Publicidad > Gran Bretaña | AHORA APUNTAN CONTRA NIGHTCLUBS Y DISCOTECAS
Redacción Adlatina |
El night club “The Ministry of Sound” prometió detener la pegatina de publicidad ilegal en vía pública, y admitió que esa práctica –que realizaron durante bastante tiempo- constituía una “conducta inaceptable”.
Hace un tiempo, los legisladores y consejeros locales amenazaron a esos locales con usar las leyes medioambientales para encarcelar a ejecutivos que autoricen el emplazamiento de avisos en lugares no autorizados, una práctica que en idioma inglés se denomina “flyposting”.
Richard Holman, directivo de “The Ministry of Sound", informó a los parlamentarios que el uso de flyposting fue motivado por el deseo de llegar a la audiencia estudiantil. “El hecho de que la ley no se aplicaba pudo ser causante de nuestra conducta –confesó- Sabíamos que era una práctica ilegal. pero es un método que ha sido usado por nuestra industria durante muchos años. Pero llegó la hora de cambiarlo”.
Curiosamente, horas antes de la presentación de Holman ante la comisión legislativa, “Ministry" había comunicado a los parlamentarios que el flyposting es “una parte vital de nuestro marketing, porque el público joven que va a las discotecas no lee los diarios”.
“Siempre pareció legal”
El manager del club, Gary Smart, dijo estar desconcertado. “Yo tuve siempre la impresión de que pegar nuestros carteles en esos lugares era lícito, porque nadie los retiró nunca, ni tampoco se nos aplicó multa alguna”.
Paul Flynn, miembro del Parlamento inglés atacó a la disco diciendo que sólo la amenaza de tomar los bienes de los directores, o inclusive llevarlos a prisión detendría la costumbre de anunciar fuera de los lugares adecuados perjudicando el paisaje de la capital británica.
“Quedó claro que en estas cuestiones lo único eficaz es golpear en la zona más erógena de cierta gente, que es la billetera. Ninguna otra cosa parece importar demasiado”, dijo Flynn.
En junio último, autoridades del municipio de Camden (ubicado en la zona norte de Londres), inició procedimientos contra las compañías discográficas Sony y BMG, y amagó con aplicar cinco años de cárcel para algunos directivos de esas empresas.
Sony evitó la medida al prometer que iba a suspender toda publicidad del tipo flyposting en esa zona londinense. El municipio apuntó luego los cañones contra BMG, afirmando que la compañía “había ahorrado 15 millones de dólares en costos publicitarios”.