Negocios > Argentina | LA AGENCIA COUPE HABÍA TRABAJADO CON LA BODEGA DE TINELLI PARA EL BRANDING DE "FEDE"
Por Redacción Adlatina |

Pablo Gil: “Queremos ser asesores de nuestros clientes para generar valor agregado”

(Por Alfredo Sainz, especial para adlatina.com) - Lorenzo de Agrelo es la flamante marca de vinos del conductor y productor Marcelo Tinelli. Para su desarrollo, se requirió de una inversión inicial de 15 millones de dólares y la comercialización de más de 50 hectáreas en Mendoza. La agencia Coupe, comandada por Pablo Gil, estuvo a cargo del diseño de la imagen de la marca.

Pablo Gil: “Queremos ser asesores de nuestros clientes para generar valor agregado”
Pablo Gil: “De entrada nos dimos cuenta de que la clave era vender la tierra y todo lo único que tiene Agrelo”.

Marcelo Tinelli debutó en el negocio del vino con el lanzamiento de Lorenzo de Agrelo, un proyecto millonario que contempla una inversión inicial de 15 millones de dólares y la comercialización de más de 50 hectáreas en Mendoza. Para el diseño de la imagen, Tinelli y sus socios contrataron a la agencia de publicidad Cuope, liderada por Pablo Gil. “Trabajar con Tinelli significa un desafío porque nos aporta una exposición muy grande”, reconoció Gil a adlatina.com.

 

-¿Qué buscan transmitir con la marca Lorenzo de Agrelo?

-Lo más importante era transmitir el concepto premium del proyecto. Cuando nosotros nos sumamos al emprendimiento, el vino ya estaba en producción y el principal desafío fue cómo transmitir todo lo que significa Agrelo para un inversor que puede estar en Buenos Aires, en Brasil o en Estados Unidos. Y, de entrada, nos dimos cuenta de que la clave era vender la tierra y todo lo único que tiene Agrelo, que es una zona menos conocida que Luján de Cuyo o Tupungato, pero que igualmente se trata de una región preciada para cualquier proyecto vitivinícola.

 

-¿Y cómo surgió el nombre?

-Nos dimos cuenta de que San Lorenzo era el patrono de los productos de vino, lo que sumado a que Tinelli estaba a puntos de tener un hijo llamado Lorenzo, nos cerraba por todos lados. Este es un proyecto que va más allá de lo comercial y creemos que el nombre está muy ligado al ADN que tiene toda la propuesta. La publicidad tiene el problema de que siempre es juzgada por todo el mundo y, por lo tanto, hay que tener mucho cuidado con los elementos que se usan en la elaboración de una marca porque, al final, pueden terminar siendo usados en tu contra. Por eso, las marcas buscan representar muy bien su ADN. En el caso de Lorenzo de Agrelo, lo emocional  es un punto clave, porque no es lo mismo comprar una finca para este proyecto, que hacerlo en Nordelta pensando que la vas a vender en dos años y vas a hacer una diferencia. Es un pedazo de tierra en un lugar único y forma parte de un lujo como es tener tus propios vinos.

 

¿Qué aporta el nombre de Tinelli al proyecto?

-Trabajar con Tinelli significa un desafío porque nos aporta una exposición muy grande, que tiene sus cosas buenas y malas. Por un lado te pone bien arriba y es un grado de exhibición muy alto, pero también te obliga a esforzarte al máximo y a cuidarte más porque no hay margen para el error.

 

-¿Cómo fue trabajar con Tinelli?

-A nosotros no nos gusta limitarnos a vender una idea y buscamos ser asesores de nuestros clientes para generar valor agregado y aportarle valor a su negocio en las áreas que conocemos. En el caso de la bodega, todo resulto muy fácil. Nos reunimos varias veces con Marcelo y de entrada estuvimos de acuerdo en potenciar la idea de que los vinos vienen de Agrelo, para lo cual teníamos que trabajar mucho en los atributos de la marca.