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TESTIMONIO LUEGO DE 40 AÑOS DE TRAYECTORIA

Las agencias de hoy: ¿un lugar más amable y gentil que en el pasado?

(Advertising Age) – Una CEO que acaba de retirarse de la actividad rememora su carrera y compara las realidades de ayer y hoy en las agencias norteamericanas.

Las agencias de hoy: ¿un lugar más amable y gentil que en el pasado?
Lynn Fantom es co-fundadora y chairman emérita de ID Media, una agencia de IPG Mediabrands. Se retiró como CEO de ID Media in junio.

Cuando comencé en publicidad, no había garantías de que el puesto siguiera en pie después de la licencia por maternidad. Ninguna ley protegía contra el acoso sexual. Era 1975, y mi primer trabajo después de graduarme en el Smith College fue como secretaria de una prestigiosa editorial en Boston.

Pasé a trabajar del lado del cliente y tres años después comencé a ascender en la escalera de puestos en agencias de publicidad de Chicago y Nueva York. Para fines de los ‘80s ya estaba conduciendo la oficina neoyorquina de una respetada agencia de marketing. Aunque estaba orgullosa de haber probado mi capacidad, no puse objeciones cuando el jefe de la agencia me dijo que podía haber llegado al puesto principal, pero no al título, porque los clientes no se sentían cómodos con una mujer en el puesto de mando.

Una mujer en la publicidad de los ‘80s necesitaba dos clases de agallas: las agallas de trabajar duro y las de poder cerrar los dientes con una sonrisa.

A mi juicio, nada cambió hasta 1991, cuando Anita Hill les dio a las mujeres una nueva voz en la protección legal inspirada en su testimonio durante las audiencias en la Corte Suprema de Clarence Thomas. Un mes después de que ella hablara explícitamente sobre el acoso sexual que había soportado, el Congreso aprobó una ley que permitía a las víctimas de acoso obtener recompensas por daños, además de un pago retroactivo y la reincorporación. Los timbres de alarma sonaron en las empresas norteamericanas. Comenzaron los programas de entrenamiento contra el acoso sexual, y las conductas (especialmente las bromas y chistes) cambiaron radicalmente. Las mujeres se atrevieron a decirles a los hombres que dejaran de hacer comentarios denigrantes.

Fui presidenta y CEO de dos agencias de marketing directo antes de convertirme en jefa de una agencia de servicios digitales en 1997. Nosotros hicimos el primer website corporativo de Morgan Stanley y la primera campaña online de publicidad para la entonces llamada Bell Atlantic. Fueron tiempos embriagadores.

En 2002, Interpublic me pidió co-fundar un merger de dos agencias de medios dentro de la network. Era el momento cumbre de las separaciones de los servicios de medios y una oportunidad desafiante de fundir lo mejor de dos culturas estrictamente diferentes. La cultura que yo instintivamente adopté fue distintiva en cuanto a cómo recibir a la gente de una variedad de backgrounds, especialmente aquella que no estaba bien considerada en Madison Avenue. En 2006, los focos de atención estaban puestos en la falta de diversidad racial en las agencias de publicidad estadounidenses. Ese año, la Comisión de Derechos Humanos de Nueva York negoció acuerdos clave con las mayores agencias de la ciudad para diversificar sus staffs, particularmente en los puestos creativos y de gestión. El reverendo Jesse Jackson, como jefe de la Rainbow PUSH Coalition, habló en la conferencia anual de la ANA y convirtió el asunto en un tema nacional.

No obstante, ya en ese momento ID Media tenía dos terceras partes de su staff compuesto por mujeres, y un 40% por gente de color, con un 25% de nuestros empleados que también eran afroamericanos. Michael Roth, CEO de nuestro holding IPG, abrazó la diversidad y la inclusión más allá de una obligación. Vio todo eso como una oportunidad de negocios. Trabajando con el chief diversity officer Heide Gardner, fijó los objetivos e introdujo innovaciones como vincular los incentivos ejecutivos a tarjetas de puntaje que midieran la diversidad en las agencias. También lanzó un premio anual a la inclusión para honrar a las agencias e individuos que demostrasen liderazgo en el tema de la diversidad.

Como un signo de nuestro propio compromiso con la inclusión, IPG Mediabrads está lanzando ahora un nuevo programa de becas para asistir a las jóvenes mujeres talentosas con background de artes liberales que quieran explorar carreras en el negocio de medios en NYC, pero que enfrentan restricciones por sus situaciones financieras. Ofrecidas a estudiantes de mi Universidad, proveerá pasantías de de diez semanas, un viático de dinero y una suscripción a un programa online de aprendizaje de marketing digital. Será conocido como el Lynn Fantom Scholarship Program.

Este julio pasado, tras haberme retirado después de 40 años en las comunicaciones, subí al escenario por última vez en la ceremonia de los IPG Inclusion Awards para recibir el premio ID Media's 2015 como Champion of Inclusion. Mientras miraba entre los cientos de empleados que formaban la audiencia, reconocí muchos rostros. Un CFO abiertamente gay que ahora es un nuevo padre. Una mujer afro-americana que es directora de procurement.

Se me ocurrió que he recorrido un largo camino. La publicidad, guiada por la acción política, la protección legal y las políticas de audaz liderazgo empresario, es hoy en día un lugar más amable y gentil. Empecé a recordar el Take Our Daughters and Sons to Work Days de ID Media, y cuán poderoso es para los niños vernos a todos con nuestra diversidad. El éxito, después de todo, va más allá de lo que les da a los individuos. Tenemos la oportunidad y responsabilidad de imprimir la imagen de quién es un líder en las mentes de todos nuestros Olivias, Jamals y Santiagos. Así es cómo la nueva generación de líderes basará su propio camino.

 

 

Redacción Adlatina

Por Redacción Adlatina

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