Marketing Argentina

WOMEN TO WATCH ARGENTINA 2016

Marina Díaz Ibarra: “Es importante salir de la zona de confort y explorar nuevas industrias”

Adlatina entrevistó a la country manager de Mercado Libre para Argentina, Chile y Perú. “Tres desafíos bien distintos”, según la ejecutiva, que habló sobre los desafíos que enfrentó a lo largo de su carrera profesional.

Marina Díaz Ibarra: “Es importante salir de la zona de confort y explorar nuevas industrias”
Díaz Ibarra: “Todas las mujeres que reciben este premio tienen esa búsqueda de la superación permanente y de la excelencia”.

Marina Díaz Ibarra, country manager de Mercado Libre para Argentina, Chile y Perú, es una de las 15 profesionales argentinas que fueron distinguidas con el galardón Women to Watch 2016. La ejecutiva dialogó con Adlatina sobre su trayectoria profesional, las perspectivas de Mercado Libre en la región, los estereotipos de género y las claves para ser un gran líder: “Es necesario tener un tono abierto y mucha escucha”, explicó.

Nacida en Buenos Aires, Díaz Ibarra inició sus estudios en la Universidad Torcuato Di Tella, donde se recibió de licenciada en Economía.

En 2005 entró al programa de JP’s de Unilever, donde trabajó a nivel regional desde Brasil.

En 2012 terminó su MBA en la Escuela de Negocios Wharton de la Universidad de Pennsylvania. En Estados Unidos trabajó para las marcas deportivas Nike y Under Armour, hasta que en 2015 volvió al país para tomar su cargo actual en Mercado Libre.

“Tuve la suerte de que cada cargo que tuve fue un salto en términos de responsabilidad y cada movimiento un desafío fuerte”, comentó Díaz Ibarra.

 

―¿Qué diferencias hay entre los tres países en los que tiene responsabilidades actualmente?

Mercado Libre es una compañía que está muy asentada: tiene 140 millones de usuarios y transaccionamos casi 7.000 millones de dólares en la región.

En Argentina, entre el primer trimestre de 2015 y el primero de este año crecimos un 50% en ítems —rubros de compras. Son pocos los negocios que crecen a esta velocidad. El trabajo que estamos haciendo es mejorar fuertemente la oferta. Además, buscamos que toda la experiencia de uso sea más eficiente. Otro desafío es acercarnos a las marcas y asociarnos con ellas. Actualmente tenemos un concepto que se llama “tiendas oficiales”, donde las marcas (como Sarkany o Lázaro, entre otras) pueden tener su espacio para exhibir y vender su servicio.

En Chile abrimos oficinas hace un año, la situación es diferente. Recién estamos acercándonos a los clientes, generándoles ofertas de instalación de Mercado Pago y envíos.

En Perú, en cambio, el desafío es encontrar a la gente correcta; estamos por abrir oficinas y queremos mantener motivado al nuevo equipo. Son tres desafíos bien distintos.

―¿Cómo fue, a nivel profesional y personal, trabajar en Brasil y Estados Unidos?

En los dos países trabajé en equipos a nivel global y con muchos latinoamericanos. Fui muy bien recibida. Se valora mucho la experiencia o perspectiva que les brinda alguien que viene con otra manera de trabajar. Brasil tiene un estilo de trabajo muy personalista, no creen tanto en los procesos sino en las personas. En Estados Unidos sucede lo contrario: creen más en los procesos, es más planificado, estructurado. Tuve  la suerte de trabajar en áreas creativas, pero uno se siente más constreñido por las normas, es más difícil emprender internamente. Sin embargo Under Armour es una empresa que todavía es mediana, con lo cual me daba mucha libertad de generar cosas.

― ¿Qué experiencia le dejó para ocupar su puesto actual?

Mercado Libre es una empresa grande pero que al mismo tiempo es muy emprendedora e impulsa mucho las iniciativas internas. Tanto lo que aprendí en Under Armour como en Unilever me es muy útil. Necesitamos mantener ese balance entre emprendedurismo y procesos para controlar todo el caudal de energía y el crecimiento que estamos teniendo. La conjunción de ambas experiencias me dio una dosis interesante de conceptos para implementar.

―En su paso por Under Amour estuvo a cargo de la división de fútbol. ¿Cómo fue esa experiencia?

Ya venía trabajando en fútbol: trabajé en Nike en Portland, Oregon, para el proyecto de la Copa del Mundo. No es algo que elegí, es algo que la vida me presentó como una oportunidad en Brasil. Una muy buena, porque en ese momento había muy pocos latinoamericanos en la casa matriz. Yo siempre había querido trabajar en Running, porque soy una corredora empedernida.

Fue un desafío enorme en cada uno de los pasos que di, porque tenía que validar cierta autoridad o conocimiento del deporte que claramente no tenía. Tuve que ponerme a estudiar y trabajar más duro para demostrar que podía. Creo que lo hice muy bien. Fue una experiencia muy enriquecedora. No creo que haya que pasar por un espacio de incomodidad en la carrera de uno para crecer, pero está bueno salir de la zona de confort y explorar nuevas industrias, nuevos espacios. Te afianza como líder, te obliga a no apoyarte siempre en las mismas cosas para generar autoridad y para desarrollarte como profesional.

―¿Qué rol juega el género a la hora de manejar productos que suelen estar ligados a lo masculino o lo femenino?

No creo tanto en los estereotipos en términos de liderazgo. Si bien por afinidad hay más mujeres en marcas de belleza y moda, y más hombres en marcas de autos, me parece que tranquilamente puede darse lo contrario. Obviamente, van a existir números gruesos más volcados a uno u otro, pero tiene que ver con los estereotipos en la educación.

En Argentina eso se nota aún más, ya que desde temprana edad les damos a las nenas una muñeca y a los varones unos jueguitos de química, y a partir de eso se pretende determinar los gustos de los chicos. Lo ideal es darles el espacio a los niños, independientemente del género, para que les guste lo que les gusta sin marcar o delimitar qué les tiene que interesar.

― ¿Qué hace en su tiempo libre? ¿Cómo complementa su actividad laboral?

Es muy difícil separarse en dos; creo que uno es uno mismo en su trabajo y en su vida personal. Sostener esa integridad es importante. Si uno tiene que cambiar una máscara al momento de entrar a la oficina es difícil estar con ese nivel de acartonamiento.

Cuando estoy en mi casa medito todas las mañanas—soy profesora de yoga. Eso me permite estar muy enfocada durante las horas largas que paso en la oficina. A la tarde, cuando vuelvo a casa salgo a correr casi todos los días y eso me oxigena bastante, exorciza miedos, bajo ansiedades y se me ocurren muchas ideas.

Me parece que lo más importante para liderar una organización es establecer un tono abierto con mucha escucha, lo cual implica estar muy tranquilo y equilibrado. Somos seres integrales, todo afecta a todo: lo que hago con mis equipos es lo que los líderes hacen a su vez con sus equipos. Me gusta sentir que estoy en una organización donde hay apertura, no hay ansiedad, hay escucha activa, no hay bajadas de línea directa, y hay mucha flexibilidad. Y para lograr eso de una organización la primera que tiene que lograr soy yo: las cosas son de adentro hacia afuera, no de afuera hacia adentro.

―¿Por qué considera que es merecedora de la distinción Women to Watch?

Cuando me enteré del premio me generó mucho orgullo y cierta incertidumbre. Al investigar un poco me dio mucha alegría: creo que lo que premian es la integridad y la superación personal. Todas las mujeres que reciben este premio tienen esa búsqueda de la superación permanente y de la excelencia.

Redacción Adlatina

Por Redacción Adlatina

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