-¿Qué le interesa sumar a la conversación dentro del festival El Sol?
-La mayor parte del trabajo que realizamos en nuestra industria no es muy valioso. Eso está haciendo que, en muchos casos, las marcas vean la publicidad como un mal necesario, que se valora principalmente en función del costo. Es necesario que las agencias vuelvan a tener un rol estratégico y que la creatividad marque diferencias sustanciales en los resultados comerciales. Los festivales pueden y quizás deben tener un rol en ese proceso.
-¿Qué deben premiar los festivales?
-La brillantez creativa y estratégica de las agencias, y la valentía y el criterio de los anunciantes.
-¿Qué va a estar buscando en los trabajos que juzgue en El Sol?
-Relevancia para el público. Marcas haciendo cosas que la gente quiera ver, que destaquen del inmenso ruido pero no a través de la presión de los medios, sino del verdadero interés. También marcas que se sepan comportar en los canales que utilizan, sin polucionarlos.
-¿Cómo ve la situación del festival dentro de la industria?
-El Sol lleva mucho tiempo siendo un festival de referencia en Iberoamérica. Hace algunos años se tomó su vocación internacional en serio, y empezó a contar con jurados muy diversos, aumentando la proporción de americanos frente a españoles. Siento que eso lo enriqueció y lo hizo crecer. En España ha servido habitualmente de inicio de temporada de festivales, y muchas veces ha marcado la referencia de cómo le podía ir a un trabajo en Cannes u otros.
-¿Cómo se preparan desde Havas Tribu para El Sol?
-Para esta edición tenemos ya varios trabajos, y alguno más en proceso. Uno de ellos, El botín que me sobra, fue una campaña modesta pero inteligente y audaz, que sirvió para costear la participación en el mundial de México a la Selección de Fútbol para Amputados de Costa Rica, que llegó a conocerse en toda la región a través de la prensa.
-¿En qué piensa que lo beneficia juntarse con la gente de la región?
-Nos guste o no, un juzgamiento creativo tiene importantes elementos subjetivos. Pero esa subjetividad y diferencia de criterios con los otros jurados, si se percibe con madurez y apertura, te hace valorar los trabajos de una forma mucho más completa.
Hace muchos años comprobé que uno puede aprender algo de cualquiera, incluso de la persona más inesperada. Juntarse con personas de la talla de los demás jurados estoy seguro de que será una experiencia muy enriquecedora.
