―La obsesión por las ventas inmediatas de la mayoría de las compañías hizo que disminuyeran las campañas publicitarias de posicionamiento de marcas en la última década. ¿Qué puede suceder en el futuro inmediato con “clima” pospandémico? ¿Habrá nuevos reposicionamientos?
―Brian Chesky tiene una frase que captura a la perfección el mindset que debe abrazar la nueva generación de marketers: “To scale, do things that don’t scale”, en esta época en que las compañías han ido directamente en búsqueda de la velocidad y la eficiencia en lugar de centrarse en el ser humano para crear una conexión real y una lealtad más allá de la razón.

―¿Se está pensando más en sustentabilidad? ¿Hay mayores presupuestos para esta disciplina luego del informe de la ONU sobre el calentamiento global y las predicciones desalentadoras?
―Ante este contexto, las compañías deben afrontar decisiones importantes. Pero antes de invertir en crear iniciativas es clave que definan un discriminador claro. Empezando por la elección de un territorio, que les permita diseñar el área de acción: elegir qué temas, bajo el paraguas más amplio de sostenibilidad, deben ser responsabilidad de una marca o categoría en cuestiones de sostenibilidad y qué temas deben dejarse a otras partes de sus negocios.

―¿El ciudadano común tendrá cambios de hábitos a la hora de consumir?
―Se esta dando una aceleración digital en dos niveles. El primero es a nivel consumidor, impulsada por las compras online en pandemia que no volverán atrás. El segundo, a nivel educativo, con plataformas de elearning across todas las edades. A nivel macro, la pandemia impulsó un gran cambio que tiene implicancias para las marcas de consumo masivo, porque la gente está buscando productos que tengan la palabra health en el centro, que está dejando de ser un vertical para pasar a ser un transversal a todas las marcas y productos, en un contexto de consumidores que están más preocupados por la salud y que empiezan a demandar productos que puedan brindarles seguridad.