Marketing Global

EL FOCO EN LA DISCRIMINACIÓN Y LOS ACOSOS

Los límites de una transformación profunda

(Ad Age) – La actual situación que pone el foco en las denuncias por acoso sexual y desigual tratamiento entre hombres y mujeres terminará arrojando algunos pasos positivos en la materia, dicen algunos protagonistas de la actual polémica en las empresas de publicidad norteamericanas. Pero una transformación de fondo como la que se propone tiene sus límites.

Los límites de una transformación profunda
La famosa estatua Fearless Girl, erigida este año frente a Wall Street, en actitud desafiante, tuvo reacciones de rechazo y aceptación tras su instalación.

En las recientes semanas las denuncias de acoso sexual han llegado a la máxima intensidad de todos los tiempos, poniendo el foco central en el sexismo y la conducta depredadora del mundo dominado por los hombres.

“Pero hablar es barato”, dicen las mujeres en las trincheras del marketing. “Lo que cuenta es la acción, y ésta no se ha visto hasta ahora”.

“Semanas atrás, la mitad del mundo descubrió lo que la otra mitad siempre supo: que vivimos en un mundo de chauvinistas y paternalistas”, dijo la CEO de Hill Holliday Karen Kaplan. “Cualquier mujer puede decir que el sistema de default en las empresas estadounidenses es masculino, y hasta que forcemos un cambio institucional, las mujeres seguiremos victimizadas”.

Pero para todas las mujeres del hashtag #Me Too que narraron sus historias de acosos y los posteos enviados al proyecto anónimo “Woman in the Room”, sigue en pie el hecho de que los hombres continúan constituyendo la amplia mayora de los CEOs y otras posiciones de alto nivel en las agencias de publicidad. Un ejecutivo publicitario que pidió no ser identificado mencionó el caso del ex chairman y CEO de JWT Gustavo Martínez, quien es el sujeto de un juicio por discriminación entablado por una ex jefa de comunicaciones de la agencia, pero todavía sigue empleado por WPP trabajando en la sección “Proyectos en Español”, según la compañía de holding.

En este momento es improbable que siquiera se lance una nueva ola de campañas de igualación. Esto se debe parcialmente a que las marcas pueden ser cazadas con sólo hablar del tema. Por ejemplo: Fearless Girl. La estatuilla de bronce es un brillante ejemplo de hipocresía después de que State Street Corp., la compañía madre de la empresa que erigió a Fearless Girl, acordó un arreglo con el Departamento de Trabajo de Estados Unidos según el que paga a cientos de ejecutivos mujeres y negros menos que sus contrapartes hombres y blancos.

Similares temores pueden deteriorar a las campañas de este carácter, dice Sandy Greenberg, co-fundador de Terri & Sandy, porque las marcas están recelosas de exponer esqueletos en sus propios closets. “La furia hacia las compañías que están siendo vistas como hipócritas es enorme”, dijo Margaret Johnson, socia y chief creative officer de Goodby Silverstein & Partners. “Por otro lado, yo espero también que esa actitud de observación crítica no intimide a las compañías de tomar actitudes audaces”.

Kaplan cree que los marketers no tocarán ningún tema relacionado al acoso sexual, simplemente porque ellos están lejos del movimiento Black Lives Matter. “No hay una simple marca que pueda reclamar un posición de superioridad moral en este tema, porque ninguna marca fue capaz de enfrentar las miradas atentas y afirmar confiadamente que estas cosas no está ocurriendo dentro de sus propias compañías, porque muy frecuentemente se producen”, dijo.

Jim Winters, presidente de Badger & Winters, la agencia que está detrás de la elogiada iniciativa #WomenNotObjects, cree que al menos algún progreso resultará de la actual situación.

 

Todos los recientes movimientos de mujeres conducirán a las marcas y agencias a crear más “publicidad consciente”, dijo, y ser más deliberativos acerca de cómo muestran tanto a los hombres como a las mujeres. “Si cada agencia creativa en publicidad utilizara este poder para el bien, imagínense lo que podríamos hacer”. 

Ad Age

Por Ad Age

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