(Ad Age) – Una directora creativa que trabajó hasta el año pasado en la agencia TracyLocke, de DDB, está enjuiciando a su ex agencia y al holding Omnicom Group por acoso sexual y despido improcedente.
El juicio, entablado ante el distrito de Connecticut por Karen Dunbar, ahora directora de marketing de contenidos de la agencia Stifel Marcin, también incluye cargos de discriminación de género, pago y promociones discriminatorios y represalias por su oposición a esas prácticas. La denunciante está buscando pagos por daños compensatorios y punitivos, prohibiciones y otros montos no especificados.
En 2015, Dunban, por entonces una redactora con más de dos décadas de experiencia en publicidad, asumió como creativa asociada en la oficina de TracyLocke en Wilton, Connecticut. La agencia tiene su sede en Texas y oficinas en todo el mundo. El juicio alega que ella fue bloqueada en sus esfuerzos por ser promovida al puesto de directora creativa, a pesar de su trabajo de alta calidad y su papel eventual de conducción de la cuenta de HP de la agencia.
Durante su gestión, Dunbar también dijo que fue disminuida, caracterizada como una “esposa quejosa” con “fuertes opiniones”, y hecha sentir como un objeto sexual. En una reunión en DDB, se la sentó junto a un cliente, “de manera que aparezca como alguien sexy, joven y bonita”, según dijo un superior luego del encuentro.
La presentación también aludió a abusos verbales de múltiples hombres de la agencia, masajes no solicitados y tocamientos en la oficina.
Otro ejecutivo varón de TracyLocke alentó a los subordinados a usar la palabra “cunt” durante una reunión de BBDO San Francisco, según la denuncia. (Los empleados de BBDO no estaban en el salón en ese momento).
Pocas semanas después de que Dunbar trató de organizar a las mujeres de la oficina para enfrentar esos temas, ella dijo haber sido acusada de deslealtad y despedida del trabajo. TracyLocke y Omnicom no respondieron a pedidos de comentarios sobre el tema.
El juicio está presentado por el Time’s Up Legal Defense Fund, una iniciativa de la National Women’s Law Center, que provee recursos para la gente que ha experimentado acosos en su trabajo, incluyendo a abogados y financistas. Dunbar encontró a su abogada, Kerrie Campbell, a través de Times’ Up.
“Aquí hay una oportunidad de exponer y posiblemente cambiar el daño de la persistencia de la cultura de los “Mad Men” en la industria”, dijo Sharyn Tejani, directora de Time’s Up, en una declaración. “El creciente número de mujeres que ingresan al espacio publicitario merece un entorno seguro y equitativo, que no actúe en detrimento de su crecimiento profesional y financiero”.
Los juicios por acoso sexual en la industria raramente se hacen públicos, y muchos acuerdos de no revelación impiden a los acusadores divulgar los casos a cambio de un pago. El más visible juicio hasta ahora en la industria, presentado en 2016 por Erin Johnson, ex jefa de comunicaciones de J. Walter Thompson, demandó más de dos años en su tratamiento en las cortes.
La frustración por el paso y el secreto de las repercusiones de las acciones
–a menudo seriales- en la industria llevó a la creación de Time’s Up Advertising el año pasado, una derivación de Time’s Up, establecido a partir de los escándalos de #MeToo en la industria del entretenimiento.
