“Siento enorme gratitud no sólo por haber sido distinguida, sino también por cada paso que di en el camino, cada decisión que tomé y, sobre todo, agradecimiento a las personas y maestros que tuve el placer de cruzar, conocer, compartir y capitalizar relaciones que trascienden lo laboral”: así comenzó el diálogo con la Leading Women Argentina 2022.
Ana Paula Pavese tiene más de veinte años de trayectoria profesional y agrega que este premio implica responsabilidad: “La responsabilidad tiene que ver con la visibilidad que conlleva este nombramiento, ya que AdAge y AdLatina son medios muy importantes, respetados y valorados por toda la industria y, de algún modo, aparecer en esta vidriera  tiene un peso y un compromiso de mi persona hacia un público más amplio que el círculo que me rodea”.
Reconoce que haber sido nombrada #LW es “una palmada de ánimo en la espalda, un mimo al alma y excede con creces lo que podía esperar. Todo tiene su momento, y por algo llega ahora: me encuentro estable, satisfecha, afianzada, tanto a nivel personal como profesional. Estoy en un momento agradable, de aceptación, de consolidación y también de evolución siempre hacia mi mejor versión”.

─Si bien, hace muchos años que está en PHD, lleva poco tiempo como CEO. ¿Qué características considera que debe tener un líder? ¿Cuáles son sus claves para liderar?
─Es fundamental escuchar activa y atentamente. Liderar es una práctica y un aprendizaje constante. La apertura, la flexibilidad y sobre todo la disposición a recibir feedback es lo que nos permite crecer en esa búsqueda de desarrollo y mejora. Test, learn & optimize: una líder debe ser resiliente, debe tener autoconfianza y coraje, por ejemplo, para tomar decisiones sabiendo que no todos van a quedar conformes. Un líder trabaja 24/7, como dice Simon Sinek. Sobre todo, un líder debe ser auténtico. Me encanta la frase que dice: El verdadero líder crea nuevos líderes, no seguidores. Hay algo importante que aprendí: la autoexigencia es el peor enemigo que podamos tener: para la autoestima, para establecer relaciones sanas, para equilibrar vida laboral-personal. Esfuerzo, sí; autoexigencia, no. Creo que el liderazgo es, ante todo, un servicio, relacionado a reconocer talentos y capacidades en el equipo e impulsarlo a brillar. Se trata de motivar a que los colaboradores trabajen de forma eficiente y con el corazón contento. Como me gusta decir siempre: cada PHDer desde su rol es una pieza fundamental para mover el gran engranaje y su labor es clave para que la máquina funcione correctamente. La profesión es un camino que debe contribuir a la realización personal y el líder debe velar por eso.

─La retención de talento es un tema que se viene conversando en la industria desde antes de la pandemia. ¿Tiene alguna postura tomada al respecto? ¿Cuál es la mirada de PHD?
─En primer lugar, creo que no hay que pelearse con la situación, ni renegar, ni frustrarse. Entonces, la postura es, ante todo, la aceptación. Aceptar esta realidad es el paso inicial para comprenderla y con la cabeza en frío buscar alternativas. Es verdad, no está nada fácil pensar qué hacer ni cómo, frente a un escenario y unos actores que no dependen sólo de nosotros (las agencias), con lo cual no podemos pretender manejar ni controlar. La mirada de PHD sobre la retención tiene que ver con sostener muy fuerte la cultura (de hecho, creo que tenemos la mayor tasa de reincidentes en el mercado). Mucha gente que se ha ido nos ha pedido volver. Eso nos llena de orgullo y nos indica que estamos haciendo bien las cosas, respecto al clima laboral y las condiciones de trabajo. Hoy el esfuerzo está puesto en que el período de su vida que los individuos pasan en PHD resulte una experiencia humana y profesional enriquecedora. Debido a la crisis de fuga de talentos sin precedentes, que nos excede con creces, trabajar la retención es cada vez más inviable. Hay cosas que ni los beneficios ni el dinero pueden comprar: los tiempos y los deseos de las personas, su fuero íntimo. Las nuevas generaciones tienen una concepción diferente del trabajo y la construcción de carrera, un work-life balance distinto, incluso más sano, con intereses, prioridades y horizontes diversos que los llevan a otros lugares fuera del mundo tradicional de empresa. Por supuesto que esta situación genera un impacto en los equipos, en el servicio al cliente y en el rol del equipo de capital humano, que se transforma en una consultora de reclutamiento en vez de poder dedicar tiempo y energía a sus planes de trabajo. Este último punto me preocupa, porque lo urgente se lleva puesto lo importante, y eso no nos lleva a buen puerto. Estamos trabajando fuerte para salir de ahí y no perder la mirada a largo plazo. Desde CAAM (la Cámara Argentina de Agencias de Medios) es un tema que tenemos en agenda para trabajar en conjunto. Generar, promover y nutrir semilleros lo veo como una buena alternativa. En resumen: aceptar, flexibilizar, y crear nuevas fuentes.

─En una entrevista dijo: “Valoramos la diversidad de pensamiento, la innovación, la curiosidad y, sobre todo, la valentía para, junto a nuestros clientes y partners, enfrentar nuevos desafíos” ¿Puede profundizar en este comentario?
─Hay tantas realidades como puntos de vista. El punto de vista crea el panorama. Esta frase de Ortega y Gasset ilustra la importancia que damos a la diversidad de pensamiento: los aportes individuales son únicos y generan un collage mucho más interesante; los fragmentos hacen un todo mucho más rico, amplio y estimulante. Aunque esté muy segura de algo, me gusta pedir pov y siempre saco provecho de la mirada y la lectura de otro. La apertura genera un terreno abonado para la innovación, y la curiosidad es el disparador para estar en búsqueda constante. Coraje es uno de los valores de PHD, y Make the leap, nuestro lema, refuerza la invitación a estirarnos, superarnos, ir por más, animarse a dar el salto e inspirar a otros a que tomen una actitud de desafío frente al negocio y frente a la vida. El éxito no es definitivo, el fracaso no es fatídico. Lo que cuenta es ―la capacidad de sacar aprendizaje y― el valor para continuar: la cita es de Winston Churchill y el atrevimiento entre guiones, un pequeño gran detalle que osé agregar.

─¿Qué valores destaca de PHD con los que se siente identificada?
─Durante estos catorce años ha habido múltiples cambios y de todo tipo: personas y equipos, tecnología, infraestructura, clientes, medios, visión del negocio, visión del mundo. No obstante, hay algo que no cambió y es el ADN de PHD. Desde el día uno que traspasé la puerta de la agencia, en ese momento el edificio de BBDO Argentina, me abrazó una calidez humana que me acompaña hasta hoy. Me entrevistó primero quien era el director de medios, Daniel Santuccio, y luego, para el OK final, Daniel Melero. Tengo grabada la impresión que me dejó cada uno y con ambos me sentí afín, cómoda, tranquila. Algo dentro de mí dijo: “Es acá, son muy buena gente”. Empecé a trabajar armando un área nueva (research), fui conociendo a cada integrante del equipo y todo me fue confirmando que el lugar matcheaba con mis valores, con priorizar la experiencia interpersonal y la confianza como base de toda relación. Siempre tuve absoluta libertad para cuestionar, proponer y experimentar. Siempre he tenido espacio para equivocarme, aprender, crecer y desplegar alas. Siempre he tenido contención, respeto, empuje y me han tenido la paciencia del mundo. Los valores son lo más importante para sostener una cultura centrada en lo humano, eso es lo que más me atrae y me compromete. La colaboración, además de ser un pilar, es el motor de PHD. Es mucho lo que he recibido en esta casa, es un inmenso capital y hoy, desde mi lugar, intento todos los días transmitir y poner a disposición del equipo todo aquello que pueda contribuir a su crecimiento y su propia realización.

ANA PAULA PAVESE | BIO
En 2008 se sumó a PHD Argentina como research manager, posición que en poco tiempo convirtió en un área de valor agregado clave para todos los equipos de planificación. A lo largo de los años ha trabajado con una amplia variedad de clientes y categorías y ha ido superando desafíos locales y regionales que la llevaron a sumar la responsabilidad de estrategia y la impulsaron a ocupar el lugar de COO en 2016. A partir de 2021, con la expansión de PHD, pasó a tomar la responsabilidad como CEO de la agencia y emprendió nuevos retos.