Dos ejecutivos de marketing de nivel senior han dejado a Under Armour, confirmó una portavoz de la compañía a Ad Age. Ryan Kuehl, vicepresidente senior de sports marketing, y su subordinado, Walker Jones, director senior de global sports marketing, ya no pertenecen a la firma con sede en Baltimore. Sus salidas fueron citadas en un artículo de The Wall Street Journal, que mencionó gastos inapropiados en el departamento de marketing deportivo.
La vocera declinó comentar el motivo de las partidas. Kuehl, un ex jugador profesional de fútbol americano que jugó en los New York Giants, estuvo nueve años en la compañía. Jones trabajó en Under Armour desde 2008 hasta 2014 y reingresó a la empresa en 2016, según un reporte del Sports Business Journal.
Las partidas se produjeron un mes después de un artículo de The Wall Street Journal que indicaba que Under Armour ya no permitirá a sus empleados realizar visitas a clubes de strip tease con sus tarjetas corporativas. Los hechos se produjeron en un momento de particular sensibilidad hacia esas conductas en lo que se conoce como “MeToo era”. El rival de Under Armour, Nike, también está sufriendo críticas, incluyendo un juicio, por algunas de sus políticas internas que son vistas como “sexistas y discriminatorias” por mujeres empleadas de la firma.
Además, Under Armour está en dificultades para mantener su participación de mercado en medio de una creciente competencia. Sus ventas han caído en los últimos años a raíz de la inestabilidad de sus compradores, que alternan sus compras de una marca a otra. En septiembre, Under Armour informó del despido de 400 empleados como parte de un esfuerzo de reestructuración. La reducción sigue a una anterior ronda de recortes producida año pasado. En el tercer trimestre, Under Armour reportó un 2% de aumento en ingresos para llegar a 1.400 millones de dólares, pero en Norteamérica los ingresos declinaron un 2%.
Neil Saunders, managing director de GlobalData Retail, observó en un reciente artículo que la marca está perdiendo el foco, lo que es problemático en un espacio constantemente cubierto de marcas.
“A pesar de que la linea tiene algunas buenas piezas individuales, el rango entero es un desorden sin foco o especialidades”, escribió Saunders. Agregó que en lugar de mejorar las elecciones, esa variedad sólo crea desconcierto entre los compradores. “Esto dificulta a la capacidad de Under Armour de narrar historias efectivas en su publicidad que le permitirían destacarse en un mercado superpoblado”.
