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EL ESPACIO DE ALBERTO BORRINI

Animación: Dos argentinos que triunfan en el país de Walt Disney

Federico Moreno Breser y Nelson Luty viajaron a la Acaademy of Art University de la ciudad de San Francisco para dar una charla. A partir de esa invitación, Borrini habla sobre la historia de la animación argentina y su relación con la publicidad.

Animación: Dos argentinos que triunfan en el país de Walt Disney
Borrini: “La animación empalmó notoriamente con la creatividad en televisión, cuando no había aún efectos especiales y la única manera de “mover las cosas” era la animación”.

La información decía, escuetamente, que dos profesionales argentinos, Federico Moreno Breser, creador y editor de la revista Moushon!, y Nelson Luty, su colega y asociado de la firma Luty Art Study, ambos especialistas en animación y arte conceptual, habían viajado a San Francisco invitados por la Academy of Art University de ese importante centro de diseño y comunicación de Estados Unidos. El objetivo era dar una charla sobre producción y dirección de cine, realizada el lunes 14 de octubre último.
La invitación fue cursada oficialmente a Luty, cuyos pergaminos incluyen la dirección de animación de la película Metegol, del laureado director argentino Juan José Campanella.
La convocatoria académica de Moreno Breser y Luty, dos artistas relevantes en su especialidad pero prácticamente desconocidos por el gran público local, tiene para mí un trasfondo excepcional: dos especialistas argentinos fueron convocados para disertar sobre el arte de la animación, nada menos que en el país de Walt Disney, el genio creador del Ratón Mickey y el Pato Donald. Algo comparable a viajar a Berna para enseñarles a los suizos a hacer relojes, o desembarcar en Pekín para venderle tecnología al por mayor, y más barata, a los chinos.
El hecho alienta también a quienes conocen la entrañable historia de la animación en nuestro país a rescatar los mejores momentos del género. 
Moreno Breser, rosarino, 34 años, comenzó casi en silencio con la edición de dos publicaciones convertidas en líderes en su género en un país, Argentina, que junto con México y Brasil marcha a la cabeza de la animación en Latinoamérica, tanto en cantidad como en calidad de producciones. 
Precisamente una edición especial del libro Moushon!, consagrada a la animación latinoamericana, en el que están presentes algunos de los mejores estudios de la región, será presentada oficialmente en las próxima semanas. Posee un carácter hipertextual que permite dinamizar su lectura con nexos entre secciones y, mediante la aplicación de códigos QR, actualizar permanentemente todas las plataformas.
Una nueva generación de artistas está dando un renovado impulso a la animación argentina, cuya edad de oro puede fijarse en las décadas de 1950 y 1960, cuando el estudio de los diseñadores Gil y Bertolini trabajó, desde Buenos Aires, en proyectos norteamericanos. La animación empalmó notoriamente con la creatividad en televisión, cuando la tecnología era aún incipiente, no había aún efectos especiales, y la única manera de “mover las cosas” era la animación. 
Es difícil olvidar historias animadas tan identificadas con nuestra experiencia como televidentes como las ardillitas de Ginebra Llave, los alemanes de Bieckert y los gatitos de las lanas San Andrés. Este último dibujo animado, de 1964, marcó también la entrada en el mercado de otro maestro de la animación, Manuel García Ferré, autor también de inolvidables historias publicitarias como las de Mantecol y los quesitos Adler, que alternaron en la televisión y las revistas con Anteojito, Antifaz y Calculín.
Años de crisis publicitarias recurrentes debilitaron la energía de la animación, hasta que una emprendedora con talento y energía, Rosanna Manfredi, al frente de la agencia especializada Encuadre, volvió a poner a la especialidad en el mapa, no sólo del país sino también del mundo, a través de la exportación. Manfredi es responsable de los festivales internacionales de animación Expotoons, que despegaron en 2007 y que, en sucesivas y crecientes ediciones llegó hasta nuestros días. Para Manfredi, “en un mundo audiovisual la animación es un lenguaje universal”.
Ya de regreso, Federico Moreno Breser añade que la charla en la academia de San Francisco fue sólo un punto de partida. “Mantuvimos varias reuniones profesionales y encuentros de negocios con empresas interesadas en invertir en Argentina, y presenciamos las jornadas de grabación de la serie Colony, de Universal, en cuya nueva temporada estamos colaborando con el maestro Campanella. 

Alberto Borrini

Por Alberto Borrini

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