Grupos de consumidores están exigiendo a la FDA (Food and Drug Administration, el ente que controla alimentos y medicamentos en los Estados Unidos) que acelere el proceso de regulación sobre el marketing de las productos alimenticios en el país.
Con la aparición cada vez más frecuente de nuevos avisos y comerciales de aguas, tes y otros productos alimenticios que engrosan el segmento de “artículos de salud”, tales grupos reclamaron a la FDA que actualice su sistema de controlar la publicidad, al que algunos calificaron de “anticuado, quebrado e ilógico”, y le advirtieron que, en la práctica, se estaba impidiendo a los consumidores acceder a la información completa de los artículos.
“La FDA está creando una creciente incertidumbre legal”, se quejó Michael Ruggio, de la American Association for Health Freedom/Alliance for Natural Health. “Es urgente que se disponga de un nuevo esquema regulatorio”, agregó.
Divergencia
Los distintos nucleamientos de consumidores, en una audiencia especial, le señalaron a la FDA que los problemas se incrementan cuando aparecen nuevos suplementos agregados a los alimentos.
Tanto el Center for Science in the Public Interest (CSPI) como el Institute of Food Technologists (IFT) quieren que la FDA reescriba las regulaciones para describir con más claridad las nuevas combinaciones de comida y suplementos. Pero ambos grupos no se han puesto de acuerdo en lo que debería hacer la agencia, o qué comidas deberían ser puestas en la mira.
Barbara Peterson, del IFT, afirmó que el actual esquema regulatorio de la entidad “hace un pobre servicio” a los consumidores al dejarlos con menos información, en lugar de incrementarla.
El Instituto desea que la FDA facilite la forma en que los anunciantes comunican las funciones de sus productos. Para ello, propone que se formen paneles científicos independientes para verificar la veracidad de las afirmaciones, y que recién luego de lo que afirmen los paneles, los anunciantes puedan utilizar esos argumentos en su publicidad.
Según Peterson, “ese mecanismo alentaría la confianza de la gente y constituiría el mejor uso de los resortes de gobierno”.
Mejor es peor
Pero Bruce Silverglade, director de asuntos legales del CSPI, advirtió que un mecanismo como el que propone el IFT acentuaría las diferencias sobre la forma en que la FDA regula alimentos y drogas, y sostuvo que la entidad, “antes que encarar cambios de fondo, debería hacer más claras sus regulaciones y ponerlas en vigor con más fuerza”.
Por su parte, la doctora Barbara Schneeman, directora de la oficina de productos nutricionales de la FDA, informó que la agencia estaba revisando su sistema de regulación de alimentos a raíz de una serie de informes recibidos y una petición del CSPI. “Estamos estudiando una variedad de aspectos que despiertan la inquietud de la gente y sobre los cuales sería importante tener una discusión científica”, concluyó, sin suministrar otros detalles.