Negocios > Global | LA ADMINISTRACIÓN OBAMA TIENE FIJOS LOS OJOS SOBRE EL GIGANTE
Redacción Adlatina |

Los vientos antitrust empiezan a soplar sobre Google

El flamante gobierno de Washington, encabezado por Barack Obama, quebró bruscamente una línea trazada por su predecesor al anunciar que endurecería en forma “sustantiva” su política antitrust, “especialmente en lo que respecta a las empresas dominantes”. Los analistas coinciden en que Google estará en la primera línea de fuego, aunque se cree que tiene argumentos de peso para zafar de la acusación

Los vientos antitrust empiezan a soplar sobre Google
Christine A. Varney, del Departamento de Justicia: “La piedra de toque de la política antitrust debe ser la protección del bienestar del consumidor”.

En el nuevo contexto norteamericano, el principal objetivo del giro político de Washington sería, en el tema antitrust, la actuación de Google, afirman varios analistas del mercado. “Los nuevos responsables de la política antitrust van a dedicarse a monitorear las redes de la Web y las plataformas tecnológicas cuyo peso es obvio en la actual situación”, aseguran sin dudar.

En realidad, con esas compañías se produce un fenómeno de bola de nieve: su eficacia atrae más usuarios, anunciantes y desarrolladores de software, y eso incrementa el liderazgo.

“Un ejemplo de eso es la búsqueda en Internet”, dijo Herbert Hovenkamp, experto antitrust de la Universidad de Iowa al diario The New York Times.”Google es una red dominante, como también Microsoft. Las redes con competitivas sólo si alguno llega a tener las mismas posibilidades”, agregó.

 

El veto al acuerdo con Yahoo

Lo que está ocurriendo con Google no es nuevo. Ya el año pasado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos la forzó a abandonar un plan de asociación publicitaria con Yahoo, siempre a raíz de la objeción antitrust. En estos momentos, Google mantiene el 64% del mercado de búsquedas en la Web en Estados Unidos, mientras Yahoo posee el 21% y Microsoft el 8%, según datos de comStore.

En realidad, los funcionarios del gobierno de Obama ya han abierto dos investigaciones basadas en la ley antitrust. Por un lado, el Departamento de Justicia estudia el acuerdo de Google con autores y editores para su servicio de libros, que es mirado por algunos como una violación a esa norma legal. A su vez, la Federal Trade Commission está estudiando si el hecho de que Google comparte dos miembros de su directorio con Apple reduce la competencia, dado que ambas compañías ofrecen al público browsers de Internet y sistemas de operación telefónica.

“No nos sorprende todo esto”, acaba de decir Eric Schmidt, chief executive de Google. “La información es increíblemente importante, y por eso todos los gobiernos del mundo están prestando atención a todo lo que hacemos”.

 

Preocupación para muchos

El poder de Google preocupa, en realidad, a varias industrias, tanto de medios como de publicidad, telecomunicaciones y software. “Pero ser grande, exitoso y ambicioso no constituye una violación antitrust”, precisó Andrew Gavil, profesor de leyes en la Howard University. “Para cometer eso, uno tiene que ser grande y tiene que ser malo. Tiene que ser las dos cosas”.

A menos que Google muestre una clara conducta anticompetitiva, no es fácil que se le trabe un juicio federal importante, dicen algunos observadores. Pero seguirán observándola de cerca. Uno de ellos dijo que pese a todo el control que se ejerza sobre sus actos, no es fácil que se precipite un “caso Google”.

Lo que en cambio seguirá en estado delicado –agregan en medios de la industria tecnológica- es el uso que le dará Google a su motor de búsqueda con respecto a los nuevos negocios. Días atrás, la compañía anunció un refuerzo del servicio Google Profiles, que permite buscar datos utilizando nombres de marcas registradas, cosa que estuvo vedada hasta ahora. El tema es complejo, porque esa modalidad le daría a Google una luz de ventaja sobre Facebook y otras redes sociales.

Christine A. Varney, jefa de la división antitrust del Departamento de Justicia estadounidense, dijo la semana pasada que “la piedra de toque de la política antitrust debe ser la protección del bienestar del consumidor”. De todas formas, algo se yergue para bloquear los ataques a Google: el hecho de que la gran mayoría de sus servicios es gratuita.