Publicidad > Estados Unidos | SEGÚN UNA INVESTIGACIÓN DE BURSON-MARSTELLER
Redacción Adlatina |

Cada vez son menos los ejecutivos que quieren ser CEO

En 2001, un 27 por ciento de los profesionales de alto rango no estaba interesado en ser CEO. Este año, el número ascendió al 60 por ciento. Pese a la negativa, una vasta mayoría de los ejecutivos confía en los CEO en función (87 por ciento); el porcentaje aumentó respecto del año pasado, cuando el nivel de confianza llegaba al 77 por ciento.

Cada vez son menos los ejecutivos que quieren ser CEO
“Los ejecutivos con experiencia de primera mano saben que las economías pueden provocar crisis y éstas toman de rehén al presidente de la empresa y a su equipo de mando”, sostiene Leslie Gaines-Ross -presidenta de Burson Marsteller-.

Se ubican en la punta de la pirámide, el escalafón más alto al que puede aspirar un empleado. En general, tienen acciones en las empresas, suelen permanecer mucho tiempo en sus puestos y ganar excelentes sueldos. En suma: el presidente, director general o CEO (Chief Executive Officer) es el que lleva las riendas de una compañía. Sin embargo, cada vez son menos los ejecutivos que quieren ser CEO. Según una reciente encuesta realizada por la consultora en comunicaciones Burson-Marsteller, el número de ejecutivos que no está interesado en ser CEO se duplicó desde 2001: 60 por ciento de hoy, versus un 27 por ciento en 2001. Sólo un tercio de los encuestados -el 35 por ciento- dijo que quiere ser CEO, versus un 47 por ciento en 2001. El estudio comprometió a 150 ejecutivos.

Cualquier decisión que tome el CEO, incluso la más pequeña, tiene grandes consecuencias para la compañía y para una gran cantidad de personas. Estas personas transforman sus pensamientos en acciones mucho más que cualquier otra persona, y lo hacen de forma controlada, sabiendo exactamente por qué lo hacen y cuáles serán las consecuencias. Leslie Gaines-Ross, de Burson-Marsteller, explicó la tendencia de opinión de los ejecutivos. “Los ejecutivos con experiencia de primera mano saben cómo una crisis puede afectar el precio de las acciones de la empresa, la moral del empleado y la capacidad de atraer a personas talentosas. Además, saben que las economías pueden provocar crisis y éstas toman de rehén al presidente de la empresa y a su equipo de mando”, manifestó.

A tono con estas declaraciones, la investigación reveló que los ejecutivos que tuvieron que afrontar una crisis en sus empresas son más reacios a un hipotético ascenso a CEO, que los que no sufrieron ese revés -64 por ciento versus 52-.

 

Confianza

Pese a la negativa de muchos ejecutivos para ser CEO, la investigación arrojó un dato alentador: una vasta mayoría de los altos directivos confía en los CEO en función (87 por ciento). El porcentaje aumentó con respecto al año pasado, cuando el nivel de confianza llegaba al 77 por ciento.

“Es importante e impacta la forma en la que creció la reputación de los CEO. En menos de una década, se logró revertir una imagen que no era favorable”, dijo Christopher Komisarjevsky, presidente y CEO de Burson-Marsteller Worldwide. Por su parte, Gaines-Ross manifestó: “es un gran voto de confianza para los CEO. Los ejecutivos piensan que la vasta mayoría de los CEO son honestos y trabajan duro. Esta creciente confianza indica que se revirtió la imagen de las corporaciones en crisis”.

 

Líder en servicios de comunicación

Burson-Marsteller, la compañía encargada de realizar la investigación, funciona desde 1953 y, actualmente, opera en 55 países de todos los continentes. Burson-Marsteller es parte de Young & Rubicam, una de las redes del grupo WPP Group.