Publicidad > Argentina | EL ESPACIO DE JORGE DELL’ORO
Redacción Adlatina |
Dígame licenciado.
Frase que solía repetir el Profesor Jirafales a su enamorada doña Florinda en la serie el Chavo del Ocho, y frase que ningún candidato usó para ningunear al actual alcalde porteño.
Pero los porteños asistimos a una campaña donde desde la comunicación política se vio de todo. Denuncia por usurpación de título, un Licenciado trucho haciendo uso y abuso de publicitarismos que lo llevaron a creer que Andy Warhol lo utilizó como modelo o sus afiches donde decía “El pelado trae suerte”. ¿Será que un buen gobierno depende de la calvicie de un gobernante?
Un empresario y representante de la mitad más uno, claro está que de los amantes del fútbol, que bien asesorado hizo la plancha y sus spots de TV eran casi idénticos a los de López Murphy del 2003.
Y no podemos dejar de mencionar a un ex Jefe de Gobierno que reapareció como el Ave Fénix de las todavía calientes cenizas de Cromañon.
Un debate por TV que no alcanzó a 3 puntos de raiting, demostrando una vez más lo poco atractiva que es la política, ni siquiera como espectáculo.
Si evaluamos que a Nina Peloso, mujer de barbado piquetero, ahora devenida en sex simbol, la vieron en el “baile del caño” 4.370.000 personas (43,7 de rating), mientras no hay gas, la generación eléctrica está colapsada y los tacheros hacían cola para cargar un poco de GNC, da para pensar que estamos mal, pero vamos para peor.
Esto no ha hecho más que reafirmar el profundo desinterés de los argentinos por lo público.
El ministro de Educación comenzó tibiamente asumiendo el bajo conocimiento que tiene en la opinión pública, pero abrazado al poder central fue trepando en las encuestas y el mediacoaching de FLACSO dio resultado.
Hace unas semanas que los sondeos de opinión daban claro ganador, pero en política muchas veces salir segundo es un buen negocio. Por eso el piloso ministro y el lampiño alcalde heredero son los que tuvieron que hacer el gasto mediático, mientras el empresario boquense se sentó a ver el espectáculo sin nada que perder.
Así fueron las cosas hasta el domingo 3 hasta las 18, donde la verdadera encuesta arrojó los resultados reales, abriendo la puerta a la batalla decisiva por el gobierno de
El ganador ya no podrá ser espectador. De su estrategia depende en gran medida capturar el 6 % que le faltó para ganar en la primera vuelta. El segundo tendrá que esforzarse más, como pregonaba una empresa norteamericana de alquiler de automóviles en los años ’70 cuando ocupaba esa posición.
Ahora la comunicación política deberá hacer su aporte para saber qué nos proponen los candidatos a gobernar la capital argentina.
Es de esperar que los políticos y asesores hagan buen uso de las herramientas de comunicación y nos den más información y menos espectáculo, la democracia les estará agradecida.