Según Jason Stein, fundador de Laundry Service y segundo experto del Digital Crash Course, el valor real de los llamados influencers es mucho mayor del que normalmente se piensa.

“Los anunciantes pagan por la gente, pagan por las audiencias, por los ojos del público, por la atención, por la confianza y la influencia”, dijo Stein. “Y la única forma de seguir vinculando y reteniendo a esa audiencia es creando grandes contenidos”.

Pero todavía es más importante, dijo, que los influencers en los medios sociales distribuyen su propio contenido a sus seguidores. “Y en un mundo de contenidos descartables, la lealtad de la audiencia reina en forma suprema”.

“Muchos influencers están alcanzando cada día a tanta o más gente que los editores tradicionales”, agregó. “Ellos consiguen ese alcance porque fueron realmente buenos al producir contenidos originales que la gente quería con el específico punto de vista que ellos llevaban a la mesa”.

Pero hay una clave: el experto advirtió que las marcas que buscan vincularse a un influencer deben estar en el mismo sector demográfico al que éstos están tratando de alcanzar, y que una marca tiene que entender cuáles son las cosas que resuenan con esos influencers, en lugar de decirles qué deben crear o cómo hacerlo.

“La autenticidad es la reina de Internet”, dijo Stein. “Si usted tiene una gran celebridad que no se procuopa en absoluto por su producto, un día, de pronto, dirá: ‘Hola, vaya a comprar esto’. Eso no funciona, eso no tiene sentido”.