Publicidad > Argentina | AMBOS RESPONDERÁN A LOS DGC DE LA AGENCIA, PABLO GIL Y SEBASTIÁN GARÍN
Redacción Adlatina |
Con 35 de edad y 17 de trayectoria, Diego Rubio forma parte del staff de Grey desde hace cuatro años, mientras que Francisco Coco Olivera se incorporó a la agencia durante 2007. Juntos, llevan apenas seis meses de trabajo.
Con anterioridad, Rubio formó parte de los equipos creativos de Ratto/BBDO y Ogilvy & Mather. Por su parte, previo a su llegada a Grey, Olivera trabajó en Del Campo Nazca Saatchi & Saatchi, JWT Argentina y Publicis.
Consultado por adlatina.com, Olivera opina que asumir esta nueva responsabilidad significa “contar con un voto de confianza muy grande por parte de Sebastián Garín y Pablo Gil”. Y que, justamente, la presencia de los actuales directores generales creativos de Grey Argentina le aporta tranquilidad, seguridad y ganas de aceptar el desafío.
Para Rubio, la dirección creativa implica enfrentar las dificultades de tener, a partir de ahora, gente a su cargo. Puntualmente, “aprender a escuchar y saber reconocer una buena idea aunque no sea de uno”.
Olivera identifica como referentes publicitarios argentinos a dos creativos de nombre Carlos: Baccetti y Bayala (actuales responsables de la creatividad de El Cielo y Madre, respectivamente). Además, se confiesa admirador del trabajo que desarrolla la agencia Crispin, Porter + Bogusky. Por su parte, Rubio admite no tener referentes, aunque asume que le agrada la publicidad inglesa.
Ambos creativos han sido responsables de trabajos premiados en Cannes, Clío, D&AD, El Sol, Fiap y Diente. Algunos de los resultados de su desempeño como dupla en Grey pueden verse al pie de esta nota. Tal es el caso de la campaña gráfica regional de Downy, un cartel de vía pública de Maestro Limpio emplazado en las calles mexicanas, otra gráfica de Covergirl publicada en Estados Unidos y la campaña de la Copa Dietrich de Golf 2007.
“Uno está acostumbrado a pensar las cosas fijándose en lo que vive día a día –explica Olivera respecto de los últimos trabajos desarrollados por la dupla para algunas de las marcas de Procter & Gamble y otros clientes regionales–. Pero el hecho de trabajar para la región obliga a pensar de manera más simple y en un lenguaje internacional. Es un muy buen entrenamiento”.