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Redacción Adlatina |

Tincho Lobo: “Hay muchos directores que sólo quieren juntar plata y vivir el momento”

Lobo reconoce estar pasando por una etapa de crecimiento en la que quiere “ser el mejor”. En diálogo exclusivo con adlatina.com el director de la productora Cinetauro habló sobre los cambios que se produjeron en la industria cinematográfica a partir de la llegada de la tecnología digital. “Hoy haces todo más rápido y te da la posibilidad de arreglar ciertos errores con la computadora”, explica Tin

Tincho Lobo: “Hay muchos directores que sólo quieren juntar plata y vivir el momento”
Tincho Lobo reconoce que está buscando gastar más plata para mejorar y poder llegar a ser “el mejor”.

Tincho Lobo cuenta que desde hace tres años el trabajo no le permite parar ni un segundo. Estuvo filmando comerciales para Epson y Danone en la Argentina y la semana pasada volvió de su viaja a México, donde estuvo dirigiendo un comercial de galletitas para Bimbo.

La carrera de este director comenzó desde muy pequeño, a los cincos años su padre, también director de Cinetauro –Martin Lobo-, lo llevaba a los sets de filmación. A medida que fue creciendo fue aprendiendo lo que era trabajar en esta profesión.

Profesionalmente, Tincho comenzó en el año 1993 en el área de post-producción, en la productora Cinetauro. Dos años más tarde pasa a trabajar como asistente de producción, participando en la realización de más de 70 comerciales para el mercado local e internacional. Luego le llegaría el momento de incursionar como asistente de cámara, colaborando con productoras como AltanaFilms, Landia, PelucaFilms y Mandrake, entre otras. Pero recién en el 2003 inicia su carrera como director haciendo su primer comercial para MTV.

 

 

adlatina.com-¿Por qué eligió el cine?

Tincho Lobo: -Era mi único panorama que yo veía claramente y me sentía cómodo. Estoy desde pequeño en esto, aprendí estando en el set de filmación. Cuando era chico no me podían cuidar y me llevaban a las filmaciones y yo jugaba con los telgopores. Después en la secundaria, tenía la rebeldía de que no quería estudiar, entonces mi viejo me decía ‘ah no querés estudiar’ y me mandaba de cadete a Cinecolor, en lo que era la parte de postproducción. También hice producción y todos los rubros que existen en el cine. Me gustó mucho la parte de cámara y a los 18 años, con lo que sabía empecé a trabajar en productoras de afuera. Primero como asistente de cámara y luego como cameraman. Tres años más tarde, junté mi plata e hice mi primera publicidad pensada por mí, una de MTV. Fui y se la regalé. Le dije al responsable de la cadena ‘Si te gusta, me encanaría que la pases, sino la agarrás, la metés en un cajón y la archivas”.  Por suerte les gustó y la pasaron en diciembre del 2000. 

 

-¿Qué cree que lo diferencia de los demás directores?

TL: -A simple vista, ya que no los conozco a los demás, creo que yo pongo más plata en las producciones. Estoy en un etapa en que quiero crecer y quiero ser el mejor. No estoy para ‘pichulear’ nada. Me considero bastante creativo con las cosas que aporto y me da resultado. A los clientes les gusta y me siguen trayendo guiones.

 

-¿Cuáles son en su opinión las virtudes y defectos de la región en cine?

TL: -Hay muchos que piensan más en la plata que en el resultado. Necesitan sobrevivir, entonces, tratan de no poner tanta plata y dicen bueno total así es lo mismo. Pero todo tiene que ver con el carácter del director. Después, a lo largo de los años, se ve durante su trayectoria, quiénes llegaron más lejos. Algunos quieren safar, juntar plata y vivir el momento. Pero hay otros como Andy Fogwill que van por más, tienen ambición, gastan material porque les gusta y quiere ser alguien. Y eso de Andy yo lo absorbo.

 

-¿En qué cambió la tecnología digital el trabajo de los directores?

TL: -En un montón de cosas, haces todo más rápido. Hoy en día haces cualquier cosa con la computadora. Podés corregir las luces o lo que sea con la pc. Te acelera el trabajo y a veces te lo hace más fantástico.

 

-¿Cómo es su relación con la agencia y el cliente?

TL: - La relación tiene que ser buena porque es parte del trabajo también. Por suerte nunca tuve ningún problema con clientes o agencias. Yo voy con la cabeza puesta en que el producto es de ellos y me tengo que amoldar a lo que quieren. A raíz de lo que quieren, me adapto a eso. Suele pasar que muchos de los directores compiten contra la agencia o el cliente, pero no es así, ellos te están llamando y te están pagando, entonces tenés  que aportar a lo que ellos necesitan. Y yo me siento bastante creativo para aportar a estos proyectos.

 

-¿Con qué aspecto del proceso de creación de un comercial disfruta más?

TL: - Con el resultado final, más allá de la idea creativa. Porque hay ideas creativas buenísimas pero no están bien filmadas. Hay muy pocas películas que están perfectamente filmadas, yo me fijo mucho en el tema de la continuidad. Cuando voy al cine, veo defectos en las películas que seguramente la mayoría de las personas no se dan cuenta.