Publicidad > Global | HASTA AHORA, LA PREGUNTA PARECIERA NO TENER RESPUESTA
Por Redacción Adlatina |

¿Puede ser emotiva la publicidad por internet?

Un artículo publicado en estos días en Interactive Week sostiene que, pese a ser una estrategia ampliamente utilizada en los medios tradicionales, hasta ahora, las agencias de publicidad se resisten a utilizar la emoción como ‘gancho’. La tecnología y la falta de creatividad explicarían este fenómeno.

¿Puede ser emotiva la publicidad por internet?
Algunos señalan que la ventaja de internet es que puede transmitir emociones de muchas maneras.
¿Por qué las agencias se resisten a crear avisos online con ganchos emotivos, tal cual hace la publicidad tradicional? Según un artículo publicado en Interactive Week, las razones principales serían: • Tecnológicas: “Para crear una verdadera reacción emotiva en una audiencia se requiere banda ancha”. Mientras más sofisticados sean los elementos y mayor sea su cantidad, mayor tecnología se requiere. • Creativas: no sólo se trata de un problema tecnológico, ya que existen avisos que son producidos incluso para ser vistos con conexiones lentas. Muchos creativos estarían “condenados” por la característica esencial de internet: la interactividad. Todos los elementos al alcance de la mano: palabras, fotos, sonidos, animación, películas, videos, pero, se pregunta John Young, chief creative de TribalDDB, ¿cómo puede contarse una gran historia cuando el usuario está involucrado? Este es el problema que aún nadie pudo resolver. Internet, pura emoción Neil Feinstein, director de servicios creativos de Bigfoot Interactive, argumenta que internet podría transmitir emociones de muchas maneras. “Podríamos dar un poco de información que fuera tan personalizada y tan real que tocara la fibra emocional de un individuo que un comercial de TV no pudiera”, le dijo Feinstein a Interactive Week. La publicación cita una experiencia ocurrida el 25 de septiembre pasado con una campaña denominada ‘Rock the vote’. Los avisos mostraban imágenes que ilustraban temas tan peliagudos como el aborto o la posesión de armas, acompañados de un música con sonidos misteriosos. Los usuarios podían cliquear para confrontar las dos caras de cada tema. La idea era entusiasmarlos lo suficiente para que se registraran y participaran en unas votaciones. Según los responsables, casi la mitad de quienes vieron los avisos se registró.