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Redacción Adlatina |

El renacimiento de la animación stop motion

Tim Burton, una vez más, se pone a la delantera de la animación con El cadáver de la novia, su nueva creación, que toma elementos del pasado y los moderniza, obteniendo como producto final una película vanguardista, oscura e innovadora.

El renacimiento de la animación stop motion
Victoria Everglot es la prometida de Víctor.

Toda Latinonoamérica está por disfrutar El cadáver de la novia, lo nuevo de Tim Burton. Esta película conjuga una serie de elementos que hace de ella una de las más atractivas y singulares de las carteleras de la región: un viejo relato ruso, animación stop-motion –es decir, cuadro por cuadro-, un universo oscuro, una increíble banda sonora, momentos de humor negro y las voces de varios de los mejores actores de Hollywood, en una comedia apta para todo el mundo, pero con un toque Burton.

Este californiano de 47 años lleva más de diez mostrando un estilo personal y único, con películas en su curriculum como El joven manos de tijera, El extraño mundo de Jack, Charlie y La Fábrica de chocolates y El gran pez; entre otros. Y es uno de los directores más venerados por sus animaciones cuadro por cuadro con muñecos.

Burton empezó en su juventud trabajando para Walt Disney como dibujante. Su primera película se llamó Vincent y era una fantasía donde un chico de siete años quería ser como Vincent Price; una animación con muñecos producida por Disney que casi no fue pasada en los cines. Pero Burton nunca renegó de sus inicios y siguió vinculado a la animación, con producciones como Jim y el durazno

gigante o El extraño mundo de Jack; y ahora vuelve a demostrarlo con El cadáver de la novia. Éste es el primer largo de animación stop-motion (con muñecos y objetos) que dirige Burton, ya que El extraño mundo de Jack fue escrito, producido y supervisado por él, pero dirigido por Henry Sellick.

 

Una historia inusual

El Cadáver de la novia adapta una vieja leyenda judía de Europa central al universo fantástico del director. Este relato recobra vida con Burton, aunque para ello sufre una adaptación a los preceptos del realizador.

El film cuenta la historia de Víctor –representado por Johnny Depp-, un joven muy tímido a punto de casarse con una chica, Victoria -con la voz de Emily Watson- a la que nunca vio antes. Es un matrimonio por conveniencia: la familia de Victoria sólo tiene deudas, un caserón y un apellido, mientras que los padres de Víctor son ricos vendedores de pescado enlatado que quieren tener un apellido respetable. Pero aunque el primer encuentro entre Víctor y Victoria los muestra igual de tímidos y capaces de enamorarse, el joven no puede decir correctamente los votos matrimoniales. El párroco -Christopher Lee- lo expulsa al bosque hasta que los recuerde. Para practicar, Víctor toma el anillo y repite los votos, colocando la alhaja en una rama. Pero esa rama es el dedo de una joven asesinada en su noche de bodas, la novia cadáver -Helena Bonham-Carter- que llevará a Víctor al mundo de los muertos.

 

Muñecos que no pasan de moda

Para ambientar el relato como es debido, Burton prefirió que este largometraje fuese animado. Y qué mejor forma que hacerlo, entonces, que con su adorada técnica de stop-motion. Es decir, construyendo pequeños muñecos de unos cincuenta centímetros de alto y moviéndolos sólo cinco milímetros por vez y por cada fotograma, para aparentar el movimiento en la pantalla.

A través de un elaborado trabajo con muñecos animados cuadro por cuadro, Burton les da vida a fantásticos personajes, mientras cuenta una historia que oscila entre el mundo de los humanos -representado en forma gris y tono oscuro- y el infrahumano – de los muertos-, en los que la atmósfera es colorida y llena de bailes y canciones. El director vuelve aquí a jugar con los parámetros y las contradicciones del mundo actual. “Son experiencias que forman parte de uno. Al estar viviendo tan cerca de la frontera con México, yo estuve en contacto con la forma en que los mexicanos festejan la muerte, y crecí viendo siempre esqueletos representados en formas muy coloridas”, dijo Burton sobre el particular enfoque visual en un comunicado de prensa.

La mayoría de las animaciones actuales recurre en algún momento del proceso a la computación. Por eso, muchos creen que ya es difícil diferenciar una buena animación de una no tan buena. Los japoneses lo saben y, por eso, algunos animés volvieron a utilizar técnicas más artesanales. En Occidente, Burton lleva la delantera volviendo a la técnica stop-motion como ya lo había hecho en la aclamada animación El extraño mundo de Jack.

Sin recurrir a la técnica digital, el proceso para El cadáver de la novia, que Burton dirigió en colaboración con el animador Mike Johnson, es el resultado de haber fotografiado cuadro por cuadro a los personajes, que en ocasiones eran títeres en escenarios en miniatura, y requirieron  igual dedicación en cuanto a iluminación y fotografía que si se tratara de una cinta tradicional.
Con las voces de Johnny Depp y Helena Bonham Carter como los personajes principales, curiosamente el personaje de Víctor van Dort que interpreta el actor de Piratas del Caribe tiene mucha similitud con él. Burton dijo que eso es producto de la casualidad y de “un buen karma, porque los personajes fueron escritos con muchas anticipación, dado que la historia llevaba gestándose varios años, aunque sí se parecen a los actores, porque eran las voces adecuadas para el modo en que fueron diseñados”.

La música y las canciones, como en el caso de El extraño mundo de Jack, son de Danny Elfman, quien además canta varios temas. La película representa la quinta colaboración entre el director y el gran Johnny Depp, quien por primera vez pone su voz en un film de animación. El resultado asombra a grandes y chicos.

Como siempre en Burton, el choque entre el mundo de la fantasía y la invención choca con el de la rutina y el interés; y la fantasía se desboca en un espectáculo de animación precisa y tridimensional, tanto en lo físico -los muñecos tienen una precisión satírica enorme- como en lo emotivo.