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Por Redacción Adlatina |

Daniel G. Milán: “El bendito mercado hispano de EE.UU.”

El creativo mexicano, que vive y trabaja en Estados Unidos desde hace cinco años, comparte su visión sobre lo que significa este mercado al que considera “uno de los más interesantes para trabajar hoy en día”.

Daniel G. Milán: “El bendito mercado hispano de EE.UU.”
Según Milán, trabajar en una agencia multicultural “debería darnos paso a más y mejores ideas, pero sobre todo –por ser un mercado fuera de lo común– debería darnos paso a ideas distinta”.

Por Daniel G. Milán, creativo senior de The Community Miami

El mercado hispano de Estados Unidos es uno de los más complicados y, por ende, uno de los más interesantes en la actualidad. Somos millones de hispanohablantes viviendo en un mismo país, interactuando entre nosotros y con las demás culturas que integran hoy la sociedad multicultural norteamericana. Pero a pesar de que los hispanos compartimos un mismo idioma, cada uno lo usa de forma distinta. Y así, en todo: gastronomías, costumbres, gestos; nuestra forma de vivir es tan diferente como nuestra forma de consumir.
En otros países es un poco más sencillo: al italiano le hablas como hablan en Italia y al sueco como hablan en Suecia. Es lógico. Pero para el latino de Estados Unidos no existe la lógica, y eso es lo que está bueno. No hay un lenguaje o tono. Hay que inventárselo todos los días en cada brief y con cada marca. Se acabó esa época donde todo tenía que tener mariachis y guacamole, sonar mexicano y telenovelesco. Hoy este mercado vive en una metamorfosis constante que te puede llevar por muchos caminos a la hora de tirar ideas, conceptos, simples encabezados para banners o hasta campañas para ganar un concurso del mercado general, básicamente porque este mercado es un gimnasio completo para entender cómo se mueve la multiculturalidad.
Los mercadólogos y planeadores lo biseccionan de la siguiente forma: por un lado, los acculturated (hispanos ya integrados a la cultura americana) y por el otro, los unacculturated (hispanos que prefieren el refugio de su idioma, sus costumbres, sus canales de TV, su círculo social y sus marcas). Pero también están las distintas culturas –la mexicana de siempre, la venezolana en crecimiento, la cubana de Florida, la dominicana de NY– a las que también hay que incluir a la hora de entablar una conversación. Todo esto convierte al mercado hispano en un multimercado, uno mucho más vasto y colorido que cualquier otro en la región y en el mundo.
Dentro de la agencia hispana esto debería repercutir de manera fructífera en todas sus áreas. El simple hecho de caminar por los pasillos y encontrarte con, por lo menos, cinco o seis nacionalidades distintas, o recibir un brief enfocado al mercado mexicano aculturado de Los Ángeles y al mismo tiempo estar peleando un pitch para el total market y, por otro lado, escribir un encabezado que le hable a los puertorriqueños de la costa este, debería darnos paso a más y mejores ideas, pero sobre todo –por ser un mercado fuera de lo común– debería darnos paso a ideas distintas.
Y encontrar una idea distinta es encontrar aire puro.
En conclusión, trabajar para el mercado hispano de Estados Unidos sigue siendo una de las mejores opciones para hacer publicidad. Si eres unicultural te harás bicultural y por consecuencia, multicultural. Y eso está perfecto, para tu carrera y para la vida.