Publicidad > Argentina | EL LIBRO RECOMENDADO
Redacción Adlatina |
En 1988, Paul Johnson publicó Intelectuales. Ahora acaba de aparecer, en inglés, Héroes. Y en 2006 llegó la versión en español de Creadores, el texto que recomendamos. En el primero de esta trilogía, Johnson definió críticamente a los intelectuales como aquellos que piensan que las ideas son más importantes que las personas. En el último, sostiene que la categoría de héroe depende del veredicto del público, que suele ser irracional y cambiante. En el que ahora recomendamos trata de hombres y mujeres de excepcional originalidad.
Para el autor, la creatividad es inherente a todas las personas. “Todos podemos crear y la mayoría lo hacemos de un modo u otro. Y no hay duda de que somos felices cuando creamos”. El problema es cómo sacar afuera y concretar la creatividad. Otro dato importante es que hay muchos grados y aplicaciones de la creatividad. Desde el instinto hasta las construcciones más complejas y admirables. Por otra parte, según Johnson, resulta muy difícil definir la creatividad. Lo que nos queda es ilustrarla y es lo que hace en este texto presentando a grandes creadores. Su hipótesis es demostrar “que todos los creativos construyen sobre los trabajos de sus predecesores”. Nadie crea desde la nada, excepto Dios, según los postulados teológicos.
También para la creatividad son muy importantes los estímulos, y lo demuestra en este texto con ejemplos muy elocuentes. Carlyle requería silencio absoluto. Dickens, en cambio, necesitaba espejos en los cuales imitar las caras de sus personajes. Proust también buscaba el silencio absoluto. Byron sólo trabajaba durante la noche. Handel siempre componía vestido para la corte. Y Disney, en esas ocasiones, necesitaba lavarse las manos hasta treinta veces por hora. Tampoco hay fórmulas creativas. Por eso, la creatividad resulta siempre difícil. Mozart, muchas veces, componía a una velocidad asombrosa, lo mismo que Dickens. A Balzac le daban ataques de escritura lo mismo que a Dostoievski.
Las multiples formas
En este libro, el autor se ocupa de creadores, con talentos sobresalientes o geniales, que trabajaron en las artes, y que ilustran que la creatividad adopta innumerables formas. Del mismo modo que lo hizo Howard Gardner en Mentes creativas (1993), Johnson escogió a notables creadores de varias épocas y en distintos campos. Por caso, Durero, Shakespeare y Eliot. Pero también están los creadores más cercanos a nuestro ámbito profesional, como Tiffany, Balenciaga, Dior y Disney. De Balenciaga rescata la “obsolescencia planificada”, un siglo antes de que se acuñara el término. De Dior el estilo de “épater les travailleurs”. Y de Disney, los valores familiares y el tradicionalismo, puesto que su genio creativo tuvo que ver, esencialmente, con satisfacer la demanda humana del arte popular como entretenimiento.
“Con todo, la experiencia es madre (o algo así como una madre) de la creatividad. Y por experiencia quiero decir la combinación de la observación y el sentimiento que conduce a un momento creativo”
Paul Johnson, además de ser un prestigioso periodista, es un destacado historiador. Porque entiende que escribir sobre la historia no tiene sentido si no se incluyen revelaciones y juicios sobre el mundo que nos rodea.