A Uber Technologies no se le requiere informar públicamente el estado de sus finanzas, pero la firma privada ha decidido olvidarse de ese lujo por primera vez. Uber dijo que su crecimiento en ingresos está superando a las pérdidas, y espera que mostrar que su negocio está en una fuerte trayectoria mientras intenta neutralizar una reciente cascada de escándalos.

El gigante de los viajes casi duplicó sus registros en 2016 hasta llegar a 20.000 millones de dólares, según una información financiera que Uber compartió con Bloomberg. Los ingresos netos fueron de 6.500 millones, que ajustados a las pérdidas netas arrojó un resultado de 2.800 millones, excluyendo el negocio en China, que fue vendido en el último verano.

La compañía declinó reportar sus cifras del primer trimestre, diciendo que estaban en línea con las expectativas, pero que no los había presentado aún a los inversores. La firma dijo que estaba complacida de ver que el crecimiento de los ingresos excedía a las pérdidas del año pasado, y que sus negocios estaban todavía funcionando bien en 2017, aun cuando aún enfrentan una fuerte controversia. “Somos afortunados en tener un negocio sano y creciente, lo que nos da espacio para hacer los cambios que son necesarios en management y responsabilidad, nuestra cultura y organización, y nuestra relación con los conductores”, dijo en un e-mail Rachel Holt, que conduce el negocio de viajes de la compañía en Estados Unidos.

El meses recientes, Uber ha sufrido un éxodo de ejecutivos top mientras se investigan acusaciones de acoso sexual y una cultura toxica de trabajo. Uber está enfrentando un juicio en torno a la tecnología de vehículos autónomos, trabado por Waymo, de Alphabet, originado en un programa llamado Greyball que fue usado para engañar a empleados gubernamentales, y se disculpó después de que su chief executive officer fuera filmado discutiendo con un conductor. Travis Kalanick, el CEO, dijo que estaba buscando un chief operating officer para ayudar a enderezar el barco. Jeff Jones, el ex CMO de Target que se unió a Uber en septiembre de 2016, renunció poco después del anuncio de Kalanick.

Uber también fue objeto en enero de una campaña de medios sociales rotulada como #DeleteUber, después de que se conociera un prohibición de los viajes por parte del presidente Trump, que acusó a la compañía a aprovecharse de una protesta de los taxistas de Nueva York.

Grande y más grande

En los últimos tres meses de 2016, las reservas se incrementaron en un 28% respecto del trimestre previo de 6.900 millones. La compañía generó 2.900 millones en ingresos, un 74% más que en el tercer trimestre. Las pérdidas subieron al 6,1% en el mismo período, hasta tocar los 991 millones.

Aunque la tasa de crecimiento en ventas es alentadora al compararla con las pérdidas, Uber está aún perdiendo una suma significativa, dijo Evan Rawley, un profesor de la Columbia University. “Esa es una cantidad de dinero increíble para perder en un trimestre”, dijo el experto. Jones, que fue presidente de viajes en su breve gestión dentro de Uber, previamente había hecho una broma al staff al decir que él se había unido a la compañía esperando el P&L, que significaba en este caso declaración de profit y loss, pero que solamente encontró una L.

Uber dijo que la firma utiliza los principios generalmente aceptados de contaduría. Los ingresos incluyen solamente la porción que Uber toma de las tarifas, excepto en el caso de servicio de carpooling; en ese caso, la compañía cuenta el monto entero de un UberPool como ingresos. Cuanto más Uber se vuelca hacia servicios de multi-pasajeros, más rápidamente crecen los ingresos.

Valuada en 69.000 millones de dólares por los inversores, Uber opera en 75 países . La compañía estuvo invirtiendo agresivamente para competir en China, con alrededor de 1.000 millones en pérdidas el año pasado, lo que llevó a sus pérdidas a 3.800 millones globalmente.

Uber vendió su negocio de China en agosto. Como parte del acuerdo, recibió un 18% en acciones de la compañía local Didi Chuxing, y reconoció el valor de aquellas acciones en su declaración financiera. Uber dijo que las pérdidas netas globales fueron de 1.200 millones después de contar la venta, los impuestos y otros factores.

Desde su fundación en 2009, Uber ha ‘quemado’ al menos 8.000 millones en total. La compañía dijo que tiene 7.000 millones en cash, junto con un crédito no utilizado de 2.300 millones.

Lyft, el principal competidor de Uber en Estados Unidos, tampoco revelaba su performance financiera. Es difícil comparar el negocio de Uber con cualquier compañía pública. Ella tomó parcialmente el modelo de Amazon, pero aun en el pico del boom de las empresas punto.com, Amazon perdió menos de 2.000 millones, ajustados por inflación. Amazon nunca perdió que esa cantidad en un año, y tampoco lo hicieron los fabricantes de chips Qualcomm y Micron Technology, compañías que requieren grandes inversiones en capital.

“Uber es una empresa única, tanto en el buen sentido como en el malo. Va a ser un ‘case study’”, dijo Aswath Damodaran, un profesor de finanzas de la New York University. “Es una máquina de quemar cash”.