Aquí hay algo que los Marshall McLuhans de hoy en día pueden sopesar: aparentemente algunas personas confunden al término “data” con “digital”. Especialmente la gente que actúa en política, y también muchos periodistas que se supone deben transmitir información clara acerca de esos conceptos a sus lectores.

Al menos, eso es lo que Elizabeth Wilner, vicepresidenta senior de Ad Intelligence de Kantar Media y articulista del Cook Political Report, sugiere en una nota de esa publicación, titulada un tanto bruscamente: “¿Data y Digital? No es lo mismo”.

Dice Wilner: “Confundir digital y data es más que una simple manera de hacer enojar a algún experto en data: es una revelación de que la persona no entiende bien hacia dónde va el negocio de la política. Por eso, aquí va un texto de aclaración”.

“Digital es un medio. Se refiere básicamente a cualquier acción tomada en la Web. Los avisos enviados a un desktop, tableta o teléfono son avisos digitales. Los medios sociales son digitales. Las listas de e-mails y las open rates también son digitales”.

“La data –o analítica- es un enfoque para encarar decisiones. La analítica puede ser aplicada al uso de cualquier medio, no sólo los digitales, o a todas las operaciones de campañas que afectan a mucha gente”.

¿Será verdad que mucha gente del Capitolio tiene problemas con estos conceptos? Uno se pregunta si confunden al cartero con las cartas que reciben, o al agua que sale de sus canillas con sus bañeras.

Pero los marketers, por su parte, recientemente han sido observados por confundir a la inteligencia de negocios con la ciencia de la data.

Algunos pueden cuestionar las definiciones de ese artículo del Cook. Seguramente alguna gente porfiada, incluyendo tal vez a esta periodista, podría argumentar que la data y la analítica no son palabras intercambiables. La data es el material en crudo, mientras la analítica se compone de los métodos empleados para organizar, entender y manipular esa información. Pero, en fin, todo es confuso, ¿no?