Publicidad > Argentina | EL DIRECTOR DE CINE DE LA SEMANA
Redacción Adlatina |
Robert Bonomo tiene una formación ecléctica, en la que se conjugan estudios en cine, fotografía, artes escénicas y representación bioartística. En la Argentina, trabajó para anunciantes como Pepsi, Fullzero, HSBC, Volkswagen, UOL y DirecTV, entre otros. Además, dirigió más de 30 videoclips que tienen gran rotación en en la señal MTV, para la cual creó distintas campañas de imagen.
El año pasado, la productora en la que trabaja, Landia, firmó con Dog Productions -la productora del cineasta Luc Besson- un convenio de representación exclusiva para diferentes partes de Europa. En el exterior, Bonomo realizó campañas para clientes como Greyhound, Miller, Pepto Bismol y Crest –Estados Unidos; Mitsubishi, Control, Alcampo y Ninco –España-; Coca Cola y Coca Cola light regional –Costa Rica y Panamá-; y Agrousper, en Chile.
Sus trabajos fueron nominados para los premios Carlos Gardel y Ace, en la Argentina; y para los MTV Music Awards. Sus comerciales The Move, Abeja y Asistente, para la marca Greyhound, fueron galardonados en los principales festivales internacionales.
adlatina.com -¿Qué influencias tuvieron sus anteriores trabajos -relacionados con el arte-, antes de introducirse en la dirección?
Robert Bonomo: -Estudié mucho actuación antes de dedicarme a filmar. Ahora me resulta mucho más fácil y sintético indicarle a un actor o a una modelo qué hacer en los comerciales; saber qué es lo que mejor va a funcionar y cómo hacerlo. A veces siento, en mis comerciales, que soy yo el que estoy actuando.
-¿Por qué, de todas las artes, eligió el cine?
RB: -De chico me gustaba jugar a ser cameraman de ATC –Argentina Televisora Color, vieja denominación del canal estatal de televisión por aire-. Siempre soñaba con encuadrar para la televisión. Luego empecé a ir demasiado a las cinematecas. El cine fue llegando de a poco a mi vida, como algo inevitable. Es uno de los medios más completos y complejos para traducir esas imágenes.
-¿Qué significa el cine para usted?
RB: -Hoy ocupa casi toda mi vida. Siempre pienso cosas nuevas para hacer, grandes, chicas, de todo tipo. Me motiva mucho pensar ideas nuevas para filmar. Cuando tengo algo que me gusta mucho, me obsesiono de manera tal que casi no puedo dormir hasta que le doy forma.
-¿Qué cree que lo diferencia de los demás directores?
RB: -Lo que diferencia a un director de otro es su ojo y su sensibilidad; dónde está parado y cuál es la visión del mundo que tiene.
-¿Cuál es su principal virtud como director?
RB: -Me gusta mucho imaginar y contar historias. Me gusta el humor como recreación de esa historia que estoy contando. También, trabajar detenidamente con los actores y sacarles sus recursos naturales. La construcción de la imagen artística de cada una de las piezas que hago es lo que más me divierte.
-¿Qué aptitudes debe tener un futuro director? ¿Qué consejos le daría?
RB: -Un director nuevo debe tener una formación técnica muy sólida. También tiene que tener muchas ganas de filmar y una necesidad muy urgente de mostrar su punto de vista al mundo.
-¿En qué cambió la tecnología digital el trabajo de los directores?
RB: -Hay un antes y un después con la llegada de la era digital. Creo que a todos nos ayudó en la simplificación de las cosas y la rapidez en los diferentes procesos y etapas de producción. Ahora ya podemos pensar directamente todo de una manera digital, más rápido. Antes de filmar se puede saber cómo van a quedar las ideas, la concepción de la imagen, la edición y los efectos. Podemos experimentar más fácilmente, y eso eleva el potencial de posibilidades de cada una de las películas. Todavía creo en lo analógico como corazón y base para construir una imagen: mantiene la esencia de las ideas sin corromperlas ni enfriarlas. Lo digital representa una herramienta para llevarlas a cabo.
-¿Cómo es su relación con la agencia y el cliente? ¿En qué medida siente
que puede hacer su trabajo con libertad?
RB: -Lo más importante en la relación director-agencia-cliente es que sea todo un equipo unido, una misma energía y una misma dirección. No creo al director como figura excluyente del equipo, pero sí como punta de lanza artística y estética. Me gusta investigar en nuevas formas de representar las ideas que vienen de la agencia, buscar la distinción y originalidad en cada una de las etapas del proceso. El comercial sí o sí tiene que estar impregnado por la impronta estética y las ideas del director.
El sentido de libertad de un director es muy subjetivo desde el momento en que el comercial es finalmente la obra de la agencia y el cliente. Creo que son reglas de juego muy claras para el que las quiera ver, y no debería haber ningún tipo de conflictos en el trabajo cotidiano. Es un equipo que suma, todos con roles bien definidos y claros.
-¿Cuáles son sus tres largometrajes preferidos y por qué?
RB: -El cameraman, de Buster Keaton, es un libro sobre cómo construir humor con simpleza. El arpa birmana, de Kon Ichikawa, es otro de los filmes que me gustan, porque es una historia de amor muy profunda entre un loro y un batallón japonés. Y por último, Paris, Texas, de Win Wenders, un relato poético que retrata la soledad del ser humano.
- ¿Cuál considera que es su mejor comercial?
RB: -No siento que pueda decir que tengo un comercial favorito. Creo que a varios les tengo cariño por lo que representaron en su momento para mí. Ahora me gusta la campaña que hice para Mitsubishi en Madrid.
-¿Qué directores lo marcaron y por qué?
RB: -Me gusta mucho el cine clásico americano. Aprendí cine viendo películas de Capra, Wilder, Walsh, Manciewicz y Ford, entre otros. Disfruté mucho con el cine francés de los ’70 y ’80. Y de la nueva camada, me gusta lo que hacen Paul y Wes Anderson, es muy interesante. Kitano también es muy bueno.
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-¿Con qué aspecto del proceso de creación de un comercial disfruta más?
RB: -Disfruto mucho con la elección de los personajes en el casting, es muy importante para mí divertirme a la hora de ver una preselección. Me gusta mucho buscar locaciones, como decisión de la arquitectura que va a aparecer en el spot. También disfruto el trabajo cotidiano con el director de arte, decidiendo minuciosamente qué se va a hacer con esa locación. Disfruto mucho en la edición y, sobre todo, con la musicalización. Me gusta pasarme horas frente a la computadora eligiendo la mejor música para mis comerciales.
-¿Qué influencias artísticas y laborales adquirió de los diferentes lugares del
mundo en los que estuvo?
RB: -El trabajo en el exterior es intenso y con muchos desafíos, una experiencia de combinaciones estéticas increíbles. El intercambio es muy enriquecedor y duro. La clave es la adaptación al medio. Cuando uno viaja, tiene que aprender muchos nombres nuevos y conoce mucha gente nueva con la que tiene que establecer una relación de trabajo inmediata. Eso convierte al intercambio en una situación de adaptación constante y vertiginosa, que debe llevar a un puerto que a uno lo satisfaga estéticamente.