Publicidad > Argentina | ENTREVISTA DE LA SEMANA: EL DIRECTOR DE CINE
Redacción Adlatina |

Mario Bazzi: ”Ser un poco naïf me ayuda a conservar la frescura”

Vive en Montevideo y trabaja para la productora Salado Media. Estudió Ciencias de la Comunicación, plástica, y dirigió comerciales en Buenos Aires, Miami, Los Angeles y Nueva York. “La fuerte presencia de América Latina en EEUU y Europa no es otra cosa que el reconocimiento al talento y al trabajo arduo”, dijo en diálogo exclusivo con adlatina.com.

Mario Bazzi: ”Ser un poco naïf me ayuda a conservar la frescura”
“No soy un director de cine frustrado haciendo comerciales para ganar dinero”, se definió Mario Bazzi.

Las búsquedas visuales llevaron a Mario Bazzi al cine publicitario. Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad Católica de Montevideo, luego pasó a MPM Propaganda en Brasil. Esas experiencias lo llevaron a participar activamente del circuito plástico en ciudades como Lanzarote, Canarias, Madrid, Hamburgo y Stuttgart, donde también trabaja como diseñador gráfico para la industria del surf.

En 1992, regresó a Montevideo para entrar como director de arte a McCann Erickson. Poco tiempo después, casi sin darse cuenta, estaba dedicado de lleno a la dirección de arte de comerciales; filmando en Londres, San Pablo, Buenos Aires y Santiago.

Y, otra vez, luego de unos meses estaba a dirigiendo spots, teniendo que dividir sus días entre Montevideo, Buenos Aires, Santiago, Panamá, Costa Rica, Miami, Los Angeles y Nueva York.

Obtuvo importantes premios en festivales publicitarios como el Fiap, y ha tenido varias piezas finalistas en Cannes y en  el New York Festivals.

En el 2001 realizó su primer corto y ganó el Primer Premio en el Festival de Cine Fantástico Santiago Bizarro. Actualmente, es representado por Salado Media exclusivamente en Uruguay, Puerto Rico, Brasil y Europa.

Y, además, tiene tiempo para ser padre de Lorenzo y Federico. “Veo el cine como una oportunidad única para ensamblar pintura, música, tecnología, psicología y toda experiencia humana imaginable”, dijo en diálogo con adlatina.com.

 

-¿El 2004 fue el año de la recuperación regional?

-Mario Bazzi: Fue un buen año, donde se vio afirmarse esa recuperación. Con excepción de Chile, el resto de los países del Conosur venían de un 2003 complicado. En Uruguay pasará a la historia como el año del acceso de la izquierda al poder, en franco acompañamiento regional.

 

-¿Cómo ve a la publicidad latina en general y de Uruguay en particular?

-MB: Latinoamérica tiene mucho que decir en el panorama global cultural; tiene un espacio fuerte en los Estados Unidos y en Europa. Y esa presencia no es otra cosa que el reconocimiento del talento y del trabajo arduo. En nuestros países hay mucho para revisar; hay muchas personas que han trabajado fuera de circuito sin poderse mostrar. Todo está más crudo, menos resuelto culturalmente que en otras latitudes, por eso siguen apareciendo cosas frescas. En Uruguay, por ejemplo, hay un recambio de gente muy importante; y a esa gente hay que darle espacio y observarla.

 

-¿De qué forma condicionan las falencias económicos de la región a un arte caro como es el cine?

-MB: Lo transforma todavía más en un arte. El concepto y el aprovechamiento inteligente de los recursos hacen que todo insumo que no sea material se vuelva valioso. Hablamos de un lugar más virgen, donde se puede contar con ciertas flexibilidades que en lugares donde la industria está mejor establecida no existen. Desde la perspectiva del que mira desde abajo, ser cineasta en Latinoamérica y querer conseguir el presupuesto mínimo para hacer lo que sea no es fácil. Sin embargo, visto de arriba, con un poco de dinero sacas una relación costo-beneficio muy buena. Todo termina en una ecuación donde ingresan elementos como casting, locaciones, servicios, profesionalismo de los técnicos, leyes laborales y locales. El arte a su vez no es ni caro ni barato. Su calidad trasciende los recursos técnicos con los que está hecho. Cabría preguntarse si la publicidad es arte. En el MOMA está en exposición permanente desde hace poco un equipo Bang&Olufsen. Estoy seguro que algunos comerciales van a ser considerados obras de arte pronto. No dejan de ser treinta segundos de humor, poesía o anécdota.

 

-¿Qué cree que lo diferencia de los demás directores?

-MB: Siento que soy un poco naïf y eso me ayuda a conservar la frescura.

Me gusta la publicidad y me gusta que quede bien. En ese sentido soy inocente.

No soy un director de cine frustrado haciendo comerciales para ganar dinero.

Si quiero dedicarme al cine, a pintar o al paisajismo voy y lo hago. Y  los considero tan puros como pintarle el nombre al perro en su casilla. De todos los trabajos que conozco, no cambiaría el mío por el de nadie. Bueno, no hubiera estado mal ser surfista profesional unos años.

 

-¿Los últimos comerciales que vio y le gustaron?

-MB: No son flamantes pero se van a la historia de la publicidad. Keep walking, los hombres peces de Johnnie Walker. Ikea Lámpara Pixar. Bridgestone labrador.

 

-¿Qué elemento diferenciador tiene Uruguay respecto de otras publicidades de la región?

-MB: La primera diferencia es que el país que queda al este tiene 120 millones de habitantes y el del oeste treinta. En Uruguay somos tres. Hay una enorme diferencia cuantitativa reflejada en todos los temas. De nuevo caemos en lo inmaterial. Se puede hablar de un mercado muy profesionalizado para su tamaño, con una permanente exportación de talento que excede ampliamente las necesidades locales y encuentra espacio en mercados mayoritariamente hispanos. Es difícil mencionar un elemento cultural, algo propio del país que se refleje en forma marcada en su publicidad. Algunos asumen que somos pocos y nos conocemos e indudablemente hay mucha mirada para el lado de los dos grandes de la publicidad y el fútbol latino, insertados geográficamente en el medio como estamos. Me encantaría imaginar que somos como Holanda, con nuestra onda pero “ensanguchados” entre países mayores. Cuando el mundo mira la publicidad latina en español mira hacia Buenos Aires, sin mucha idea de qué país tiene al lado. Más allá de los acentos y lo que exteriormente uno puede observar, tenemos una mirada de la vida distinta que los argentinos, que no sé si encuentra reflejo suficiente en la publicidad. El elemento diferenciador lo resumo en: poca población, buen nivel cultural general, unas condiciones internas de seguridad por encima del promedio latinoamericano, con un nivel de corrupción muy bajo, en un país chiquito muy jugado al turismo y los servicios. Uruguay tiene un mercado interno pequeño, que lo limita naturalmente en la expansión de productos. Sin embargo, la producción audiovisual surte a un mercado más globalizado, con más oportunidades de diversificar el origen de los proyectos. Sólo por este hecho creo que hay más oportunidades para este sector de la industria que en las agencias en este momento.