Pablo Di Meglio es un consultor especializado en marketing y publicidad digital, nacido en Argentina y actualmente radicado en Colombia. Adlatina mantuvo con él una charla acerca del presente del marketing digital en Latinoamérica, entre otros temas.

Las actividades de Di Meglio no se limitan a su labor de consultor, sino que también es conferencista y speaker y asiste con frecuencia a congresos y encuentros internacionales, además de desempeñarse como profesor en distintas instituciones. En abril, dará una conferencia titulada “El marketing y la publicidad son móviles” en el V Congreso Internacional de Mercadeo y Publicidad Digital organizado por IAB Colombia.

En diálogo con Adlatina reflexionó acerca de ese encuentro, al que se refirió como un contexto propicio para impulsar un nuevo marketing, más cercano al negocio de las compañías. Para Di Meglio, el gran desafío sigue siendo “mostrar que el marketing y la publicidad no son un gasto, sino un aliado estratégico que puede brindar soluciones de negocios”. Con respecto a otros eventos (como Cartagena Inspira, que tendrá lugar en a fines de septiembre e incluirá la primera entrega de los premios Effie Latinoamérica) Di Meglio afirmó que es necesario apoyarlos porque son una oportunidad para compartir con colegas y “abrir los ojos a cosas que pasan en la industria en general”. Sin embargo, también señaló que la industria necesita discutir más: “Hace falta crear debates que generen valor, debatir acerca de cómo hacemos para que esto siga creciendo, cómo hacemos para generar valor para los anunciantes”.

En cuanto al marketing digital en la región, Di Meglio afirmó que las economías más grandes (México, Brasil) son las que están mejor posicionadas, aunque Colombia no deja de ofrecer importantes oportunidades.

–¿Por qué eligió radicarse en Colombia?

–Hubo un motivo en  lo personal, ya que mi mujer es de Colombia, pero más allá de eso fue una cuestión de oportunidad laboral. En Argentina trabajé en una agencia de marketing digital que trabajaba con clientes de Latinoamérica, por lo que conocí mucha gente de la región.

Colombia es un país con muchísimas oportunidades, que en los últimos años creció exponencialmente. Muchas ciudades colombianas se expandieron como nunca antes, al igual que la tecnología digital que crece a una velocidad increíble. Habiendo tenido experiencia en mercados más grandes, como México, pude aprovechar mejor las posibilidades que me ofrecía Colombia. En 2015 la inversión publicitaria bajó, pero el mercado quiere seguir creciendo en lo digital. Más allá de la crisis, hay intención de seguir invirtiendo, y ante la necesidad de limitar el gasto los anunciantes privilegian lo digital sobre otros medios. 

–¿Qué cambios hubo en 2015 en marketing digital y social media, y cuáles se vienen para 2016?

–En Latinoamérica, los que más crecieron en la tecnología digital y mobile fueron los mercados más grandes. Algunas economías más reducidas están un tanto más rezagadas. Más allá de eso, una gran parte de la responsabilidad es de los Estados, para que internet llegue a toda la población. Hoy en Latinoamérica un 70% de la población tiene acceso a una conexión a internet. En los próximos años habría q llegar al 90% de conexión, no sólo por necesidades de la industria publicitaria, sino por cuestiones de educación y calidad de vida. Es responsabilidad de todos, también de los actores privados.

Después de una primera revolución, que fue la aparición de internet, puede decirse que vino una segunda ola, con el surgimiento y la expansión de las redes sociales. A grandes rasgos el cambio principal fue que se pasó de un internet más bien unidireccional a uno más colaborativo, social. Hoy podemos decir que estamos en una tercera ola de lo digital, en la que el desafío es cómo se lleva eso a lo mobile. Hoy el celular es la pantalla principal, lo vemos hasta 200 veces por día. Yo, por ejemplo, ya no prendo el televisor, todo lo hago a través del celular y la tablet. El desafío para las empresas es crear soluciones y contenidos a medida, especialmente pensado para ese ecosistema.

–¿Qué desafíos plantea el bloqueo de publicidad al marketing digital y social media? ¿Es una amenaza real para anunciantes y medios?

–En Latinoamérica no se difundió tanto el adblocking como en Estados Unidos y Europa, donde según algunas estadísticas el 35% de los usuarios recurre a esas herramientas. En Latinoamérica el porcentaje de personas que usan adblocking es mucho menor, pero definitivamente es una cuestión para tener en cuenta y prestar atención. Algo está pasando y tenemos que escuchar al usuario. En un día, una persona puede ser impactada por cinco mil mensajes publicitarios, porque la  publicidad está en  todos lados. Es mucha, por lo que es entendible que los usuarios quieran bloquearla. Desde los medios, creo que es importante entender que hay otras maneras de monetizar contenidos y audiencias. Por ejemplo, cobrar por el contenido sin publicidad, como lo hacen Netflix y Spotify. Desde las empresas, una clave es pasar de un modelo publicitario a uno de creación de valor y negocios. Nike ha dado un paso importante en ese sentido, con su app Nike Plus, que le brinda una  solución a sus usuarios y genera ingresos a la marca. Estos cambios no significan que la publicidad va a morir, pero hay que tener en cuenta que la publicidad es una parte de la relación de la empresa con los consumidores, no todo.

–Desde su rol de profesor ¿Qué podría decir acerca de un panorama regional de la  formación de nuevos publicitarios?

–Creo que estamos en un momento bueno en educación de mercadeo y publicidad, aunque todavía falte mucho por mejorar. Pero, por ejemplo: hace ocho años me quise meter en el mundo digital y no había instituciones que ofrecieran cursos sobre la relación entre las nuevas tecnologías y la publicidad, así que tuve que hacer cursos de programación. Hoy en cualquier país de Latinoamérica se puede acceder a muchos cursos y diplomados sobre publicidad y marketing digital, no sólo presenciales, sino también a través de internet.

Creo que lo que hay que impulsar es el desarrollo de modelos de educación enfocados en la práctica. Lo más importante es hacer. Es una autocrítica para quienes están en el mundo académico: la teoría y la inspiración son necesarios, indudablemente, pero lo decisivo es crear modelos prácticos.