Publicidad > Estados Unidos | INCREÍBLE INICIATIVA DE UNA EMPRESA DEL ESTADO DE NORTH CAROLINA
Redacción Adlatina |

Autos policiales transformados en anuncios móviles

Government Acquisitions LLC es la empresa de la ciudad de Charlotte que tuvo la idea y ya empezó a recibir gran cantidad de pedidos. Se trata de autos policiales para las comisarías que los necesiten, al precio simbólico de un dólar pero con un truco que lo explica todo: los automóviles son medios publicitarios para los auspiciantes que la firma consigue. La ciudad de Springfield, en Florida, será

Autos policiales transformados en anuncios móviles
El logo de la empresa que ofrece el servicio y uno de los modelos que aparecen en su página web: un coche policial con publicidad de la cadena de comidas rápidas más grande del mundo.
“Si los ingresos oficiales que su oficina recibe son insuficientes para proveerlo de los vehículos que su departamento necesita, su gobierno local puede ser un candidato para nuestro programa -comienza la carta que, en su página web, Government Aquisitions LLC dirige a las comisarías de todo el país-. Tenemos una cantidad virtualmente ilimitada de vehículos policiales nuevos y totalmente equipados. Nuestros auspiciantes requieren reconocimiento en los vehículos. No promovemos marcas relacionadas con el alcohol, el tabaco, las armas de fuego o el juego. Y nuestro objetivo es donarle un auto a cada comisario”. La novedad provocó una inmediata reacción en los medios estadounidenses, con comentarios positivos por parte de los expertos en noticias policiales y críticas de quienes se preguntan si a partir de ahora será habitual ver filmaciones de persecuciones policiales con tomas en primer plano de marcas ubicadas estratégicamente junto a las luces del techo de los patrulleros. Una de las voces que se elevó fue la del profesor Michael Maynard, quien da clases de periodismo, publicidad y relaciones publicas en la Temple University: “La sociedad estadounidense se ha salido sinceramente de las normas al aceptar cualquier mínimo rincón de su medio ambiente como espacio publicitario. Debería haber algunas cosas intocables en este sentido”. En contrapartida, los defensores de la iniciativa sostienen que si los anuncios son realmente de buen gusto y productos alcohólicos o relacionados con el tabaco no aparecen en los coches policiales, no parece haber problema alguno; que así como los medios de transporte urbanos y hasta los ómnibus que recogen animales callejeros en las ciudad incluyen ya publicidad, no hay por qué dejar fuera de esa modalidad a los coches de la policía. Además de Springfield, Florida, otras ciudades que ya han firmado el contrato con la empresa que ofrece los autos son Ozark, en Alabama, y Caddo Valley, en Arizona. Y la compañía informa que se ha visto inundada de consulta por parte de cientos de departamentos policiales. “Todo el mundo gana -señala Ken Allison, gerente general y socio de la empresa-. Las ciudades obtienen la protección extra que están necesitando y los empresarios encuentran un modo de colaborar con la policía local”. El gran peligro Una de las voces que se alzó contra la propuesta contiene un argumento imposible de soslayar al analizar la noticia. Gary Kritz, profesor de publicidad y marketing en la Seton Hall University de Nueva Jersey, se pregunta: “Si las fuerzas policiales locales tienen publicidad de negocios locales, ¿podrá ocurrir que los policías hagan la vista gorda cuando esas empresas cometan delitos contra la sociedad? Desde ese punto de vista, los anuncios pueden claramente ser considerados un soborno a un empleado público, lo cual ya es un delito en sí mismo”. El jefe de policía de Springfield, Sam Slay, se sinceró con la prensa que lo consultó y declaró: “Debo reconocer que al principio la idea no me gustó nada. Pero más tarde, recordando el escasísimo dinero oficial que llega a nuestras oficinas y considerando todo el asunto desde un punto de vista práctico, tuve que admitir que se trataba de una oferta que no podíamos ignorar de ninguna manera”.