Publicidad > Iberoamérica | LAS EXPECTATIVAS DE JAIME ROSADO Y MANOLO TECHERA SOBRE EL SOL 2014
Por Redacción Adlatina |
En la 29° edición del Festival Iberoamericano de la Comunicación Publicitaria,
Jaime Rosado -director creativo regional de JWT San Juan (Puerto Rico)- será presidente del jurado en la categoría Relaciones Públicas.
Por su parte, Manolo Techera -director general y chief creative office de Marcel México-participará como jurado de TV/Cine y Radio.
En base a la conformación de la Fundación El Sol y del Consejo Asesor que anunció Jordi Palomar –presidente del certamen-, Rosado expresó: “Quizás estoy muy viciado con El Sol porque desde hace muchos años he tenido la dicha de que mi equipo gane en él, pero creo sinceramente que es uno de los festivales más objetivos y democráticos que he visto. La mezcla de países cuando ves los resultados es muy balanceada”.
Por su parte, Techera comentó: “Para un festival que nace en un país y va adquiriendo internacionalidad con el paso de sus ediciones, creo que el desafío es muy interesante”. Y subrayó: “Creo que el futuro promete un nuevo compromiso del resto de los países para con El Sol, esta apertura a la larga va a fortalecer a todos”.
Independientemente de su participación como jurados, tanto JWT Puerto Rico como Marcel México inscribirán trabajos en el festival porque lo consideran un gran referente para todos los iberoamericanos y un buen espacio para el intercambio de ideas.
-¿Sobre qué pilares se basará la elección de las piezas en el jurado que presidirá?, ¿qué buscará en ellas?
J.R.: - Para mí, siempre, lo más importante con las ideas es tener esa conexión visceral que muchas veces no puede ser explicada con argumentos. Esas son las ideas más bonitas. Claro está, la innovación es parte esencial y, específicamente con las relaciones públicas, es cómo se construye confianza y reputación de una forma innovadora.
-¿Cuáles son sus expectativas de cara a esta edición de El Sol que los tendrá como jurados?
J.R.: - Siempre uso estas experiencias para aprender. Aprender del trabajo nuevo que uno ve y también de la interacción con los demás miembros del jurado. Los días que pasas en un jurado son maravillosos porque desarrollas una relación muy bonita con tus colegas que perdura en el tiempo y, sin duda, te hace crecer profesionalmente. Por otro lado, ésta será mi primera presidencia internacional y, obviamente, sé que eso hará que no olvide jamás El Sol 2014.
M.T.: - Me gusta cómo está conformado el jurado, con publicistas de gran trayectoria y a quienes respeto mucho profesionalmente. Además, la presencia de clientes hace de la mesa un interesante intercambio de puntos de vista.
-¿Cómo definen el presente de las disciplinas que como jurados tendrán que evaluar durante el certamen?
J.R.: - Creo que en las comunicaciones de hoy día hay que partir de la premisa básica de que todo, absolutamente todo, comunica. Y en cada comunicación, cada punto de contacto, ya sea una marca o producto, tiene que ser capaz de contar su historia de una manera atractiva y diferente. Digo esto porque creo que por años las Relaciones Públicas fueron marginadas por los publicistas. De alguna manera, esta disciplina no estaba siendo usada para ayudar a contar la esencia de las marcas sino, más bien, para manejar crisis y, en el peor de los casos, ayudar en la preparación de eventos mediáticos y corporativos. Por ende, el trabajo era aburrido y carente de ideas innovadoras. Esto está cambiando drásticamente y cada vez más nos damos cuenta cómo desde las Relaciones Públicas se está construyendo confianza entre las marcas y sus consumidores, con ideas que se salen de lo tradicional. De hecho, esa relación de confianza entre marca y consumidor que las Relaciones Públicas ayudan a desarrollar es la que permite, muchas veces, que las ideas creadas bajo otras disciplinas sean bien recibidas por los consumidores.
M.T.: - La televisión, el cine y la radio son medios que, por su naturaleza, requieren de una búsqueda constante por innovar a nivel ideas, pero con las fronteras muy delimitadas. Esto hace que no nos “encandilemos” con la tecnología y sean las ideas las que definan lo que está bien y lo que no.