Los movimientos de Coca-Cola y PepsiCo para combatir la legislación anti-soda y auspiciar a las organizaciones de salud se asemejan a las tácticas utilizadas durante años por los gigantes del tabaco y el alcohol, según un estudio publicado en el  American Journal of Preventive Medicine.

Las dos compañías de gaseosas –tanto individual como conjuntamente- han apoyado a un total de 96 organizaciones de salud de Estados Unidos e hicieron lobby contra 29 proyectos de ley que intentaba reducir el consumo de sus productos y combatir la obesidad, observó el reporte de la Boston University. Los autores estudiaron la actividad entre 2011 y 2015.

“Esas compañías hicieron lobby contra la intervención de organismos de salud pública en el 97% de los casos, poniendo en cuestión un sincero compromiso para mejorar la salud pública”, dice el trabajo. “Al aceptar el financiamiento de parte de los gigantes de gaseosas, las organizaciones de salud están participando inadvertidamente en sus planes de marketing”.

El reporte refleja la creciente presión que se ejerce sobre las compañías de gaseosas, que están enfrentando la crítica de los promotores de salud y las legislaciones que apuntan a sus productos. Filadelfia se convirtió en la primera ciudad importante de Estados Unidos en aprobar un impuesto sobre las gaseosas en junio, y medidas similares estarán a votación el mes próximo en San Francisco y Oakland, California. Desde 2009, han habido alrededor de 40 intentos de poner en vigencia ese tipo de impuestos a lo largo de Estados Unidos.

Michael Bloomberg, cuya acción filantrópica apoya las campañas anti-tabaco y otras iniciativas de salud, apoyó la propuesta impositiva de Filadelfia, además de otras campañas.

El estudio de Boston echa luz sobre los grupos de salud y de médicos que han apoyado a las compañías de gaseosas, vinculándolas a las prácticas utilizadas por las compañías tabacaleras para enfrentar los cuestionamientos a los cigarrillos. Las organizaciones que fueron financiadas tanto por Coca-Cola como por PepsiCo incluyeron a Feeding America, Academy of Nutrition and Dietetics, American Society for Nutrition y Healthy Weight Commitment Foundation, según el informe.

William Dermody, un portavoz de la American Beverage Association, dijo que los lazos representan un extenso compromiso de la industria para apoyar a las organizaciones comunitarias en todo el país.

“El reporte puntualiza que algunas de las organizaciones se focalizaron en fortalecer la salud pública, que nosotros estamos orgullosos en apoyar”, dijo en un e-mail. “Creemos que nuestras acciones en las comunidades y mercados están contribuyendo a divulgar el complejo desafío de la obesidad”.

Coca-Cola, el mayor fabricante del mundo de bebidas sin alcohol, respondió a las críticas el año pasado creando una base de datos de organizaciones que han recibido financiación para realizar sus investigaciones. PepsiCo no hizo lo mismo, pero la compañía se refirió a cómo fue caracterizada en el reporte. “Lo que es completamente perdido, o ignorado convenientemente, en este estudio, es el hecho de que PepsiCo está incorrectamente descripta como una ‘compañía de gaseosas’, cuando sólo un cuarto de nuestros ingresos anuales proviene de la venta de bebidas carbonatadas”, dijo la compañía en una declaración. “Hoy, alrededor del 45% de nuestros ingresos llegan desde productos diarios de nutrición (como la avena), las bebidas de cero y bajas calorías, y snacks con bajos niveles de sal y grasas saturadas”.