Publicidad > Argentina | DIRECTOR DE CINE DE LA SEMANA
Redacción Adlatina |
“El cine es una máquina del tiempo para afuera y para adentro. Un medio mágico”, describió Gustavo Garzón, director de cine de ladobleA, en su diálogo con adlatina.com. Autodefinido como un apasionado del cine, Garzón aseguró que aún tiene fe en la imagen, aunque afirmó: “Se ha pisoteado mucho el cine y el cine de arte -que es el que más me atrae, aquel que te mueve el piso adentro, que te llega hasta la última célula- cada vez tiene menos oportunidades de llegar a las masas”.
Habiendo transcurrido casi la totalidad de su educación y trayectoria como director de cine en Nueva York, Garzón afirmó que en los Estados Unidos es muy difícil saber a qué hispano uno se puede conectar. “Como encontrar un mensaje común es difícil, deciden irse por el común denominador más bajo: hablarle al latino a un nivel muy básico, muy directo y a veces poco creativo”, concluyó.
Garzón trabajó para clientes como Coca-Cola, Pepsi, Bud Light, Volkswagen, Microsoft, Procter & Gamble y Kellogg's y filmó videos musicales para artistas como Shakira, Ricky Martin, Paulina Rubio, Juanes, Gloria Estefan, Vanessa Williams, Julio Iglesias, Crystal Waters, Johnny Cash, Maná, La Ley, Cafe Tacuba, Alejandro Fernandez, Sin Bandera, Oscar De La Hoya y Thalia.
-Adlatina.com: ¿Cómo llegó a ladobleA?
-Gustavo Garzón: A través de recomendaciones. Haberlos encontrado es realmente maravilloso. Es una productora diferente, muy, muy cool, con sentido común, muchas pilas y la gente que trabaja ahí es muy talentosa. Se fijan mucho en establecer un vínculo humano no sólo con los directores sino también con toda la gente que trabaja ahí. Son de primera.
-¿Qué expectativas tiene en esta nueva etapa?
-G.G.: Muchas. Pero hay que tener los pies sobre la tierra. Hace mucho que no vivo en Argentina, pero tengo mucha fe que mi material, que es muy fuerte visualmente, pueda entrar en el ambiente.
-¿Cómo llegó al cine?
-G.G.: Siempre me gustó. Desde chico. Tomé un curso chiquito de súper 8mm en Buenos Aires, allá por 1980 u 1981 creo; pero siempre me alucinó el medio. Es una máquina del tiempo para afuera y para adentro: un medio mágico.
-¿Se considera un apasionado del cine?
-G.G.: Totalmente. Le sigo teniendo mucha fe a la imagen, aunque cada vez sean menos las películas buenas que llegan a las pantallas populares. Se ha pisoteado mucho el cine y el cine de arte -que es el que más me atrae, aquel que te mueve el piso adentro, que te llega hasta la última célula- cada vez tiene menos oportunidades de llegar a las masas. Hasta hace 3 décadas, una película de Antonioni, Buñuel, Tarkovsky, Bergman o Fellini eran eventos culturales mundiales.
-¿Cómo surgió la decisión de irse a los Estados Unidos?
-G.G.: Tengo tíos que viven cerca de Nueva York y fui a Queens College; luego me transferí a SUNY College at Purchase, un conservatorio de cine y de arte muy cerca de donde viven. Tuve la suerte de haber contado con una excelente educación teórica y práctica de cine, estudiando cursos de French New Wave, cine japonés, etc. Una masa.
-¿Ya había incursionado en cine en Argentina?
-G.G.: Sólo con el curso de súper 8mm.
-¿Por qué volvió a Latinoamérica?
-G.G.: Hace unos 13 años se presentó la oportunidad de trabajar con Café Tacuba en México, gracias a Gustavo Santaolalla que los produce. Fue una bomba de tiempo. Me reconecté con una vibra muy mágica y primordial latina. Empecé de nuevo a releer literatura latinoamericana, ver fotografía latina, etc. y se abrió la caja de Pandora.
-¿Qué diferencias hay entre el mercado hispano de los Estados Unidos y el latinoamericano?
-G.G.: En Estados Unidos es muy difícil saber a qué hispano te podés conectar. Están los que nacieron allá, hijos de inmigrantes, y luego los inmigrantes legales y los ilegales –todos llegando de decenas de países diferentes y con costumbres, cultura, educación y poder adquisitivo diferentes-. Entonces, como encontrar un mensaje común es difícil, ¿qué ha pasado? Deciden irse por el común denominador más bajo: hablarle al latino a un nivel muy básico, muy directo y a veces poco creativo.
-¿Cómo es el proceso de filmación de un video clip?
-G.G.: Te mandan una canción, a veces con direcciones hacia dónde quieren irse con el video a nivel visual, cómo quieren ver al artista, etc. y a veces con ideas del artista. Muchas veces, quieren que yo me imagine algo, que me inspire y haga algo diferente. De ahí, se aprueban presupuestos y comienza la preproducción que puede durar entre cinco días a dos semanas. Filmas casi siempre en un día y luego editas por unos cuatro o cinco días hasta aprobación final.
-¿Cuáles son las principales diferencias a la hora de filmar un video clip y un comercial publicitario?
-G.G.: En un clip, como director eres también el creativo y director, cosa que en publicidad no, ya que tienes una agencia que se encarga de darte boards (al que obvio, uno debe contribuir creativamente). Pero en el clip existe una libertad creativa y la posibilidad de experimentar más con film y texturas… Todo vale en un clip porque el medio es más liberal en ese sentido, es más abierto a probar cosas ya que también es un medio muy joven y el rock-pop es más libre. En un clip vendes una visión del tema musical y también al artista, aunque no es esencial que él o ella se vean. En un spot publicitario creo que hay más restricciones... Y no sólo de tiempo.
-Dijo que siente una gran atracción por grandes escritores como Gabriel García Márquez, Julio Cortazar, Jorge Luis Borges, entre otros, y que lo mismo le ocurre con importantes fotógrafos, ¿de qué manera se siente influido por ellos?
-G.G.: A nivel creativo, a nivel vibra, sentimiento y percepción de la realidad. Son escritores que ven más allá de lo que está frente a nuestros ojos y eso es lo que a uno, como director, le interesa: mostrar algo que hable y que te llegue más allá de la imagen.
-¿En qué cree que cambió, para bien o para mal, la tecnología digital el trabajo de los directores?
-G.G.: El cine y el video son ahora más democráticos. Podés hacer cine con herramientas muy baratas (una mini DV y una laptop) y eso crea mucha oportunidad a todo el mundo; pero también hace que ahora seamos todos directores... Siempre existe un ying-yang en todo.
-¿Qué parte del proceso de creación de un comercial o film le gusta más?
-G.G.: Filmarlo y editarlo.
-¿Cuáles son los directores que más lo marcaron?
-G.G.: Tarkovsky, Bresson, Mizoguchi, Fellini, Antonioni y Bergman.
-¿Y los que más admira?
-G.G.: A esos... Y también le agrego Ozu, Godard, y Theo Angelopoulos. Jeunet también ha traído mucho aire fresco al cine moderno.