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Por Redacción Adlatina |

El mal uso de los influenciadores en la publicidad

El gerente general de UM Chile, Martín Osorio, reflexiona sobre el uso incorrecto de los influenciadores en las redes sociales y se pregunta qué pasa cuando estos voceros de las marcas publican informaciones de manera excesiva y se transforman en referentes poco creíbles para los consumidores.

El mal uso de los influenciadores en la publicidad
“No cansar al consumidor es parte central de nuestro trabajo en publicidad”, señala Osorio.

Hoy las redes sociales son las plataformas más importantes en el mundo para comunicarse ya que cuentan con un crecimiento de millones de usuarios a nivel mundial. Uno de los principales beneficios que tiene esta herramienta es dar a conocer una marca y posicionarla en un segmento específico.

Según el último Wave, un 99% de los usuarios utiliza Internet todos los días y el  80% administra alguna red social propia. Sabemos que un 54% de los chilenos consultados en el estudio demostró que confía en las marcas que son expuestas en distintos medios sociales como Blogs, Twitter o Facebook.

El paradigma es el siguiente: en la publicidad tradicional los usuarios ven la pureza del producto, al revés de lo que se muestra en las redes sociales. Las campañas en los medios sociales dan a conocer valores, ética, políticas y responsabilidades de ciertas marcas. Es decir, la campaña está dirigida a crear confianza en el usuario final para que éste logre el nexo con su entorno más cercano.

En este sentido, la estrategia más usada en el último tiempo en redes sociales son los influenciadores. Hablamos de personas con ciertas características, con una gran cantidad de seguidores y que son recompensados de alguna forma para mostrar el producto o servicio en sus plataformas. Pero, ¿qué pasa cuando los rostros de estas marcas publican de manera excesiva y se transforman en referentes poco creíbles para los consumidores?

A la hora de usar este tipo de herramienta en redes sociales, podrían existir dos tipos de consecuencias: el cambio en la preferencia del consumidor hacia otra marca determinada y la poca credibilidad del nombre del producto o servicio que se muestra a través de estas plataformas. La honestidad de la marca se ve afectada por un abuso de exposición, dejando al usuario dañado en la percepción y desviando su atención hacia la competencia.

Nuestro desafío como generadores de confianza entre marcas y usuarios es crear instancias en las cuales no se pierda la veracidad en herramientas tan masivas como Twitter o Facebook por un exceso de confianza por parte de nuestra industria. No cansar al consumidor es parte central de nuestro trabajo en publicidad.

Por Martin Osorio, Gerente General  UM Chile