Desde la llegada de Gustavo Martínez para asumir como ceo global de JWT y la posterior llegada de Stefano Zunino para liderar la operación en Latinoamérica, las distintas oficinas de la región protagonizaron diversos cambios como parte de un proceso de reestructuración de la red.
Por un lado, la sede argentina vio llegar a Vanina Rudaeff para reemplazar en la presidencia a Sergio Belgrano; en México, Polo Garza asumió nuevamente funciones operativas en lugar de José Luis Betancourt; en Colombia Rodolfo Borrell fue nombrado vicepresidente creativo y, en Perú, llegó el español Miguel Oscariz para desempeñarse como ceo, tras la salida de Milagros Plaza, luego de más de 14 años en el puesto.
Licenciado en Ciencias Económicas, y con una especialización en Marketing en la Universidad Central de Barcelona, Oscariz comenzó su carrera como ejecutivo de cuentas del panel de consumidores en TNS. Luego se desempeñó del lado de las empresas anunciantes. Primero en una compañía española comprada por Novartis para lanzar en España una nueva marca, y luego en Grupo Danone, en la división Galletas. Su primer trabajo del lado de las agencias fue en McCann, como director de servicios al cliente. Luego estuvo a cargo del lanzamiento de la oficina barcelonesa de BSB, una red del Grupo Bates, creó su propia agencia, que en 2005 se incorporó a Euro RSCG y fue gerente general allí hasta 2011.
“En marzo de 2014, Gustavo Martínez, a quien conocía de mi paso por McCann, donde habíamos coincido, me contó lo que quería hacer en JWT y me pidió que hablara con Stefano Zunino, quien me explicó sus planes para Latinoamérica y, concretamente, para Perú y decidí aceptar el reto de incorporarme al proyecto”, comenta Oscariz. “Tanto Gustavo como Stefano son personas con las ideas muy claras, con un objetivo bien definido y estratégicamente brillantes. Con una pasión y liderazgo poco comunes. Que tus jefes sean profesionales de este nivel para mí es un lujo y un aspecto muy importante al tomar la decisión”, agregó.
Con respecto a los objetivos con los que llega a JWT Perú, Oscariz asegura que busca el crecimiento mediante la transformación de la agencia de un modelo tradicional a uno que ofrezca soluciones integradas e innovadoras para construir marcas sólidas. “Romper las barreras, cambiar la forma de pensar y trabajar. Hay todo un proceso de cambio en las relaciones entre las marcas y la gente al que no solo no debemos resistirnos, si no que debemos liderar buscando nuevas fórmulas de relación. En el ADN de JWT está el ser pioneros, y eso es lo que vamos a intentar hacer en Perú. Ilusión y talento no faltan, ya que me he encontrado un equipo muy motivado, abierto a la transformación y con muchísimo talento, desde Javier Graña -el director general creativo- pasando por Paola Tealdo en planificación, Renzo Celis en digital, etcétera”, añadió el ejecutivo.
Para finalizar, destacó que definir claramente el objetivo, la estrategia correcta para alcanzarlo y hacer que toda la organización vaya en la misma dirección son los ingredientes para el éxito del proyecto. “En mi caso, haber estado a ambos lados de la mesa, como responsable de marketing y como agencia, creo que me ayuda en la capacidad de entender al cliente y ofrecerle la mejor solución. También, el venir de otro país creo que hace que uno sea más abierto. Y falta el ingrediente final, la ilusión, y yo vengo con toda la ilusión del mundo”, concluyó.
