Lo conocí en los comienzos de los 80. Era y será un prócer de la publicidad en la pujante Córdoba. Por aquel entonces, además de conducir Rombo Velox –agencia líder en esa ciudad–, era el presidente de la Asociación Cordobesa de Agencias de Publicidad.
Durante mucho tiempo, primero Juan Gujis y luego Juan y yo, viajábamos a presentar el reel anual de ganadores del Clio Awards, cuyo representante en el país era la revista Mercado. Eran tiempos sin internet ni redes sociales, cuando era muy difícil apreciar una selección de los mejores spots del año en el mundo. Arturo organizaba un par funciones en el cine principal de la ciudad y todas con el cartelito “sala llena”. Era un acontecimiento social.
Arturo fue un gran tipo, delgado, de aspecto juvenil y a la vez muy serio. Recuerdo cuando nos contó que había nacido su primer nieto y toda la felicidad de aquel momento.
Hace unos pocos años estuvo en una gala de los Effie Argentina. Se vino desde su Córdoba a retirar un Oro junto a su cliente Tarjeta Naranja.
Me había ilusionado con reencontrame con él en unos días en Buenos Aires ya que recibiría el Golden Brain, la distinción por trayectoria que entrega anualmente la Fundación Atacama. Ese día, el 16 de noviembre, con Juan y los demás Golden Brains recordaremos a una gran persona: Arturo Tarrés.
Jorge Raúl Martínez Moschini