Marketing Global

EL CONSULTOR INGLÉS SUGIERE ABRAZAR LA “MENTALIDAD MUSK”

Peter Fisk: “El cambio empieza cuando uno salta al futuro”

El fundador de GeniusWork habla de las capacidades que necesita un CEO para ser un “gamechanger”.

Peter Fisk: “El cambio empieza cuando uno salta al futuro”
“El secreto es la mentalidad futura, darse cuenta de que el futuro es maleable”, sugiere el experto en “gamechanging”.

Quedó presentado en la nota anterior, “Un gamechanger no imita éxitos, juega su propio juego”, pero quizás vale la pena recordar que Peter Fisk es líder de pensamiento global en liderazgo, estrategia, innovación y marketing; autor de bestsellers como Marketing genius, People planet profit, Customer genius, Business genius, Creative genius y Gamechangers (su última publicación), que fueron traducidos a varios idiomas; director académico en la IE Business School en Madrid; y que tiene su propia compañía GeniusWorks y es el director global de Thinkers50.

A continuación, la segunda parte de la entrevista que había comenzado en aquella oportunidad.


Pensando en lo que viene, ¿qué mentalidad y qué atributos cree usted que necesitaría tener un CEO?
―Los enumero:
• Ser creador de sentidos: para interpretar un rápido un confuso mundo, para ver nuevos patrones y oportunidades, para saber qué es relevante y qué no, para moldear su propia visión.
• Tener un optimismo radical: para inspirar a las personas con una ambición que se amolda, positiva y distintiva, ser audaz para ver las posibilidades cuando otros ven un riego.
• Convertirse en hacker del futuro: ellos empiezan del futuro para atrás, con claridad de propósito e intención, alentando ideas y experimentos, sacando ventaja de los recursos y escalar.
• Ser un conector de ideas: Da Vinci dijo que la innovación se trata de hacer conexiones inusuales; conectar nuevas personas, nuevos socios, nuevas capacidades y nuevas ideas.
• Ser emocionalmente ágil: mientras que la agilidad organizacional es esencial, la agilidad emocional es incluso más importante; para lidiar con el cambio, ser intuitivo al buscarles sentido a las cosas y al tomar decisiones.
• Erigirse en emprendedor a lo grande: mantener viva la mentalidad de los fundadores, ser práctico cuando se trabaja con grupos de proyectos para dejar reposar el mindset, ser catalizador y coach.
• Tener determinación: un líder gamechanger necesita ir a contrapelo, persistir pero saber cuándo avanzar, tener confianza en él mismo, tener coraje y resiliencia.

¿Cómo puede aplicar una organización ese pensamiento para crear mejores estrategias innovadores para el negocio y las marcas?
―Empezando de atrás para el futuro. Tratar de evolucionar en el mundo complejo y confuso de hoy es improbable llegar a un futuro brillante y distintivo. Podría hacer la vida un poco más larga, pero será difícil y poco estimulante, con idas y vueltas. Lo que yo sugiero es saltar al futuro. Mi propuesta es apuntar cinco años hacia adelante, aunque esto puede variar según la empresa. Cinco años es el tiempo suficiente para cambiar el mundo, y lo más cercano a que sea real. Hay que empezar creando una visión positiva, colectiva e inspiradora del mercado futuro.

¿Cómo sería ese nuevo mercado?
―Las preguntas pueden ser muchas. ¿Qué deseará la gente? ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Dónde? Hay que considerar cómo ganar en este nuevo mundo. Acá es cuando el pensamiento moonshot puede ser muy útil. ¿Por qué ser 10% mejor si se puede ser diez veces mejor? Ganancias diez veces mayores, más consumidores, mejor calidad, reducción de costos y de tiempo. Como cada uno quiera. Al imponerse a uno mismo el desafío de “cómo ser diez veces mejor” se toma una nueva perspectiva, se solucionan problemas de diferentes maneras. Uno puede buscar inspiración en ideas de otros lugares. Puede investigar cómo General Electris, Inditex, Netflix, Glossier o Novo Nordisk han cambiado su mercado. ¡Puede elegir cualquiera de mis más de cien empresas gamechangers!

¿Cómo lo lograron esas empresas? ¿Y cómo respondieron sus clientes a esos cambios?
―El primer punto aquí es un recordatorio: ¡muchas de ellas pueden apuntar a los mismos clientes que usted mismo! Es cierto, uno no puede aprender mucho de los competidores, pero sí puede hacerlo buscando espejos relevantes. Modelos. Copiar. Adaptar. Pegar. El insight del consumidor también importa. Inmersiones profundas y design thinking, explorando tendencias emergentes y comportamientos anormales. Esto podría realzar y validar las ideas propias, pero el problema con muchos insights de los consumidores es que están filtrado por nuestro mundo actual. Hacen falta pensamientos disruptivos.

―¿Cómo cuáles?
―Yo tengo una gran caja de técnicas disruptivas. Algunas son realmente simples ―como romper y después remarcar las reglas; como imaginar que algo es gratis y después buscar la manera de ganar dinero con ellos; como las polaridades opuestas; y muchas más―. La cuestión es alterar el pensamiento tradicional. A partir de este punto las ideas emergen rápidamente. Uno necesita muchas ideas sobre el futuro. Pero estos son, en realidad, fragmentos de la verdadera respuesta. La verdadera creatividad llega cuando uno fusiona sus ideas y las lleva a conceptos más grandes. Por ejemplo, soluciones concretas para los consumidores, nuevas maneras de trabajar, nuevos flujos de ingresos, nuevos escenarios de mercado. Con una ambición clara y colectiva del futuro, ya es hora de empezar a trabajar para atrás. Si queremos ser así en cinco años, ¿a dónde necesitamos llegar en tres? Y después en uno. ¿Qué necesitamos hacer ahora?

―Algo así como un business plan convertido en strategy plan.
―Exacto. Uno desarrolla un plan en el horizonte para su empresa, un mapa estratégico, si se quiere, pero partiendo de atrás. Lo más importante es que al trabajar hacia atrás es que uno ya zafó del pantano en el que está metido. Uno tiene que evitar las conjeturas, las limitaciones, los problemas y las prioridades actuales. Así tendrá un futuro gamechanging más inspirador, y habrá empezado a marcar los pasos para llegar allí. Probablemente con diferentes prioridades en el corto plazo. Por supuesto que los pasos en esta travesía pueden cambiar, pero será una aventura excitante.

―¿Cómo logran estas organizaciones fusionar lo digital y lo físico, lo global y local, las ideas y las redes?
―Esas son divisiones artificiales. Ilustran cómo nuestro pensamiento empresarial ha creado aproximaciones separadas y en apariencia conflictivas. El gran desafío aquí es hacer que estas “fusiones” definan escenarios: ser innovador en la forma en que se combinan esos aparentes opuestos.

―Es decir que lo digital y lo físico son dos caras de una misma moneda.
―Hay un solo mundo, a menos que usted crea en Ray Kurzweil (1), y es el real. Es humano y físico. Las tecnologías digitales son increíblemente poderosas, lo que permite a las personas conectarse, trabajar, aprender y jugar de nuevas maneras. Desde teléfonos móviles hasta blockchains, impresión 3D y realidad aumentada, lo digital nos permite hacer más, hacerlo más rápido, hacer cosas que nunca antes habíamos podido hacer. Pero todavía se trata de la humanidad.

―Comience con la gente. ¿Cómo le permitiría lograr más? Por ejemplo, vivir mejor, divertirse más, mejorar el mundo.
―Yo trabajo mucho con Richard Branson y sus equipos de Virgin. Su mentalidad es “comenzar desde afuera y luego trabajar”. Diseñar una mejor experiencia para el cliente. Él propone desarrollar la ambición y los conocimientos y, luego, explorar cómo convertir eso en nuevos servicios y ofrecerlos a sus clientes. Lo global y lo local son oportunidades para cada negocio. Personalmente, amo el Treasure Truck de Amazon. La mayoría de nosotros nunca nos hemos conectado con Amazon más allá del sitio web y la persona que nos trae el paquete. Amazon es enorme, global y anónimo. Pero el Treasure Truck es real. Viaja por todo el país, lleva su tienda emergente a los vecindarios locales y aporta diversión y juegos, ofertas y demostraciones. Para Amazon, es la oportunidad de hacer conexiones reales, de escuchar a la gente y de ser local. Es cierto que todos podemos ver, en la sociedad, una reacción violenta contra la globalización implacable, contra las grandes corporaciones y contra la desigualdad social. Así como una falta de confianza en las marcas. Y sabemos que la autenticidad, de parte de ellas, importa y mucho. Etsy nos muestra que incluso las empresas artesanales más pequeñas y locales pueden ser globales. Para cada negocio, los mercados locales y globales están al alcance; sin embargo, también se trata de combinar escala y estandarización, con relevancia e individualidad.

―El último punto era ideas y redes.
―Que son el corazón de nuestro negocio. Las empresas gamechangers necesitan una idea convincente, un propósito central y una propuesta inspiradora que puedan propagarse de modo rápido y contagioso. En un mundo alimentado digitalmente, las empresas más innovadoras adoptan “ideas y redes” para generar un impacto exponencial. ¿Ejemplos? WhatsApp, que generó 19 mil millones de dólares en tres años; Airbnb, 40 mil millones en nueve años; Alibaba, 476 mil millones en dieciocho años; Amazon, 740 mil millones en veintitrés años. Piense en el concepto de “exponencial”. El poder de las redes, ya sean franquiciadas o a través de distribuidores, o pensando incluso en clientes y usuarios, no reside en el número de miembros, sino en las conexiones entre ellos. Las redes tienen un efecto multiplicador. Exponencial, justamente. Considere, por ejemplo, Rapha, la marca de ropa deportiva que reúne a personas apasionadas por el ciclismo, que se reúnen en sus tiendas de “Cycle Club” y compran su equipo premium. Es un fantástico negocio de “ideas y redes”.

―¿Cuáles son los secretos del éxito al crear culturas y organizaciones gamechangers en una economía interconectada?
―Vivimos en una era increíble. Habrá más cambios en los próximos diez años que en los últimos 250. Las nuevas tecnologías están transformando por completo nuestra vida y nuestro trabajo. Las tecnologías permiten cambios increíbles. Lo que importa es cómo desbloqueamos su potencial. Cómo manejamos las plataformas digitales que conectan a compradores y a vendedores de nuevas maneras; cómo usamos la blockchain y su potencial de transformar relaciones y confianza; cómo aprovechamos la impresión 3D y su capacidad de transformar cadenas de valor para ofrecer algo personalizado y a pedido; cómo manipulamos la inteligencia artificial y la robótica que nos dan la capacidad de ser sobrehumanos en nuestras mentes y nuestros cuerpos. Y estoy hablando sólo de algunas de las nuevas y fantásticas capacidades que nos permiten innovar más allá de lo que podemos imaginar hoy en día. El futuro ya no es como solía ser. No podemos simplemente evolucionar o extrapolar el pasado. El futuro de hoy es discontinuo, disruptivo, diferente.

―¿Y cómo debe enfrentarse ese nuevo futuro?
―La que nos permitirá avanzar es nuestra imaginación, desbloqueando las posibilidades tecnológicas y aplicándolas a problemas y oportunidades reales, para impulsar la innovación y el crecimiento en cada industria, en cada parte de nuestras vidas. Imagine un mundo en el que usted presiona “imprimir” para obtener el vestido de sus sueños, la comida de sus fantasías o las piezas de repuesto para su auto. Al instante, personalizado y a pedido. Piense entonces qué significa eso: ¿dejaremos de necesitar la enorme escala de plantas industriales, almacenamiento y transporte? Tal vez incluso nos suscribamos a los catálogos IP de marcas, en lugar de comprar productos estándar, tal como hoy nos suscribimos a Netflix. Es hora de abrazar la mentalidad Musk, de desbloquear los sueños Einstein y la pasión Picasso, de abraza el coraje Mandela y el espíritu Ghandi. De ser más curioso, más intuitivo, más humano. De hacer más preguntas. De no tener miedo de concebir ideas audaces, de desafiar los viejos modelos de éxito y de convertir las ambiciones futuras en una realidad práctica y rentable.

―¿Eso hacen todos los que lo logran?
―¡Claro! ¿De qué otro modo pudo haber Zespri reinventado las grosellas chinas como kiwis? ¿De qué otra manera llegará SpaceX a Marte en 2025? ¿De qué otra forma se crearon Netflix, NuTonomy, Nespresso o Nyx? Esta es la razón por la que Anne Wojicki, de 23andMe, no se rinde en su búsqueda de hacer que el análisis de ADN esté disponible para todos y de, en última instancia, encontrar una cura para el cáncer. Y es por eso que Jack Ma no se dio por vencido cuando ganaba mil dólares al año como profesor de inglés hasta crear Alibaba e integrar la realeza tecnológica. El secreto es la mentalidad futura. Darse cuenta de que el futuro es maleable. Debemos tomarlo en nuestras manos y moldearlo según nuestra propia visión. Eso es lo que hacen los gamechangers. ¿Está usted listo?


(1) Inventor y científico estadounidense nacido en 1948. Especializado en ciencias de la computación e inteligencia artificial, desde 2012 es director de ingeniería en Google. Entre otros libros con gran cantidad de predicciones, publicó “La era de las máquinas inteligentes” (1987-1988) y “La era de las máquinas espirituales: cuando los ordenadores superen la mente humana” (1999).

Redacción Adlatina

Por Redacción Adlatina

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