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Por Pancho Dondo |

Stella Artois: la perfección tiene su precio

(Por Pancho Dondo, especial para adlatina.com) – Con una historia que arranca en 1926 y una prehistoria que viene nada menos que de 1366, la comunicación de esta cerveza belga logró en las últimas dos décadas una claridad conceptual y una coherencia estética –ayudadas por el “pequeño detalle” de que la red publicitaria que atiende su cuenta es la misma en todo el mundo– que no son en modo alguno fáciles de alcanzar. La investigación, tal como viene ocurriendo con esta serie de notas de branding, incluye una gran cantidad de material histórico para ver, pero en este caso es indispensable remarcar la notable calidad de los 30 spots de TV, todos de entre 1990 y 2008.

Stella Artois: la perfección tiene su precio
En la mayoría de los 80 mercados donde se comercializa, Stella Artois es la cerveza premium por excelencia.

Stella Artois es la quinta cerveza más vendida del mundo (dejando de lado las ventas locales), se distribuye en más de 80 países y en 2006 vendió globalmente 10 millones de hectolitros.

Con esta frase breve y contundente comienza, en www.stellaartois.com, la definición oficial que de la cerveza belga hace su propio fabricante, el gigante InBev, la compañía cervecera más grande del planeta.

Y continúa: La marca está teniendo un desempeño particularmente bueno en Estados Unidos, donde creció un 60% durante 2006. En Latinoamérica, por su parte, el crecimiento de Stella Artois en la Argentina también ha sido positivo y generado expectativa. En Europa Central y del Este, las ventas han sido fuertes en Rusia (un 65 por ciento más que en 2005) y en Ucrania (33 por ciento). En Europa Occidental, 2006 ha sido un año clave para la marca en Inglaterra. El objetivo de haber lanzado el paquete Brasserie Artois en ese país es reconectar a los consumidores con la rica herencia cervecera que Stella Artois representa en cuanto a valores y tradición.

La importancia de la marca a nivel mercado ya había quedado clara en aquel primer párrafo, y se confirma con los porcentajes de crecimiento locales y regionales que arroja luego la presentación. Pero recién en la última frase el texto menciona lo que, en realidad, constituye la verdadera carta de presentación del producto: su herencia, sus valores, su tradición, su historia de más de 600 años, su devoción por los detalles, su impronta artística, su sentido de pertenencia, su orgullo por no ser popular, su obsesión constante por la perfección.

Y su pasión por comunicar que la perfección tiene su precio.

 

Anno 1366

Cualquier consumidor novato que compre por primera vez una botella de Stella Artois y examine con cierta curiosidad su etiqueta, pensará –al leer en el escudo esa tan precisa inscripción, Anno 1366– que la marca como tal tiene nada menos que 642 años de producción constante. Pero no es así. Al menos no en cuanto a la marca; tal vez sí en cuanto al producto.

La historia cuenta que en aquel año, en la ciudad belga de Leuven –donde todavía hoy sigue estando la sede mundial de la marca– comenzó a producirse cerveza en un pub llamado Den Hoorn. En flamenco, hoorn equivale al horn inglés: esta es la razón por la que el logotipo actual de Stella Artois está coronado, además de por la citada fecha escrita en latín, por un cuerno de caza. (Que, dicho sea de paso, se encuentra como apoyado sobre el marco superior de una ventana cuyo estilo corresponde perfectamente al de la arquitectura flamenca típica de Leuven en el siglo XIV).

El pequeño local siguió produciendo cerveza y perfeccionando su técnica durante años. Siglos, concretamente. Hasta que, en 1708 un tal Sebastian Artois recibió el título de maestro cervecero y decidió que era tiempo de empezar a otorgarle una personalidad más concreta al producto, que hasta ese momento era simplemente la cerveza de Den Hoorn. Tras los trámites de rigor, en 1717 el joven Sebastian no sólo compró la empresa, sino que además rebautizó con su apellido las dos cosas: la cervecería y la cerveza. Con el trabajo de sus descendientes, que hicieron que Brasseries Artois creciera cada vez más (principalmente entre los estudiantes universitarios de la ciudad de Leuven), no sólo el negocio se hacía cada vez más redondo: además, una tradición centenaria iba acercándose poco a poco a su denominación definitiva.

Pero todavía faltaba el nombre de pila.

Que tardaría más de doscientos años en hacer su aparición. Fue en la Navidad de 1926 cuando la cervecería, con ánimo de premiar a sus clientes con un producto distinto, exclusivo para las fiestas, sacó una partida especial de cerveza y la llamó Stella Artois, apelando a la palabra latina para “estrella” como referencia obvia al espíritu navideño con que había nacido la idea.

Finalmente, pasadas las fiestas, los dueños de la cervecería sintieron que el nombre había impactado tan bien entre la clientela que valía la pena conservarlo y dejar, como agregado definitivo a la marca, el nombre de pila Stella. Esa es la estrella que, en la parte superior del logo, aparece en medio de la fecha de fundación.

Como puede verse, un logotipo que, mirado con atención, permite conocer completas tanto la prehistoria como la historia de la marca.

 

Del hecho al dicho

De 1926 en adelante –es decir, lo que para cualquier otra marca podría considerarse historia antigua, pero que en el caso de Stella Artois es apenas el último siglo de una trayectoria de más de seis–, la empresa fue poco a poco, y a la inversa de la frase común, pasando de hechos a dichos. De números duros que ayudaron a instalar el producto en el mundo entero, a comunicación emotiva que resultó clave para definir su imagen.

En 1930, con apenas cuatro reales como marca, Stella Artois cruzó por primera vez las fronteras de Bélgica y comenzó a venderse en otros países de Europa. Treinta años más tarde, la empresa alcanzó por primera vez en su historia la plusmarca de un millón de hectolitros producidos en un año (1960).

El crecimiento siguió sostenido pero lento hasta que, en 1987, Brasseries Artois, en tiempos en que Stella Artois era ya la segunda cerveza más vendida de Bélgica, se fusionó con Brasseries Piedboeuf, que producía a la número uno, Jupiler (que lo sigue siendo), y dio nacimiento a un pequeño gigante: Interbrew.

Ya para 1992 el grupo se ubicaba en el puesto 17º entre las empresas cerveceras más grandes del mundo, y sus ansias de crecimiento no se detenían. En 1993 Stella Artois abandonó la tradicional planta de Leuven –hoy convertida en monumento nacional– e inauguró una nueva, mucho más grande y tecnológicamente más moderna, en la misma ciudad.

Tras fusionarse en el año 2004 con la Companhia de Bebidas das Américas (AmBev), dueña de la tercera y la octava cervezas más vendidas del mundo (Skol y Brahma), el flamante gigante global, de nombre InBev, ocupó inmediatamente el lugar de la tercera cervecería más grande del planeta, con nada menos que un 14% del total de las ventas de ese mercado. Y eso no fue todo: gracias a adquisiciones de marcas como Beck’s, escaló las dos posiciones que le faltaban y hoy ocupa con orgullo el primer lugar del ranking.

Entretanto, en un ranking ampliamente dominado por las dos principales marcas de su eterno competidor Anheuser-Busch (Budweiser como número uno y Bud Light como número dos), Stella Artois alcanzó en 2006 los 10 millones de hectolitros de producción global y es hoy la séptima marca de cerveza más vendida del mundo (aunque su fabricante la sitúa en el quinto lugar), y la segunda de InBev (detrás, obviamente, de la brasileña Skol).

Los últimos mercados en los que la marca de la estrella fue lanzada, hace ya tres años, fueron latinoamericanos: Brasil y la Argentina. Y a partir de allí, en otros mercados de la región. En esos países, además, viene jugando un papel fundamental la comunicación –mitad pattern, mitad local– elaborada por dos agencias que pertenecen a la red que viene comunicando a Stella Artois –primero en Bélgica, luego en Europa, finalmente en el mundo– desde hace tres décadas: BorgiErh en Brasil y Vegaolmosponce en la Argentina, ambas pertenecientes a la red Lowe.

Pero para contar esa parte de la historia –es decir, el dicho– es mejor volver atrás en el tiempo, a la década del 70 en Inglaterra.

 

En primera persona

La historia de Stella Artois comenzó a tomar un cariz más personalizado, al menos en cuanto a la influencia en sus decisiones de comunicación, cuando la cuenta era atendida por la famosa agencia londinense Collett Dickenson Pearce en los años 70. Allí, el gerente general no era otro que Frank Lowe (hoy, sir Frank Lowe), cuyo liderazgo conceptual empezó a orientar a la marca hacia el segmento de cervezas premium que actualmente le resulta natural. Lo primero que hizo Lowe fue convencer a Stella Artois, en 1979, de auspiciar un torneo de tenis que tenía lugar dos semanas antes del de Wimbledon. Veintinueve años después, el Stella Artois Tennis Tournament es el segundo campeonato de tenis más importante de Inglaterra.

El idilio entre la marca y Frank Lowe se afianzó cuando, en septiembre de 1981, el publicitario –que, sin haber trabajado nunca en creatividad, alcanzaría el honor doble de recibir el President’s Award de los D&AD (en 1988) y de presidir el jurado del Festival de Cannes (en 1995)– renunció a CDP y abrió Lowe Howard Spink, con apenas cinco empleados pero, de inmediato, 15 millones de libras en cuentas. Entre ellas, Stella Artois, por supuesto.

Esto, de todas maneras, es lo que ocurría con la marca únicamente en Inglaterra: en el orden global, la agencia responsable de Stella Artois era, desde 1975, McCann-Erickson. Y lo fue durante veintiocho años, hasta que Interbrew decidió tomar el toro por las astas y poner a prueba en el resto del mundo el eslogan y el concepto que habían nacido en Londres en 1981, justamente con los primeros trabajos de la agencia Frank Lowe para la marca: el eslogan, Reassuringly expensive (algo así como Tranquilizadoramente cara); el concepto, basado en el eslogan mismo, que sus fanáticos la preferían cara y exclusiva antes que barata y popular. (Por eso, justamente, el auspicio del torneo de tenis del Queen’s Club y la asociación, concretada a partir del año 2001, con el Festival de Cine de Cannes).

 

Los 80: la segunda era

Esta segunda gran etapa en la historia reciente de la marca volvió a repetir el esquema de la primera: mientras por fuera todo parecía indicar que la única gran apuesta tenía que ver con los números –quedó dicho que en 1987 nació Interbrew, producto de la fusión de las dos principales cerveceras de Bélgica–, por dentro se gestaba un pequeño gran cambio que, como antes con Frank Lowe, volvería a depositar la gran responsabilidad del cambio creativo en una sola persona y a rendir sus frutos en la década siguiente. La persona en cuestión fue el entonces director de arte Charles Inge, que en 1986 ingresó a Lowe Howard Spink –venía de DDB como creativo estrella– y poco después, cuando en su nueva agencia accediera a una dirección creativa, le imprimiría un sello de calidad particular a uno de sus clientes más emblemáticos, Stella Artois.

Así fue cómo esta segunda época terminó como había empezado: con un concepto nuevo. Porque, en 1990, aquel ya aparentemente gastado Reasuringly expensive se reconvirtió y dio nacimiento al reencuentro con el origen, a la era de las grandes películas, a la ya nunca más abandonada senda de los directores talentosos. Y al motivo musical que desde entonces identifica a la marca: la overtura de La forza del destino, compuesta por Giuseppe Verdi (1813-1901) y estrenada por él mismo en La Scala de Milán en 1869.

Todo eso ocurrió cuando en la televisión inglesa se estrenó Jacques, un spot hablado en francés, ambientado en la campiña europea del siglo XIX, muy al estilo Jean de Florette (la película que, con dirección de Claude Berri y actuaciones de Yves Montand y Gerard Depardieu, había sido un éxito mundial en 1986) y dirigido por Michael Seresin, experimentadísimo cameraman y director de fotografía. La carrera de Seresin incluía grandes títulos en colaboración con el talentoso –y también director de cine publicitario– inglés Alan Parker, tales como Bugsy Malone (1976), Expreso de medianoche (1978), Fama (1980), Alas de libertad (1984) y Corazón satánico (1987).

Su colaboración con Stella Artois abrió los ojos creativos de la agencia londinense, que no sólo inauguró con él la citada etapa de los grandes directores a cargo de la marca, sino que llevó el concepto Reasuringly expensive al extremo y logró que, desde Jacques, todos los guiones de televisión transitaran un mismo y único mensaje: por una Stella Artois, uno está dispuesto a dar absolutamente cualquier cosa. En el spot de 1990, un vendedor de flores canjea los cientos de ramos que llenaban su carro por apenas una pinta de cerveza. Y esa será, desde entonces, la medida: una pinta por un absurdo.

 

Los 90: poco, pero bueno

Poco quizás no por cantidad de campañas, sino por una cuestión cronológica: la explosión creativa de los trabajos de Lowe Howard Spink para Stella Artois durante los años ‘90 se limitó a la segunda mitad de la década. Concretamente, entre 1996 y 2000 la agencia –siempre con la dirección creativa de Inge– se despachó con una seguidilla de comerciales y campañas gráficas brillantes, desde el spot Good Samaritan de 1996 hasta el Returning hero de 2000.

Y buena prueba de ello es la contundente calidad de los premios creativos que agencia y marca lograron en Cannes en ese período: en 1997, un león de bronce en TV con Red shoes; en 1999, otro del mismo metal con el spot Last orders (dirigido por Jonathan Glazer); en 2000, el Grand Prix de Press con una notable campaña de siete piezas (Car, Chair, Stereo, Scooter, Guitar, Table y Shoes), todas exhibiendo los preciados tesoros que una persona estaba dispuesta a destrozar –literalmente– en su esfuerzo de destapar con lo que fuera una botella de Stella Artois, siempre cerrando con el eterno Reassuringly expensive; y en 2001, el primer oro de TV con Returning hero, dirigido por Frank Budgen el año anterior, ya cuando Inge, tras quince años en la agencia, estaba transcurriendo los últimos meses antes de su independencia profesional.

Tanta fue la calidad de lo concebido publicitariamente en esta etapa en Londres, que muchos de los mensajes se utilizaron en muchos otros mercados sin tener en realidad Lowe Howard Spink responsabilidad creativa sobre ellos. Es que, mientras tanto, el orden global prácticamente no existía para Stella Artois, y McCann-Erickson veía llegar lentamente el fin de una responsabilidad que, en realidad, nunca ejercitó del todo.

 

La cuarta era: el siglo XXI

Así como, en términos historiográficos, hay expertos que afirman que el siglo XX no transcurrió necesariamente de 1900 a 2000, sino en realidad entre la declaración de la Primera Guerra Mundial (1914) y la caída del Muro de Berlín (1989), en el caso de la comunicación internacional de Stella Artois podría afirmarse que el siglo XXI arrancó recién con la adjudicación de la cuenta global de la marca a Lowe & Partners (en 1999, al fusionarse Lowe y Lintas en el mundo, la agencia inglesa había perdido su vieja denominación y adoptado la de la red global). Es decir, en 2003.

Antes, eso sí, hay que consignar una pequeña transición, que fueron los primeros dos grandes trabajos de la agencia londinense en la era “post-Inge”: Doctor (dirigido por Ivan Zacharias en 2001, león de oro en 2002) y Devil’s island (Jonathan Glazer 2002, león de plata en 2003).

El primer trabajo global de Lowe para Stella Artois se estrenó en la primera mitad de 2003 y se llamó Broken fall. Dirigido por otro monstruo de la cámara (Daniel Kleinman), daba una pequeña vuelta de tuerca al viejo concepto: ahora, el fanático de la cerveza ya no sólo estaba dispuesto a un esfuerzo absurdo o a canjear absolutamente cualquier cosa por la famosa pinta de cerveza, sino incluso a no tener en cuenta el sufrimiento de los demás. Eso permitió a los creativos dejar de lado por un tiempo el Tranquilizadoramente caro y apelar a un cierre con la frase Cherish a glass of Stella Artois (con un juego de palabras difícil de traducir: cherish es, al mismo tiempo, querer a una persona y mantener una tradición).

Pocos meses después, vio la luz la única gran campaña televisiva que tuvo la marca hasta el momento, con siete breves spots que no narraban ninguna historia épica ni se basaban en una enorme producción ni recreación de época: en la barra de un bar, un viejo y pícaro barman le enseñaba a un aprendiz los secretos para servir perfectamente una copa de Stella Artois. La clave de los mensajes era que, en cada comercial, el maestro pretendía encontrar una falla en su alumno –falla que, en general, había provocado él mismo, con veloces movimientos de manos y triquiñuelas por el estilo– y eso le permitía, mientras mandaba al novato a preparar todo de nuevo, zamparse la pinta de cerveza a sus anchas.

También en este caso la cámara se confió a un experto: un exquisito de la actuación como Nicholas Barker dirigió los siete comerciales de La leçon.

 

El nuevo eslogan

A partir del segundo año de trabajos globales de Lowe Londres para Stella Artois, la incorporación de un nuevo eslogan a los mensajes de la marca permitió un fenómeno curioso que viene dándose desde entonces: a partir del spot Swag, dirigido por Ringan Ledwidge en 2004, la marca utiliza más que ningún otro la línea de cierre Perfection has its price (La perfección tiene su precio), pero lo notable es que no ha abandonado por completo ninguno de los dos anteriores.

En general, obviamente, se opta por el más apropiado según el tono del guión o el mensaje que quiera transmitir. Así, a Swag siguieron, con ese mismo y flamante eslogan, Train (el reencuentro de Michael Seresin con la marca, en 2005), Circus (Dante Ariola, 2005), Masterwork (Mattijs van Heijningen, 2006), Destiny (The Guard Brothers, 2007) y La bouteille (Martin Krejci, 2007), que formó parte del relanzamiento del sitio web de la marca, lo cual constituyó la gran campaña de Stella Artois en los últimos tiempos.

Pero esto, como quedó dicho, no impidió que mientras tanto otros mensajes destacadísimos continuaran echando mano de los anteriores conceptos: Choir, por ejemplo, dirigido por Vince Squibb (ex creativo de Lowe) en 2007, vuelve al Cherish a glass of Stella Artois. Pero antes la agencia había concebido y cerrado con el ya tradicional Reassuringly expensive (a poco de cumplir un cuarto de siglo) premiadísimos comerciales como Pilot (Ivan Zacharias, 2004, león de bronce) y Ice skating priests (Jonathan Glazer, 2005, león de oro). E incluso se había dado el lujo de jugar con él en el delirante Le Sacrifice, dirigido por Frank Budgen con la técnica del cine mudo y que cerraba su minuto y medio de duración con un surrealista Reassuringly Elephants.

Antes de cerrar el capítulo eslóganes es necesario mencionar que, en Bélgica y a nivel local, la agencia Duval Guillaume desarrolló por momentos algunos trabajos que cerraban con una idea bien diferente, que en algunos casos ha sido importada a otros mercados: Chez moi, c’est près de ma Stella (Mi hogar es donde está mi Stella).

 

Expansión comercial y creativa

La llegada, en los últimos tres años, de la marca Stella Artois a mercados lejanos y desconocidos para quienes hasta ese momento tomaban sobre ella toda clase de decisiones –no sólo comerciales, sino también estratégicas– provocó un cambio rotundo de táctica en cuanto al origen de las ideas. Concretamente, para el lanzamiento de la marca en Brasil y la Argentina se confió esa tarea a las dos asociadas locales de Lowe; esto es, BorgiErh Lowe en Brasil y Vegaolmosponce en la Argentina.

Necesario es aclarar, de todos modos, que hasta el momento ninguna de ellas ha tenido en sus manos una gran producción televisiva: esas siguen siendo tarea global de Lowe Londres. Pero sí han podido desarrollar su creatividad en dos aspectos fundamentales, como son la planificación estratégica (VOP, por ejemplo, asoció la marca a los torneos de polo que se disputan en Buenos Aires en los últimos meses del año) y las campañas gráficas (varias de ellas pueden verse al pie, en el listado de material).

 

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¿Qué sigue? En lo comercial, sólo los directivos de InBev –tan afectos a las fusiones y las compras– lo saben. En lo estratégico, probablemente ningún cambio de fondo: algún que otro concepto nuevo que enriquezca los anteriores, pero sin cambiarlos profundamente.

Lo más interesante puede aparecer por el lado creativo: los extremos del mundo –léase, Latinoamérica por Occidente; y Europa del Este y Asia por Oriente– ya empezaron a demostrar, no sólo en el caso de Stella Artois sino en el de muchas marcas más, que son la reserva a la que vale la pena apostar.

Y la marca premium de InBev ya ha comenzado a hacerlo: el primer comercial de 2008, que mantiene la impronta de la marca aunque quizás en una resolución todavía un poco tímida, se llama Jeweller y fue concebido por la agencia Adventa Lowe, de Kiev, Ucrania. Vale la pena verlo y entender cómo es que Stella Artois está llegando, poco a poco, a ser la cerveza premium por excelencia para prácticamente todo el mundo.

 

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Material

Dada la gran cantidad y variedad de material para mirar y escuchar que esta investigación especial ha generado, resulta indispensable clasificarlo según sus formatos, orígenes y motivos de inclusión:

 

1) TELEVISIÓN - COMERCIALES

Jacques, de Lowe Howard Spink, Inglaterra, 1990

Good Samaritan, de Lowe Howard Spink, Inglaterra, 1996

Red shoes, de Lowe Howard Spink, Inglaterra, 1997

Monet, de Lowe Howard Spink, Inglaterra, 1998

Last orders, de Lowe Howard Spink, Inglaterra, 1998

Returning Hero, de Lowe Howard Spink, Inglaterra, 2000

Doctor, de Lowe Inglaterra, 2002

Devil’s Island, de Lowe Inglaterra, 2003

Broken fall, de Lowe Inglaterra, 2003

Campaña La Leçon, de Lowe Inglaterra, 2003

Pilot, de Lowe Inglaterra, 2004

Italian Beer y Viking Beer, de Lowe Estados Unidos, 2004

Swag, de Lowe Inglaterra, 2004

Ice Skating Priests, de Lowe Inglaterra, 2005

Le Sacrifice, de Lowe Inglaterra, 2005

Train, de Lowe Inglaterra, 2005

Circus, de Lowe Adventa, Rusia, 2005

Masterwork, de Lowe Roche Advertising, Canadá, y Lowe Tesch, Suecia, 2006

Pass it on, de Lowe Inglaterra, 2007

La bouteille, de Lowe Inglaterra, 2007

Destiny, de Lowe Roche, Canadá, 2007

Choir, de Lowe Inglaterra, 2007

Jeweller, de Adventa Lowe, Ucrania, 2008

 

2) GRÁFICA

Out, de Lowe GGK, Hungría, 2003

Sea Bass, Lobster y Caviar, de Lowe Inglaterra, 2004

Sea, de Lowe Inglaterra, 2004

Mask, de Lowe Inglaterra, 2005

Campaña Auspicio Toronto International Film Festival, de Lowe Roche, Canadá, 2005

Campaña Aspire, de Lowe Inglaterra, 2005

Campaña Classic films, de Lowe Inglaterra, 2006

Alquimia, Juicio y Sacrificio, de Vegaolmosponce, Argentina, 2006

Campaña: Quality, de Lowe Inglaterra, 2006

Heladera, de Lowe Roche, Canadá, 2006

Campaña Lanzamiento del nuevo website, de Lowe Brindfors, Suecia, 2007

Bomb, de Lowe Inglaterra, 2007

SPFW, de BorghiErh Lowe, Brasil, 2007

Campaña Rótulos, de BorghiErh Lowe, Brasil, 2007

Campaña Polo 2007, de Vegaolmosponce, Argentina, 2007

Botella, Copa y Servida, de Vegaolmosponce, Argentina, 2007

 

3) INTERNET

Le Passage, de Lowe Brindfors, Suecia, y Lowe Inglaterra, 2006

L’Etranger, de Lowe Tesch, Suecia, 2006

Cinematic Website y Le Courage, de Lowe Brindfors, Suecia, 2007

Stella Artois Cinema, de Lowe Brindfors, Suecia, 2007

 

4) PROMOCIÓN

Coupons, de Lowe Estados Unidos, 2006

Gold rooms, de Lowe Hunt, Australia, 2007

 

5) IMÁGENES GENERALES

Sebastian Artois, por autor desconocido, circa 1725

Fotos de la vieja planta de Leuven, tomadas en mayo de 2006

Botella, por Paul Hurst, 2006

Nueva planta de Leuven, por Steven Fruitsmaak, 2007

Logo, 2007

 

6) OTRAS MARCAS

Campaña Peeterman Artois, de Lowe Inglaterra, 2006

Campaña Artois Bock, de Lowe Inglaterra, 2007

 

7) VÍA PÚBLICA

Campaña: International Stella Artois Draught Master Competition, de BorghiErh Lowe, Brasil, 2005

Page turner y Connecting hands, de Lowe Inglaterra, 2007

 

8) CASOS

Traps, de Lowe Roche, Canadá, 2007

 

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Bibliografía

• En www.stellaartois.com: información institucional, gacetillas de prensa

• En www.stellaartoisblog.com: Interview with the creators (of the website), 17 de septiembre de 2007

• En Interpublic.com, Cases: Client: Stella-Artois / Lead company: Lowe

• En Wikipedia: Stella Artois, InBev, Frank Lowe

• En www.opacity.us (sitio sobre edificios abandonados): Stella Artois Brewery

• En www.monografias.com, La posición de Stella Artois en el mercado cervecero argentino, María Luz Akilian, Carolina Basualdo, Romina Pascutto y Melina Rial

• En www.ratebeer.com: Stella Artois commercial description

Lowe Lintas set to loosen McCann’s grip on Stella, Charles McKelvey, mad.co.uk, 12 de octubre de 2000

Charles Inge cambió Lowe por una agencia nueva, adlatina.com, 7 de junio de 2001

Stella in the time of cholera, Rae Ann Fera, Boards Magazine, 1º de abril de 2002

Lowe habría ganado la cuenta global de Stella Artois, adlatina.com, 30 de enero de 2003

Stella Artois global campaign shows how to pour the perfect glass, Jim Butcher, mad.co.uk, 8 de agosto de 2003

Wily barman thwarts pouring lesson in global Stella ads, Jennifer Whitehead, Brand Republic, 8 de agosto de 2003

Ad hoc: Lowe the legend to bow out, Caroline Marshall, The Daily Telegraph, 15 de septiembre de 2003

“1984”, el spot de Chiat Day para Apple, otra vez elegido el mejor de la historia, adlatina.com, 3 de noviembre de 2003

Stella Artois: Marca deve entrar no Brasil ainda este ano, via InBev, ccsp.com.br, 1º de febrero de 2005

InBev’s odyssey, Renee Cordes, The Deal, 15 de abril de 2005

BorghiErh fica com Stella Artois, ccsp.com.br, 17 de abril de 2005

‘Premium brand’ beer loses fans in Britain, Richard Wray, The Guardian, 15 de julio de 2005

Si yo fuera belga..., Luis María Hermida, Clarín, 3 de noviembre de 2005

InBev Taps Brazilian Brito as CEO, John W. Miller en Brussels y Geraldo Samor en Río de Janeiro, 28 de diciembre de 2005

Stella Artois Profile: Valor Inestimável, cerebrocriativo.blogspot.com, 12 de febrero de 2006

Stella Artois makes ‘Le Sacrifice’, Duncans TV, 11 de abril de 2006

Stella Artois: How to pour the perfect pint, Mike Smock, twoscenarios.typepad.com, 18 de junio de 2006

Stella highlights Belgian heritage in print campaign, Sarah Woods, Brand Republic, 8 de noviembre de 2006

Stella Artois UK: Reassuringly different positioning, Stefan Stroe, www.stefanstroe.ro, 28 de mayo de 2007

Spotlight – Premium beer market set for further growth, www.just-drinks.com, 13 de agosto de 2007

BorghiErh/Lowe cria projeto para Stella Artois, ccsp.com.br, 4 de septiembre de 2007