ad Age

Por Ad Age

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