Publicidad > Iberoamérica | LA COLUMNA DE MARIANA HERNÁNDEZ
Por Redacción Adlatina |

Una forma diferente de hacer la maleta

New Years Resolutions. Deseos. Intenciones. Metas. Cambios. Rectificaciones. Planes. Estamos en pleno clímax de revelaciones y revoluciones: la mayoría pasamos por una fase –espontánea, tácita o fríamente calculada– de análisis y proyecciones para lo que queremos lograr. Leo en un artículo de Forbes del 2013 que (solo) el 8% de las resoluciones de año nuevo se cumplen. Esperable. La vida llega ya

Una forma diferente de hacer la maleta
“Ver lo que sí hay y no solo lo que falta” es una de las propuestas de Mariana Hernández.

Además de trabajar en desarrollo de contenidos creativos, también he dedicado parte de mi tiempo en los últimos 7 años a estudiar coaching y herramientas de proyecto de vida y a acompañar a algunas personas que quieren dedicar parte de su creatividad a su propio plan personal y profesional. Esta experiencia, en paralelo a la vivencia diaria y cotidiana en el trabajo, me ha hecho descubrir en mi misma y en los dem que bien somos propensos a indagar y escrutitar nuevas metas. Proponser -  afuerza de voluntad y trabajo - superar palo, dicen ás algunas tendencias interesantes que pueden marcar la diferencia entre simples intenciones y establecer un proyecto de vida fundamentado, flexible y floreciente. No significa que estos descubrimientos me hayan llevado a una total claridad en relación con mis propios proyectos; por el contrario, creo que una claridad definitiva y estática es artificial y siempre estoy en proceso de reflexión y revisión de esto: me gusta pensar que es algo vivo y orgánico que va tomando forma, madurando y floreciendo.

Uno de los descubrimientos personales que quiero comentar aquí, y que he hecho a través de la práctica conmigo y con otras personas, tiene que ver con la investigación de los activos personales que han sido disparadores de nuestros logros. Varios temas aquí a explorar.

La actitud de detective, de investigación. Esto tiene que ver con hacerse preguntas; muchas preguntas (solemos interrogar al prójimo pero no a nosotros mismos con la misma energía), asumir la actitud del que no sabe nada y por tanto todo lo quiere descubrir y está abierto a todas las posibles respuestas, trascendiendo la primera indagación, la más común, que tiene que ver con ¿qué salió bien en 2014? Y entonces, sumarle ¿por que salió bien, qué habilidades personales y profesionales puse en práctica para que ese logro se produjera? Tanto en la vida como en el trabajo esta indagación permite establecer una estimación reveladora sobre la caja de herramientas que se tiene para seguir construyendo.

Ver lo que sí hay y no solo lo que falta. Hay dos maneras de afrontar nuevas metas. Una es proponerse -a fuerza de voluntad y trabajo– superar los defectos y carencias que bien somos propensos a indagar y observar con máxima atención; el paradigma general que nos ha acompañado a lo largo de los últimos siglos de pensamiento es el de notar los defectos y dar por hechas las virtudes. Otra forma es investigar lo que sí hay; es decir, las cualidades que ya tenemos en fase de desarrollo y expansión y que constituyen nuestro equipaje intelectual y emocional. 

Ampliar nuestro conocimiento sobre estas fortalezas y activos. El DSM-V (la biblia de diagnostico psicológico, Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) evalúa 300 diferentes tipos de problemas y anomalías mentales, trabajo muy necesario para la correcta profilaxis y creación de una mayor salud mental de la población. Sin embargo, ¿cuantos manuales o guías similares hay sobre las fortalezas saludables que existen en la mayoría de la población? La respuesta es que tradicionalmente muy pocos hasta que surge Character Strengths and Virtues: A Handbook and Classification Hardcover  en el 2004. El primer trabajo científico y sistemático para evaluar y enumerar las fortalezas humanas que nos permiten construir vidas y trabajos con significado. Tenemos más palabras en la cabeza para nombrar defectos que para enumerar cualidades. No intento aquí ofrecer una versión optimista y feliz de la vida menospreciando lo negativo. Propongo tener mayor ancho de banda y flexibilidad para saber en cuáles plataformas sustentar los venideros proyectos y conquistas.

Esta clasificación de fortalezas parte de una investigación global, minuciosa e ingeniosa del repertorio con el que contamos los seres humanos y que ofrece un recurso inspirador de 24 fortalezas humanas,  agrupadas en 6 grandes categorías, muchas de las cuales intuimos que han tomado fuerza para la consecución de resultados,  pero que probablemente ni sabemos qué nombre ponerle. Y el lenguaje es la puerta a la realidad: lo que aun no somos capaces de nombrar,  no existe en nuestra conciencia y por tanto tiene un poder limitado de moldear nuestra voluntad.  Aquí van como un recurso de indagación:

 

-Sabiduría: amor por el aprendizaje, curiosidad, juicio, creatividad y perspectiva.

-Justicia: Trabajo en equipo, ecuanimidad y liderazgo.

-Trascendencia: apreciación estética, gratitud, esperanza, espiritualidad y humor

-Coraje: Valentía, perseverancia, integridad, capacidad de divertirse

-Templanza: perdón, humildad, prudencia y auto-regulación

-Humanidad: inteligencia social, amabilidad y amor.

 

Mi propuesta para el que quiera emprender una forma diferente de entender este nuevo año es analizar los logros pasados, investigar cuáles fortalezas fueron parte esencial de su culminación, destacar las principales fortalezas que en suma han protagonizado nuestro progreso consolidado y usar estas fortalezas como bases de lanzamiento para pensar en lo siguientes pasos. Hagamos una maleta más substancial, completa y creativa para este viaje que empieza hoy.

 

@marianaenmex