Forrester Consulting presentó recientemente un informe que refleja cuáles son los principales desafíos y objetivos para el próximo año en el ámbito del marketing móvil, un sector que crece permanentemente en materia de inversión.
En esta investigación, fueron encuestados 250 líderes de marketing cuyas compañías gastan al menos un millón de dólares mensuales en publicidad online. A través de sus respuestas, se lograron conocer las expectativas de los anunciantes en mobile, su exposición al fraude y sus mejores estrategias para combatirlo.
Sin dudas, el móvil es un canal cada vez más importante para los especialistas en mercadotecnia. De hecho, el 70% de los consultados confesó que en su organización se está aumentando el presupuesto destinado para anuncios en esta vía para los próximos 12 meses.
No obstante, a pesar del aumento de los recursos, los marketers reconocen que gran parte de sus avisos está expuesta a una “estafa digital”. El 69% menciona que al menos el 20% de lo invertido en páginas web puede caer en este problema y el 71% manifestó lo mismo con respecto a lo que gastan en aplicaciones.
Ante este panorama, los mercadólogos citan en el informe sus principales desafíos: como la falta de visibilidad de sus datos y la carencia de conocimiento sobre la compra programática de medios. Actualmente, solo el 19% aseguró tener implementada una prevención sistemática del fraude. Por eso, el 92% indicó que esta acción es una prioridad alta o crítica para los próximos 12 meses.
El estudio hace referencia a dos tipos de fraude:
-Simple: Genera una pérdida de presupuesto y malas experiencias de usuarios, quienes saben lo frustrante que es cuando aparece una ventana aleatoria mientras navegan o están dentro de una aplicación. Para el 42% de los anunciantes y agencias este es el tipo de estafa más común. Luego aparecen otras como los clicks forzados o la redirección con un 33% cada una, que lleva a una persona a un lugar diferente de lo que originalmente se suponía.
-Complejo: La constante evolución de las técnicas dificulta la detección de ciertas actividades, para las cuales el monitoreo en tiempo real no alcanza. Algunos de los ejemplos mencionados fueron instalaciones falsas (33%), instalaciones de secuestro (30%) y aplicaciones fantasmas (29%), en las que los defraudadores usan programas que envían clics falsos que luego las tiendas de aplicaciones validan.

Para combatir esta problemática, el informe señaló algunas acciones a tener en cuenta: educar a los equipos de mobile sobre las diferentes caras del fraude y cómo impacta su desempeño, agregar herramientas independientes y de movilidad para el arsenal de recursos de detección, seleccionar fuentes de inventario con diligencia y aumentar la inversión en datos.