Marks & Spencer ha adjudicado su cuenta creativa a Grey London, finalizando así con 16 años de relación con la agencia RKCR/Y&R.

El movimiento encarga a Grey la tarea de luchar contra las complejas ventas de prendas en el icónico minorista británico, que invirtió 79 millones de dólares en publicidad el año pasado. Aunque M&S es todavía el mayor minorista de prendas de vestir del Reino Unido, las ventas de su división prendas y artículos para el hogar cayeron un 29% en el último año. El CEO Steve Rowe anunció meses atrás que iba a revisar sus ofertas de prendas.

Grey venció a las agencias a cargo, CHI/The & Partnership y VCCP, en la puja por la cuenta integrada, que incluía tanto la publicidad como la faz digital, luego de un review que tomó diez semanas en resolverse.

El movimiento parece ser un voto de confianza para el nuevo management de Grey, que asumió en junio luego de la sorpresiva salida del chairman y CCO Nils Leonard, la CEO Lucy Jameson y la managing director Natalie Graeme, que se alejaron para formar su propia startup.

El CEO de la agencia Leo Rayman condujo el pitch junto a la chairwoman y directora creativa ejecutiva Vicki Maguire; el chief strategy officer Matt Tanter, y la managing partner Barbara Waite. Rayms afirmó en una declaración que “este es un momento de definiciones en la historia de Grey London. Hemos ido detrás de un retailer prestigioso durante varios años, y ninguno fue más famoso y querido como M&S. Nosotros hemos pregonado la integración con nuestros clientes durante mucho tiempo, pero en muchas formas este éxito es el cenit de todo eso. Poner a la publicidad y lo digital bajo un mismo techo para uno de los mayores minoristas del país fija un punto de referencia no sólo para nosotros sino para la industria”.

El movimiento termina con casi dos décadas de publicidad de parte de RKCR/Y&R. Cuando esa agencia tomó la cuenta en 2000, Marks & Spencer rápidamente se convirtió en el mayor anunciante entre los retailers, y los avisos de comidas de la agencia fueron particularmente bien recibidos.

Pero la publicidad de prendas de vestir iban a ser otra historia. M&S luchó para sostenerse frente a competidores más jóvenes como Zara y Uniqlo. A pesar de las grandes y lujosas campañas de Navidad que mostraron a figuras famosas como Rosie Huntingon-Whiteley y David Gandy, el anunciante no pudo recuperar la reputación que mantuvo hasta los ‘80s como el lugar obligado para comprar ítems básicos.