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ESTUDIO DE ACCENTURE: LA BRECHA DE GÉNERO

Según un estudio, por la pandemia disminuyeron los ingresos de las mujeres

El estudio que elaboró la consultora junto a W20 muestra cómo la pandemia afectó más a las mujeres en su economía, su salud y su inclusión digital, entre otras cosas. Además, identifica diez medidas para cerrar la brecha de género 59 años antes.

 Según un estudio, por la pandemia disminuyeron los ingresos de las mujeres
El informe muestra un cronograma para la igualdad de género: antes de Covid-19, pronóstico de tendencias actuales y escenarios de compromiso del G20.

Para comprender mejor la situación actual y su impacto futuro, Accenture y el W20, realizó una encuesta a 7.000 adultos en siete países para explorar el impacto directo e indirecto de la pandemia de covid-19 en la vida y los medios de subsistencia de las personas.

Entre los principales resultados del informe se muestra que los ingresos de las mujeres han disminuido casi dos tercios más que los de los hombres, con una caída media del 16,5% desde el inicio de la pandemia, en comparación con la caída del 10,1% de los hombres. Además, entre quienes tenían empleo cuando comenzó la pandemia, el 5% de las mujeres está ahora sin trabajo, mientras 2,8% quedó desempleado.

En cuanto a la vida familiar, las madres están dedicando una hora y 20 minutos más al día en el cuidado de niños, lo que representa un aumento de 29%, mientras la proporción de mujeres con acceso a salud cayó a la mitad, de 69% antes de la pandemia a sólo 32%, producto de la crisis.

Según explicó Nicolás Goldstein, presidente ejecutivo de Accenture Chile, “el 42% de las de las encuestadas cree que su gobierno no ha tenido en cuenta el impacto de la crisis en las mujeres. Otro 44% cree que las mujeres sufrirán más que los que los hombres. Y de cara al futuro, el 31% de las de las encuestadas cree que la pandemia ha hecho retroceder el progreso hacia la igualdad de género al menos diez años. De acuerdo con la investigación del W20 y Accenture, la pandemia ha aumentado en 51 años el tiempo que tomaría alcanzar la igualdad de género”.

 

Las diez áreas en las que hay que tomar acción

Salud: Garantizar la salud de las mujeres también puede impulsar la estabilidad económica por su impacto directo en los ingresos de los hogares, el mercado laboral y las condiciones de trabajo. Las mujeres que conocen bien y tienen acceso a los servicios sanitarios que necesitan tienen menos probabilidades de sufrir violencia doméstica y tienen más probabilidades de participar en la sociedad, buscar el empoderamiento económico y perseguir sus propios intereses.

Educación: Garantizar que las mujeres y las niñas tengan acceso a la educación, incluido el aprendizaje en línea y que puedan participar en la formación con especial atención a la educación técnica y profesional, las cibercapacidades y las oportunidades de aprendizaje permanentes mediante un aumento significativo de la inversión en infraestructura social. El estudio concluyó que las mujeres con educación universitaria sufrieron en promedio un 15% de reducción de sus salarios, mientras quienes no contaban con esos estudios, tuvieron una reducción de 18%. 

Inclusión digital: Aumentar el acceso de las mujeres y las niñas a la tecnología digital, especialmente en zonas remotas y rurales, invirtiendo en infraestructura, conectividad de alta velocidad y formación para mejorar las habilidades. Producto de la pandemia, la necesidad de usar internet ha aumentado entre las mujeres. De acuerdo con el estudio, la proporción de mujeres que dice depender de Internet por razones personales ha aumentado un 34% en todo el mundo desde que estalló la pandemia. Y la proporción que depende de Internet para trabajar desde casa ha aumentado un 52%.

Inclusión financiera: Desarrollar, en colaboración con instituciones financieras y bancos públicos y privados, productos financieros digitales innovadores, de fácil acceso para aumentar el uso de las mujeres de los servicios financieros. La inclusión financiera desempeña un papel fundamental en el empoderamiento económico de las mujeres. El estudio mostró que 97% de las mujeres con intereses en el emprendimiento necesitan fondos, pero 45% espera que sea un gran desafío conseguirlos. Globalmente, los hombres también tienen más probabilidades de haber pedido dinero prestado (12% más probable), ahorrado dinero (15%) o realizado un pago digital (17%). Esta exclusión financiera puede afectar a la capacidad de las mujeres para influir en las decisiones de compra del hogar o incluso controlar cómo se gastan sus propios ingresos. Casi la mitad de las mujeres encuestadas (45%) utiliza más internet para gestionar su dinero y las finanzas en comparación con antes de la pandemia.

Inclusión en la fuerza laboral: Adoptar una presupuestación con perspectiva de género informada por evaluaciones del impacto de género para garantizar que las medidas de recuperación de la pandemia fomenten una fuerza laboral inclusiva. El FMI proyecta que cerrar la brecha de género en la fuerza laboral podría aumentar el PIB de los países emergentes en un 35%. Sin embargo, las mujeres tienen un 27% menos de probabilidad de ser activas laboralmente, respecto de los hombres, una figura que se ha mantenido sin variaciones desde el año 2005. Según el estudio de Accenture y el W20 las mujeres son menos propensas que los hombres a sentirse incluidas en el lugar de trabajo. Antes de la pandemia, el 55% de las mujeres decía que tenían al menos “cierta influencia” en las decisiones de sus equipos, en comparación con el 65% de los hombres. Producto de la pandemia ese escenario se ha agravado. De acuerdo con el reporte, la proporción de mujeres que se siente segura con su trabajo e ingresos cayó dramáticamente de un 72% pre pandemia a un 38% durante la crisis. Además, sólo 46% se siente incluida en su lugar de trabajo, mientras antes de la pandemia ese ítem alcanzaba un 55%.

Trabajo no remunerado: En todo el mundo, las mujeres realizan la mayor parte del trabajo no remunerado, como el cuidado de niños, personas mayores y otras personas dependientes, enfermas o con discapacidades en el hogar. También incluye actividades más amplias de gestión del hogar, como limpiar, cocinar y lavar.  La encuesta revela que las madres gastan 1,3 horas más al día en el cuidado de sus hijos, lo que supone un aumento del 29% respecto a los niveles anteriores a la pandemia. Además, las mujeres declaran dedicar 2,3 horas más a la semana a otras tareas domésticas, como cocinar y limpiar, lo que supone un aumento del 21% respecto a los niveles prepandémicos.

Protección de los ingresos: Se debe prestar especial atención a los trabajadores esenciales, los de tiempo parcial, los autónomos y los grupos vulnerables, en particular los de los países de bajos ingresos. En el estudio, el 13% de las mujeres con empleo remunerado que respondieron a nuestra encuesta trabajan sin ningún tipo de protección de los ingresos; esta cifra se duplica al 26% de las mujeres que trabajan a tiempo parcial. Y dada la naturaleza de la pandemia, es preocupante que las mujeres que trabajan a tiempo completo tengan casi el doble de probabilidades de decir que su contrato garantiza la baja por enfermedad respecto de sus compañeras que trabajan a tiempo parcial (47% frente al 26%). Además, la encuesta pone de manifiesto la mayor vulnerabilidad de las mujeres en el empleo informal. Casi la mitad de las mujeres (49%) que tiene un empleo sin ningún tipo de protección de los ingresos dijo que ahora se siente insegura en su trabajo e ingresos actuales, frente al 16% antes de Covid-19. Más de la mitad (51%) de estas mujeres que trabajan informales dice que sus ingresos han disminuido, y el 43% que “nunca” o “rara vez” disponen de ingresos, frente al 17% antes de la pandemia.

Liderazgo: Garantizar urgentemente la representación equitativa de las mujeres en todos los niveles de toma de decisiones en los organismos políticos y económicos nacionales y mundiales de los sectores público y privado. De acuerdo con el informe, 52% cree que los hombres tienen más posibilidades de alcanzar puestos de liderazgo en sus países. Sólo 13% dice que las mujeres tienen más oportunidades. Incluso entre los encuestados de entre 16-24 años, el 45% cree que los hombres tienen ventaja frente al 17% que cree que las mujeres la tienen. Las razones que sugieren las mujeres para esta disparidad incluyen expectativas sociales y culturales (54%), la discriminación (49%) y la percepción de “cómo luce un buen líder” (40%).

Emprendimiento: Desarrollar y financiar planes de acción para estimular la participación de las mujeres en el espíritu empresarial y la innovación, mediante el apoyo a startups, en su puesta en marcha, ampliación y la sostenibilidad, especialmente en el ecommerce y la economía digital. Dos de cada cinco mujeres desean comenzar un negocio de los próximos cinco años. La mayoría de estas mujeres ya tiene un empleo, pero más de un tercio (35%) no, y el 21% son madres solteras. El impulso para convertirse en empresarias surge del deseo de ser sus propias jefas (50%), buscar más flexibilidad en su vida laboral y familiar; y querer tener un impacto duradero en la sociedad (36%). Los factores que influyen en la capacidad de las mujeres para crear, financiar y hacer crecer las empresas se pueden agrupar en tres grandes áreas. En primer lugar, hay barreras que impiden que las ideas se pongan en marcha, como el menor acceso a la educación, las redes y la financiación. En segundo lugar, hay obstáculos legales que discriminan a las mujeres.

Data: Financiar la investigación y la recopilación de datos desglosados por sexo sobre el curso de la pandemia. Cuando se produce una crisis como una pandemia, los datos detallados que muestren el impacto por género, en todas las geografías y sectores, pueden ayudar a los responsables políticos a diseñar intervenciones de mitigación y recuperación con perspectiva de género. Muchas mujeres sienten que sus gobiernos han ignorado el impacto de la de la pandemia y la mayoría está de acuerdo con que su gobierno no ha tenido en cuenta el impacto de la pandemia en su género. 

Redacción Adlatina

Por Redacción Adlatina

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