Ante el desafío de gestionar una marca en momentos de crisis, Máximo Rainuzzo –presidente de Interbrand Cono Sur- sostiene que hay dos caminos posibles: ignorarla o fortalecerla.

La primera actitud es muy habitual, ya que la reducción de costos suele afectar también a la marca y al capital humano de una compañía.

Pero considerando que más del 50 por ciento del valor de una organización está conformado por esos activos, deberían ser cuidados para generar mayor valor de marca y sacar ventaja de la desinversión de la competencia.

“Las marcas que eligen esta opción pueden aprovechar oportunidades únicas en un mercado desafiante. Éstas son las compañías que construyen marcas imbatibles, aquellas que incluso pueden salir ganando una porción nueva y más grande de la torta, adaptándose a los cambios del entorno”, aseveró Rainuzzo.

En una recesión, los consumidores no dejan de comprar por completo, sino que deben hacerlo en base a un presupuesto acotado. Por lo tanto, quieren más valor por su compra, se vuelven exigentes y si algo no se ajusta a sus expectativas, simplemente buscan otras opciones.

Como resultado, las marcas con la proposición más fuerte ganará y este triunfo se traduce en un futuro mejor. “No olvidemos que las recesiones siempre son seguidas por recuperaciones”, remarcó el ejecutivo.

Resumiendo estas ideas, indicó que hay cinco consideraciones a tener en cuenta para estos momentos desafiantes: comunicar con consistencia y seguridad, superar las expectativas al tratar los problemas, mostrar transparencia y ética, centrarse en el consumidor evadiendo la política corporativa y, por último, crear e innovar en todos los puntos de contacto.

A pesar de los contratiempos, existe la oportunidad de seguir presente en las preferencias y elecciones de los consumidores. Puede que en el camino haya que reevaluar enfoque, target, e incluso producto, pero siempre hay una manera de reinventarse.