Marketing > Latinoamérica | UNA PROPUESTA PARA LOS MARKETERS DE LA NUEVA ERA
Por Laura Monnanni |
Internet es capaz de conectar a personas que comparten algún interés en particular, no importa qué tan lejos estén entre ellas. Si se asemeja el estilo de indumentaria que visten, vacacionan en lugares similares o son aficionados del mismo equipo de fútbol, ya son parte de una misma comunidad digital y se transforman en potenciales consumidores de determinadas empresas.
Comprender este contexto es una de las premisas de Hyper Island, la escuela de innovación sueca que se focaliza en el lifelong learning en un mercado que demanda actualización constante y adaptabilidad. Tim Lucas, su head of intelligence, business leader y speaker, estuvo presente en Buenos Aires para la segunda edición del CMO Latam Summit, donde explicó la importancia de las redes sociales en la actualidad y realizó una sesión práctica diseñada para estimular la creatividad de los líderes del marketing.
Cuando uno se sumerge en la web, descubre que existen admiradores para todo tipo de cosas: desde un artista internacional hasta un objeto de la vida cotidiana. De hecho, el profesional comenzó su conferencia hablando de un poste de luz y cómo algo tan simple como eso lograba unir a gente en distintos puntos del planeta: mostró la cantidad de posteos que tenían el hashtag #lampost en Instagram y las repercusiones que generaban.
“Los consumidores se han vuelto informados y pensadores”, afirmó Lucas. Y gracias a los avances de internet, con los usuarios conectados por distintos intereses –más allá de la distancia–, las organizaciones están dejando de segmentar a las personas en targets de audiencias para empezar a tratarlas como integrantes de diversas comunidades.
El speaker presentó el caso de Made in Farm, una plataforma digital que vincula a productores de café con consumidores finales de forma sencilla: el vendedor registra su oferta disponible, el comprador elige y adquiere lo que desee, y luego se evalúan entre sí para garantizar la seguridad y la confianza en esta comunidad.
“Se trata de entender las comunidades y saber qué historias están dispuestas a escuchar –opinó Lucas–. De ahí viene la innovación”. Tras esta conclusión, llegó el momento de poner manos a la obra: los marketers se agruparon y tuvieron que poner a prueba su creatividad y capacidad para trabajar en equipo, con el objetivo de crear una experiencia adecuada para un grupo de clientes en particular.
La propuesta de Hyper Island fue la siguiente:
1- Elegir una marca o un producto
2- Identificar algunas comunidades relevantes para la marca o el producto en cuestión
3- Conocer la comunidad: explorar y entender sus creencias, normas y rituales
4- Imaginar momentos relevantes para los miembros de esa tribu
5- Seleccionar una de las ideas como prototipo
6- Compartir con el resto de los asistentes las sensaciones que tuvo el grupo durante el proceso creativo
