Publicidad > Estados Unidos | ANTE EL USO CADA VEZ MÁS REDUCIDO DEL SERVICIO
Redacción Adlatina |

AT&T dejó el negocio de los teléfonos públicos

Hace una década seguía siendo una importante fuente de ingresos para las compañías telefónicas. Pero el boom de los celulares —que son más cómodos y no requieren de monedas, entre otros factores— los fue apagando. En los últimos tiempos algunas empresas fueron dejando de lado el negocio, pero ningún golpe fue tan fuerte como esta retirada de la poderosa AT&T.

AT&T dejó el negocio de los teléfonos públicos
Uno de los clásicos teléfonos públicos de AT&T: paisaje que desaparecerá.

Después de varios años de comprobar que el negocio de los teléfonos pagos venía perdiendo clientes, que se pasaban a los aparatos celulares, AT&T Inc. dijo ayer que iba a suspender sus unidades pagas, lo que hará cada vez más difícil hallar un aparato público en las calles.

Los días en que los teléfonos públicos aguardaban a sus clientes en las veredas de cada esquina terminaron hace una década. Las cifras son elocuentres: en 1998 había unos 2,6 millones de esos aparatos operando en todo Estados Unidos, una cifra que ha venido declinando hasta el millón que existe hoy, según datos de la propia AT&T. En cambio, ya hay 250 millones de unidades celulares en manos de la gente en todo el país del norte.

La decadencia de los aparatos públicos tiene larga historia. Hace una década, la empresa Ameritec, de Chicago, que dominaba el mercado de los cinco estados de los Grandes Lagos, trató de desprenderse de los teléfonos públicos, pero no pudo alcanzar un acuerdo. Y cuando Ameritech fue tomada por SBC Communications, los ejecutivos de esta última volvieron a intentar sin éxito la venta.

La compañía, que ahora opera como AT&T, fue eliminando gradualmente el servicio. Ayer se confirmó que los aparatos iban a caer en manos de empresas independientes, en una parte, y que el resto sería retirado sin dudar de las calles.

“Esperamos que los proveedores independientes se llevarán buena parte del negocio”, dijo David Huntley, uno de los vicepresidentes  de AT&T. En estos días, por ejemplo, no hay teléfonos públicos en toda la Michigan Ave, desde el Chicago River hasta Ontario Street.

 

En desacuerdo

No obstante, Mike Simon, presidente de una de las compañías menores, no comparte la opinión de AT&T: “Los teléfonos públicos siguen siendo importantes para la seguridad pública, especialmente en las situaciones de emergencia en las que las redes de los celulares sufren cantidades de interrupciones y sobrecargas del servicio, como ocurrió el 11 de septiembre”, dice. “Ahora estamos tratando de sobrevivir como empresa y proveer un buen servicio, que pienso que es necesario”.

Simon reconoció que el boom de los celulares ha causado una caída fuerte en los aparatos públicos, pero cree que el principal factor de la caída es el crecimiento de los discados sin cargo.

Al retirarse de este negocio, AT&T repite los pasos tomados por BellSouth Corp., que dejó de operar teléfonos públicos hace varios años. “Cuando ello ocurrió, operadores independientes tomaron a su cargo muchos de los aparatos —dice Michael Ward, abogado de Illinois Public Telephone Association. “La salida de Bell South ayudó a los independientes”, agrega.

El hecho de que mucha gente tenga en sus bolsillos o carteras un teléfono celular hace que pocos traten de sacar una moneda de sus bolsillos para hacer una llamada local. Hace cinco años, AT&T dejó de permitir al público hacer llamadas de larga distancia desde los teléfonos callejeros utilizando monedas; la única vía posible pasó a ser la tarjeta de crédito.

Ward sostiene que buena parte de las llamadas que se realizan por teléfono público están causadas por gente cuyos teléfonos celulares dejan de funcionar (por falta de crédito o de carga de batería, o por tener una recepción pobre, sin contar a los que no usan el celular en su vida diaria).

“La industria ha sufrido también por las malas políticas públicas”, sigue Ward. “Algunos municipios quisieron que se retiraran los aparatos al asociarlos con el delito. Nosotros sostuvimos que si hay un crimen en una esquina, no hay que quitar el teléfono sino instalar una cámara de video”.

La decisión de AT&T afectará a unos 65.000 aparatos callejeros que la compañía opera en 13 estados norteamericanos, dijo un vocero de la compañía que tiene base de operaciones en Chicago.

Otra de las que se retiró es Qwest Communications International, la compañía basada en Denver y que perteneciera a Bell, dejando Verizon (de Nueva York) como la única gran empresa que se mantiene en el negocio de los teléfonos públicos.