Graduado como arquitecto por la Universidad de Buenos Aires, en 1956 ingresó como ejecutivo de cuentas a la agencia porteña de publicidad Berg, Henderson & Cía., de la que llegaría a ser presidente del directorio y director y gerente general.

Ya en 1970, fue el principal gestor de la asociación de Berg, Henderson con Ogilvy & Mather Internacional. De este modo, la compañía pasó a llamarse Ortiz, Scopesi & Ratto & Ogilvy & Mather. Allí trabó intensa relación con clientes como Compañía Nobleza de Tabaco (filial argentina de la British American Tobacco, hoy Nobleza Piccardo), Shell, American Express y Lever, del conglomerado Unilever, entre otras.

No obstante, nunca dejó completamente de lado su actividad como arquitecto sino que por el contrario, mantuvo una intensa actividad académica en diversas instituciones -en el momento de su deceso, era catedrático de la Universidad Argentina de la Empresa-, tanto en el ejercicio de la docencia y la investigación como ocupando diferentes puestos en entidades gremiales y, sobre todo, manteniendo un intenso ritmo de publicaciones.

Sus restos fueron inhumados ayer en el Cementerio Británico, en Chacarita, Buenos Aires.