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Redacción Adlatina |

El MOCA se viste de Ferragamo

La firma de zapatos se viste de fiesta en su aniversario número 80 con una serie de actos conmemorativos. Entre ellos, se destaca la retrospectiva Leyenda evolutiva 1928-2008, que trata de la historia, valores y la identidad de la marca, en el Museo de Arte Contemporáneo (MOCA) de Shangai.

El MOCA se viste de Ferragamo
Ferragamo vivía obsesionado con la idea de “crear los zapatos más bellos del mundo”.

Quien no recuerda a Marilyn Monroe subida en unos zapatos de tacón exclusivos con su pollera volando al viento, o a Audrey Hepburn combatiendo su altura con unos zapatos planos diseñados especialmente para darle unos centímetros más, o las primeras plataformas de la historia usadas por Judy Garland. Todas estas imágenes están relacionadas con un famoso diseñador: Salvatore Ferragamo.

Formado en Nápoles, este zapatero aterrizó en Hollywood, un lugar donde el glamour era la razón de ser de una industria repleta de trajes largos y humo de cigarrillo; y pronto se convirtió en el “zapatero de las estrellas”.

Por eso hoy, luego de 80 años de trayectoria, la marca de zapatos y moda celebra su aniversario con una exposición –titulada Salvatore Ferragamo: Evolving Legend. 1928-2008- que recoge la estrecha relación entre Ferragamo y el celuloide a través de los diseños que éste creó para Hollywood, diseños que siempre fueron su especialidad. También aprovecha el aniversario para presentar a nivel mundial nuevos productos.
“Fue mi marido Salvatore el que se hizo famoso en California, primero en Santa Bárbara y luego en Hollywood, creando calzado para las mujeres más bellas del mundo, las estrellas del joven cine americano. La ocasión tiene para nosotros tanto significado que, por primera vez, se ha decidido presentar una retrospectiva no sobre la historia del hombre Salvatore, sino sobre la empresa creada por él, su identidad, los valores sobre los que se formó, sus creaciones”, dice Wanda Ferragamo, la mujer del fundador.

La exposición invita a los visitantes a embarcarse en un viaje volviendo atrás en el tiempo para atravesar de nuevo los 80 años de historia y éxitos de la marca a través de sorprendentes instalaciones visuales. Están expuestas 300 de sus valiosas creaciones, junto con esbozos y patentes originales. La muestra es “un nuevo recorrido por la increíble variedad de su trabajo, su infinita creatividad, su exquisita habilidad de artesano, su estrecha relación con el mundo del cine hasta el crecimiento imparable de la firma con el paso de los años”, dijo un periodista italiano.

La relación del zapatero con el cine fue evidente desde sus inicios. De Lauren Bacall a Katharine Hepburn, pasando por Sofia Loren o Marilyn Monroe -quizás la más famosa y mimada de sus clientas- todas le escogieron. Porque Ferragamo es el hombre que inventó el zapato tal y como hoy se lo conoce. Fue el creador de las plataformas, las cuñas, las bailarinas, las suelas de corcho, los tacones metálicos y el made in Italy. Hoy todavía, los diseños de esta casa siguen en las primeras planas. La Evita encarnada por Madonna en el film del mismo nombre, al igual que Nicole Kidman en el papel reciente de la fotógrafa Diane Arbus, son sólo alguno ejemplos de las afortunadas recientes que se han calzado unos ferragamos en la gran pantalla.
Y la influencia de Ferragamo en el mundo del diseño también es muy fuerte. Basta mirar las páginas revistas de moda plagadas de plataformas, a todas esas mujeres en la calle que imitan el estilo de Audrey Hepburn, usando las famosas bailarinas. Sin él, es probable que tampoco hubieran existido Manolo Blahnik, ni Christian Louboutin, ni siquiera Roger Vivier. Esto es, los “zapateros de las estrellas”, 80 años después del made in Italy.

Un creador de estilo

La empresa nació en Florencia en 1928 y pronto se convirtió en una de las más célebres marcas de lujo italiana en el mundo. Pero su historia data de aún más atrás, al principio del siglo cuando su fundador Salvatore Ferragamo deja su pequeño pueblo natal en el sur de Italia para irse, junto con otros italianos, a los Estados Unidos. Él siempre quiso forjarse un nombre en Hollywood, haciendo a mano zapatos a la medida para las estrellas de cine que empezaban sus carreras.

La creatividad del zapatero, la fina artesanía de su trabajo y el incomparable confort de sus zapatos pronto hicieron de esta marca un sinónimo de diseño original, alta calidad y horma perfecto.
Sin embargo Ferragamo sólo se convirtió en una marca hot después de que regresó a Italia en 1927 y se estableció en Florencia. Ahí, el sueño de un hombre dio vida a una compañía que empezó a producir más de 350 pares de zapatos cada día y a emplear a más de 750 zapateros trabajando en fábricas con los últimos avances tecnológicos. Y comenzó a producir zapatos exclusivos para las celebridades del cine como Greta Garbo, Audrey Hepburn y Marilyn Monroe.

En los años 30 y 40 cuando el cuero llegó a ser escaso, el diseñador napolitano hizo unos zapatos únicos experimentando con materiales más fácilmente disponibles, como el corcho y el celofán. Él patentó estilos que cambiaron el curso de la historia del diseño del calzado, como la plataforma de corcho y la sandalia invisible con el empeine hecho de hilo de pesca de nylon.
Después de la Segunda Guerra Mundial, estrellas de cine, la realeza y el jet-set internacional empezaron a acudir al Palazzo Spini Feroni, un edificio medieval en el corazón de Florencia y casa matriz de la compañía desde 1938, para asistir a pruebas y hacer pedidos personales. Iban allí para solicitar zapatos extraordinariamente originales y de alta calidad.

Después de la muerte del diseñador en 1960 la marca mantuvo su prestigio y reputación. Un nuevo capítulo comenzó gracias a la capacidad de su esposa Wanda y sus seis hijos, de quiénes la perspicacia para el negocio y sus fuertes valores desarrollaron la marca aún más e incluyeron la expansión tanto de la red de distribución como la de la gama de productos.

Hoy, Ferragamo cuenta con más de 500 tiendas alrededor del mundo y factura más de 630 millones de euros por año. Y desde 1995, abrió un Museo a su nombre. Este sería una retrospectiva con los productos más emblemáticos de la marca: calzado, carteras, indumentaria, foulard y alhajas, además de distintos materiales y cueros que utilizaba el italiano para sus creaciones, junto a las hormas en madera de los pies de sus clientes más famosos.