Mientras Samsung lucha bajo la presión que ejerce Apple, el gigante tecnológico coreano está apostando su futuro mobile a un par de nuevos dispositivos y un novedoso sistema de pagos, que llegará este verano, y que podría tener un alcance más amplio entre los minoristas que el de su rival.
El domingo 1º de marzo, en el Mobile World Congress de Barcelona, Samsung presentó al Galaxy S6, su último smartphone, y el Galaxy S6 Edge, un modelo con una pantalla de contorno curvo. Ambos llegan provistos por el Samsung Pay, la anticipada entrada de la compañía en los pagos móviles. Samsung dijo que el sistema de pago trabaja con una tecnología de lectura de tarjeta magnética, incorporada por su reciente compra de la firma LoopPay, además de otras comunicaciones “near-field”, la herramienta utilizada por productos desde Apple a Google.
“Todo está adentro del aparato”, dijo JK Shin, presidente y CEO de Samsung al hablar de la tecnología. “Esto es diseño con propósito. Esto es el futuro”.
El ejecutivo enfatizó las características del diseño, que llegan después de un año muy dificil para el negocio mobile de Samsung, en el que perdió su liderazgo en el mercado de smartphones debido a la presión que ejercieron Apple y fabricantes chinos como Xiaomi.
Durante el cuarto trimestre, Samsung produjo casi tantos teléfonos como Apple, lo que representó aproximadamente uno de cada cinco teléfonos en todo el mundo. En el año previo, Samsung tenía el 29% de participación de mercado y 12 puntos más que Apple.
“Sí, es un mercado muy concurrido, ya se han dado cuenta”, dijo Chin. “Nuestro objetivo fue simple: los más hermosos smartphones de la historia de Samsung y los más avanzados en el mundo”.
Samsung Pay se lanzará en Estados Unidos y Corea este verano. La compañía está trabajando con las empresas de tarjetas MasterCard y Visa, e instituciones financieras como American Express, Bank of America, Citi, JPMorgan Chase y U.S. Bank. Samsung aseguró “tener el potencial” de ser aceptada en más de 30 millones de minoristas en el mundo.
Miles de personas se apiñaron en el centro de conferencias para ver los aparatos. La compañía se focalizó en las especificaciones de los productos, que incluyen nuevas capacidades de carga inalámbrica. Sólo cuatro ejecutivos -dos de ellos mujeres- subieron al estrado.
En la ocasión, Samsung también gastó algunas bromas a Apple. Las frases sobre la mejor carga de baterías que los iPhones provocaron aplausos, lo mismo que una comparación puntual de las posibilidades de grabación de videos.
Algunos analistas se mostraron escépticos de que el hardware y los avances en los pagos fueran suficientes para “salvar” a Samsung. Su servicio de pagos llega una semana después de que Google -que fabrica el software Android que usa Samsung- firmara a un acuerdo para expandir su billetera mobile.
“A pesar del diseño del nuevo hardware y algunas innovaciones en el software, existe el riesgo de que los servicios clave de Samsung 2015 sean insuficientes para que la compañía vuelva a ganar el liderazgo entre los consumidores y los negocios que buscan tener experiencias del mayor nivel tecnológico”, dijo en un artículo Thomas Husson, analista de Forrester.
